Sequía severa condiciona desarrollo productivo general; planes del Ministerio ayudan a productores afectados

El director departamental del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), técnico agropecuario Carlos Oyanarte, evaluó la sequía “severa que se ha agudizado en los últimos días” y los planes de apoyo a los productores dedicados a diferentes rubros.
“Felizmente hemos tenido algunas precipitaciones de 25 milímetros, que no son suficientes, pero le cambian el ánimo a los productores. La sequía perjudica desde todo punto de vista pero fundamentalmente en el ánimo y la energía de los animales con el estrés calórico, especialmente en los tambos. Los bovinos de la producción lechera sufren mucho el estrés calórico y tienen reducciones importantes en su producción. Esa merma son pérdidas económicas para la finca y, obviamente para las empresas que están industrializando esos productos del sector lechero”, dijo a EL TELEGRAFO.

La dirección departamental del MGAP tiene “múltiples funciones con los productores, tanto durante la pandemia y así como con este fenómeno climático que ha sido bastante adverso. A medida que transcurre el verano, seguramente será así en enero, pero tenemos esperanza por algunos pronósticos que pueda llover y se torne en una etapa neutral de La Niña a partir de febrero, marzo y abril. Posteriormente, con la llegada de El Niño podíamos tener un tiempo más lluvioso. Lamentablemente las lluvias llegan tarde y simplemente van a servir para salvar algunos cultivos que están en desarrollo como maíz, sorgo o soja”.

Explicó la afectación de la escasez de lluvias en el ciclo productivo de vacunos y ovinos. “Especialmente en el vacuno. La oveja, cuando no tiene mucha agua, anda bien. Ahora el vacuno sufre mucho, especialmente por la falta de forraje. Tengo algunas fotos que me han alcanzado de lugares como Cuchilla del Fuego, Piñera, Piedra Sola o Tambores, donde la situación está bastante complicada. Los campos están totalmente pelados y se ve la piedra. Son campos de basalto superficial que son muy buenos campos cuando hay lluvia, con pasturas tiernas y gramíneas bastante productivas”.

El suelo

Oyanarte señaló que “en el tapiz de nuestro suelo tenemos un enriquecimiento muy bueno de gramíneas de ciclo estival. En la baja producción del tapiz del suelo –que es la invernal– es cuando somos más pobres. Justamente tenemos que tratar de enriquecer la semillazón de esas gramíneas que son invernales y son las que dan mejor estabilidad a ese complejo alimenticio natural que tienen los vacunos. Por ese motivo, creo que los bajos rendimientos invernales se volvieron complejos, más que nada porque tenemos pasturas que se desarrollan mejor sobre el verano”.
En momentos en que las pasturas invernales entraron en su ciclo final, “tenemos las que son naturales de ciclo estival presente y, al faltar el agua, ha sido bastante complicado porque no hay forrajes. Los suelos están descubiertos, con una fuerte erosión ocasionada por el sol. El suelo queda al descubierto y se produce la famosa erosión eólica y si lloviera en grandes cantidades ocasionaría la pérdida de suelos”.

Peso ganadero

En el departamento se nota una merma en cañadas y “los tajamares están puro barro. Hay una pérdida agresiva del peso de las haciendas que hasta hace un tiempo no muy lejano, solo unos meses atrás, se conservaban bastante bien. Hoy se empiezan a notar animales con una deficiencia muy grande en su condición corporal. Hablamos especialmente de los ganados de cría que están sufriendo más y se ven bastante flacos. Ya empiezan a diagnosticarse paperas y en esta condición generalmente el productor trata de no mover demasiado los ganados”.
Explicó que “tenemos vacas con la condición corporal de 3 en la escala de 1 a 6 del Plan Agropecuario y son flacos. Son vacas de un poco más de 300 kilos. Ese organismo complejo y de requerimientos nutricionales se ve agudizado por la pérdida de peso. En esa situación si no se puede cambiar –porque más allá del ajuste de carga que no se hizo a su tiempo– a esta altura es imposible darle una solución”.

Suplementos

Oyanarte señaló que “lo que realmente serviría sería suplementar esos ganados con alguna ración o fardos para atender esas deficiencias alimenticias. Desde hace mucho tiempo no se consiguen campos para arrendar o poner a pastoreo y hoy los pocos suplementos que hay son escasos y caros. Hablamos de 25 o 30 dólares un fardo de cola de trilla y entre 40 y 50 dólares un fardo de pradera o alfalfa”.
En el ministerio “tuvimos un operativo fardo que ya terminó, donde podemos decir que Paysandú no lo utilizó. La mayoría de los productores que estaban alistados para recibir esa ayuda se bajaron porque, obviamente, no les servía económicamente. El fardo llegaba más caro a través del flete que teníamos”.

