El sí de Marcelo Bielsa llegó ayer. Se dieron los últimos retoques al contrato que ligará al entrenador argentino a la selección uruguaya de fútbol, y definitivamente se terminó por concretar su llegada a la Celeste.
El acuerdo estaba listo. Sellado. Pero faltaba ese toque de formalismo que terminará por sellarse con la firma en el contrato, lo que se producirá la próxima semana.
Lo cierto es que la selección tendrá, por segunda vez en su historia, un técnico extranjero luego del pasaje de Daniel Pasarella desde 1999 a 2001, cuando renunció durante la eliminatoria para el Mundial 2002.
Bielsa estará acompañado por tres asistentes de campo (los argentinos Pablo Quiroga y Lucas Oubila, y el chileno Diego Rees), por una coordinadora general (la argentina Magalí Conde) y el entrenador de goleros de las selecciones celestes, Carlos Nicola.
El debut del DT, que se espera llegue el fin de semana y en los primeros días de la próxima firme el contrato será a pedido suyo en Montevideo, los días 14 y 20 de junio ante Nicaragua y Cuba, respectivamente. Si bien no son rivales de peso, está claro que el objetivo de Bielsa es aprovechar a contar con los jugadores que reservará en las próximas semanas durante 10 días trabajando en el Complejo Uruguay Celeste.
El DT viene trabajando desde hace ya varios días en la observación de jugadores, su seguimiento, de cara a esta primera citación. “Está conforme con los futbolistas con los que espera contar”, se dijo hace un par de semanas a EL TELEGRAFO mientras se llevaban a cabo las negociaciones. Bielsa tomará la posta que dejó Diego Alonso, cuyo contrato finalizó tras el Mundial 2022, pensando no solo en lo que se viene, es decir eliminatorias, preolímpico, Copa América y Mundial 2026, sino más allá. “Mira hacia 2030”, pensando en que Uruguay pueda pisar fuerte, seguramente con el recambio que lógicamente se deberá ir dando ya afianzado y con experiencia.
Bielsa puede aportar cosas más que interesantes a la Celeste más allá de la polémica que pueda despertar en algunos el hecho de tener un DT extranjero en la selección. Podrá aportarle experiencia indiscutida, respeto, convencimiento, organización, banderas que levantó Tabárez al frente de la selección, pero Bielsa sumará seguramente otra visión futbolística. Intentará, además, aportar en el ámbito doméstico, procurando levantar el nivel de una liga devaluada como la uruguaya. Las miradas del mundo del fútbol, por lo pronto, se posaron ayer en el arribo del DT.