Rescataron animales maltratados; les encintaban el hocico para evitar ladridos

La oenegé Amigos de los Animales rescató cinco perras y dos gatos –con ayuda de efectivos del Ministerio de Interior– que vivían en malas condiciones y eran maltratados, en una vivienda ubicada en la zona sureste de la ciudad.

El hecho se hizo conocido hace varios días, cuando una de las perras se escapó y los vecinos vieron que tenía el hocico encintado para evitar que ladrara, a raíz de las continuas denuncias presentadas por ruidos molestos.

La perra hallada en la vía pública fue fotografiada y filmada en momentos en que transitaba con la cinta aislante que impedía la alimentación e ingesta de agua en días de intenso calor.

A raíz del escrache social, el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) resolvió la requisa total de las mascotas y la prohibición de que vuelvan a tener animales bajo su responsabilidad.

“Se requisaron cinco perras, tres castradas, dos sin castrar y dos gatos enteros. Por este caso ya habíamos presentado tres denuncias sin respuestas, hasta que se viralizó todo. Las perras se entregaron en adopción y un gato, falta dar un gato en adopción”, señaló Laura De León, directiva de la oenegé que se encargará de la castración de la totalidad de los animales que no estaban esterilizados. “La respuesta de la dueña fue positiva, pero esto se generó por el escrache en las redes sociales. Por esa razón accedió a la entrega de los animales”, agregó a EL TELEGRAFO.

Denuncias

Este hecho de maltrato animal generó varios días de trabajo a la oenegé. “Ya habíamos presentado denuncias ante el INBA, la habíamos visitado tres veces y nunca aceptó ninguna ayuda, así como tampoco quiso entregar ningún animal. Nos decía que sus animales estaban en buenas condiciones, que no iba a entregar ninguno y que tenía programada su castración.

Pero la gota que rebalsó el vaso es que se escapó una de las perras y los vecinos vieron que estaba con el hocico encintado. Allí hicieron un escrache social en las redes y eso generó que accediera a entregar todos los animales”.
Incluso, “al comienzo querían entregar menos perros, pero hablé con la directora ejecutiva del INBA, Marcela Delgado, y se ordenó la requisa total de los animales con una prohibición de volver a tener bajo su cuidado”.
“Y la perra con el hocico encintado fue una reacción a las constantes denuncias por ruidos molestos presentados por los vecinos”, aclaró.

Luego de hacer contactos con autoridades del Ministerio del Interior, “nos acompañaron efectivos policiales de la Seccional Tercera, que es la jurisdicción que corresponde, fuimos con un móvil policial y dos policías”.
“La orden de INBA fue radical, porque allí vimos tres perros que vivían en un galpón, dos atados y otras dos en una azotea”.

La oenegé agradeció “a los vecinos porque gracias al escrache, que llegó hasta Montevideo y se enteró la Plataforma Animalista, se generó la orden del INBA, porque cuántos animales habrá en peores condiciones y los vecinos lo ven y no se involucran”.

“En este caso, lo vieron y realizaron la denuncia social. Por eso es importante que la gente no quede pasiva mirando el maltrato sino que intervenga y ayude. Además, agradecemos a los vecinos que adoptaron los animales porque si no hubiésemos tenido un lugar adonde llevarlos en última instancia los traíamos con nosotros, pero ya no tenemos más espacio”.