Rubro hortícola

Oyanarte recordó que “desde nuestra experiencia en estos 32 años en el MGAP, siempre trabajamos con productores ganaderos y nos tocó conocer el rubro hortícola, que es relativamente chico e incipiente en Paysandú. Conocimos gente con mucha experiencia el día que nos tocó la desgracia de la turbonada y han sido muy importantes las gestiones que se hicieron para que todos tuvieran los beneficios y siguieran trabajando. Eso fortaleció el relacionamiento con los productores y las mesas de desarrollo rural, que es una mesa itinerante donde se hacen reuniones mensuales de las organizaciones que, felizmente, son unas cuantas que integran el Consejo Agropecuario Departamental (CADE)”.

Faena predial

Agregó que el 2022 “ha sido una etapa de aprendizaje, con aciertos y errores, pero siempre con el ánimo de estar más cerca de los productores que necesitan fortalecer los vínculos con diferentes organismos. Desde las mesas de desarrollo se promovió la prevención de incendios a través de una ley que tiene otra visión sobre el tema. Además, de todo el desarrollo que ha tenido la ley de faena predial que, lamentablemente, no hemos podido tener regulación sobre ella. Pensamos que iba a estar pronta para fin de año, pero aún no”.
El director departamental señaló que “es el deseo de los productores –como fue planteada en primera instancia– una faena artesanal predial para vender los productos de la granja y hoy lo vemos difícil. Uruguay tiene protocolos de comercio exterior y hay un estatus sanitario que es bastante exigente. Ha tenido modificaciones y por eso, creemos que aún no sale. Esperemos que se mantenga el mismo espíritu con el que fue tratado en la mesa de desarrollo”.

Convenios

Reseñó que “otro aspecto positivo han sido los acuerdos que el ministerio hizo con la Intendencia Departamental, como los convenios FAE. Es la oportunidad de decirle a los productores que tienen esos convenios y aún le quedan por firmar contratos, que nos llamen y se arrimen al ministerio para poder estar listos con nuevos beneficios para el FAE 3”.
Las condiciones de esta emergencia agropecuaria para los ganaderos es bastante beneficiosa. “Se prestarían unos 50 dólares por unidad ganadera (hasta 300 unidades ganaderas) con un interés del 2% en dólares pagos a 180 días. Si es en pesos, el 14% a 4 años con dos años de gracia y el tercer y cuarto año se amortizan el 60% del capital prestado más los intereses. El último año, el 40% más los intereses. Son condiciones bien beneficiosas porque no hay ningún banco que otorgue un crédito tan económico y accesible. Dependerá mucho de la calificación que tenga el productor familiar, porque este crédito es para ellos”. Aclaró que “no deben tener deudas con el MGAP ni con República Microfinanzas. De mantener alguna deuda, pueden tomar una deuda nueva y descontar el dinero adeudado, con las mismas condiciones que especialmente hace Microfinanzas ante el cumplimiento de los pagos para no desmerecer la calificación del productor”.
Este crédito del FAE “es para lechería y fruti-horticultura, así como el rubro agrícola. Para la lechería hay una ayuda de 80 dólares por unidad ganadera y es bien importante establecer los montos. Pero el productor interesado puede pasar por nuestras oficinas y recibirá asesoramiento”.

Paradigma

Oyanarte señaló que “el paradigma del pastoreo continuo es complejo. Poder hacer un pastoreo rotativo y racional, con un período de descanso con mejor aprovechamiento de las pasturas en su ciclo, deberá ser estudiado y puesto en práctica por el productor para que las cosas cambien. Hay una regeneración del suelo y múltiples condiciones que favorecen a las plantas y las gramíneas de nuestro tapiz y campo natural. Obviamente que obtendremos mejor producción”.

En el puerto

La dirección departamental del MGAP “ha estado en contacto con empresarios de diferentes sectores, especialmente por el puerto, donde realizamos gestiones y deseamos para este año que se llame a licitación por el arrendamiento o la tenencia de los silos graneleros del puerto, cuyo tratamiento ha sido bastante lento en 2022. Esas terminales del ministerio han sido operadas por terceros en todo el país y la de Paysandú ha estado inactiva. Por eso, buscamos poder darle un mejor uso”.