El Parque Municipal “París Londres” volvió a abrir sus puertas para el disfrute de todos los sanduceros y de todos aquellos que vengan a visitar nuestra ciudad. Después de varios años de permanecer en obras, el parque presenta ahora una imagen renovada, sin dudas una transformación necesaria para un lugar que durante mucho tiempo estuvo prácticamente abandonado y con sus estructuras en un claro estado de deterioro. El parque donado por la firma Pereira y compañía en homenaje al 75° aniversario de la Declaratoria de Paysandú Ciudad en 1938, y donde alguna vez hubo un zoológico con animales encerrados, hoy muestra un costado mucho mejor y abierto a la comunidad.
El director de Obras, ingeniero Horacio Mársico, destacó que el Parque queda “definitivamente inaugurado y seguramente queda pensado a futuro, porque son 27 hectáreas, es muy amplio de abarcar, pero realmente se ha hecho un trabajo, y esto lo puedo decir tranquilo, que no es sólo de la Dirección de Obras, es un trabajo que viene de la administración anterior. Nosotros lo completamos y lo complementamos con más cosas”.
Mársico agregó además que “acá hay un trabajo excepcional de la Dirección de Servicios en lo que tiene que ver con los viveros y toda la parte del jardín botánico. Y por supuesto que no debemos dejar de mencionar el trabajo de la Dirección de Vialidad y de la gente de alumbrado público. Acá participó la gente de mantenimiento urbano generando nuevas infraestructuras para la vigilancia y para la administración, pero además el propio parque es un muy buen proyecto: tiene características modernas, será seguro y disfrutable para la gente, además de sostenible para una ciudad que lo necesitaba de vuelta en todo su esplendor”.
FUNCIONES EDUCATIVAS
“Habrá actividades educativas que son fundamentales. En el Jardín Botánico hay una enormidad de especies autóctonas y foráneas. Cada una de las especies va a tener su código QR, a través del cual podremos saber sus características. También la escuela de tránsito funcionará muy bien, quedó espectacular y recibirá a aquellos que vengan a aprender las primeras normas para tener un mejor tránsito.
Con esta cantidad de hectáreas disponibles, se irán sucediendo un montón de actividades, esto es un inicio. Las prestaciones del parque se irán actualizando en esta y en las siguientes administraciones, para que la gente se apropie del lugar” acotó el jerarca acerca de algunos de los nuevos servicios disponibles en el parque.
MÁS SEGURO
Un factor que no debe pasarse por alto es el de la seguridad, pues se trata de un lugar que tenía poca iluminación, pero Mársico aclaró que “se han instalado cámaras de vigilancia, y a eso le sumamos el cerco perimetral, lo que es fundamental para la sostenibilidad del lugar, que al ser tan grande se hace difícil de cuidar”. Al tiempo que reafirmó que para los transeúntes la seguridad también está en la circulación, “porque quienes vengan a pasear sabrán que sólo puede haber tránsito vehicular en el perímetro. Los estacionamientos están afuera. Eso es un concepto innovador en materia de seguridad vial para los lugares de esparcimiento”.
LEGADO Y FUTURO
El parque conserva algunas características de su pasado, porque según el director de obras “acá había que recordar el viejo parque en el que tantos vinimos a jugar, en cuanto al tipo de infraestructura, es fundamental preservar las características del viejo Parque París Londres. Pero se mira también al futuro, pues la vegetación recientemente plantada nos da la esperanza de que en algunos años esto va a estar lleno de árboles. Con buen manejo de riego, con un sistema completo con el que tenemos acá para casi todo el parque, seguramente en pocos años habrá vegetación acorde, para que se genere sombra, pero también para evitar el peligro, porque no queremos especies muy altas o que estén expuestas a fuertes vientos”.
El parque cuenta con especies que fueron donadas por representantes de nueve países a través de sus embajadas, así como de la Unión Europea. Estados Unidos donó un Arce Azucarero, Argentina un Ceibo, Paraguay un Lapacho Amarillo, Suiza un Enebro Común, la Unión Europea un Timbó, Portugal un Alcornoque, Italia un Olivo, Rusia un Abedul, Japón un Cerezo de Jardín, y finalmente el Reino Unido donó un Ibirapitá.
