“Para expandirse, la UdelaR necesita establecer acuerdos parlamentarios”

Durante la rendición de cuentas de la Universidad de la República, instancia que tuvo lugar en Paysandú, el rector Rodrigo Arim mencionó puntos de gran interés para el desarrollo y crecimiento institucional de la Universidad en todo el país, destacando sobre todo la importancia del 2023 como un año clave por ser el año previo al del próximo ciclo electoral. “Uruguay afrontará, dada su tradición democrática, años venideros que estarán signados por actos electorales. En 2024 tenemos elecciones nacionales, en 2025 elecciones departamentales y en 2026 la propia Universidad de la República estará eligiendo autoridades, todo esto en un momento en el que el país atraviesa ciertas dificultades, pero también con la certeza de que en estos momentos tenemos que mirar el largo plazo y hacer apuestas que trasciendan la coyuntura más inmediata. Corremos algunos riesgos como sociedad, tanto a nivel local como a nivel nacional, que es quedar atrapados en los calendarios electorales y en algunos mecanismos constitucionales que existen, que por ejemplo impiden el aumento del gasto en años electorales. Eso determina que esta rendición de cuentas sea muy importante para la Universidad de la República” afirmó el rector. En algún sentido va a demarcar la posibilidad de que podamos seguir desarrollándonos en los próximos tres años, o si tendremos que frenar el desarrollo institucional y esperar al nuevo presupuesto quinquenal que surgirá a partir de la asunción del próximo gobierno”.

Arim también destacó que, en la anterior sesión del Consejo Directivo Central, se aprobó iniciar la construcción de un nuevo Centro Universitario Regional, en este caso en el suroeste del país, asignándole en forma permanente 40 millones de pesos. “Esos fondos ya están asignados, la pregunta que tenemos que hacernos como sociedad es si tenemos que esperar tres años para pensar cuáles son los desarrollos posibles en esa zona del país o si en realidad estamos en condiciones de dar una señal en términos de asignación de recursos que nos permitan planificar con oxígeno suficiente, de tal manera que en dos o tres años podamos estar inaugurando más actividades, tanto en el plano de la investigación como de nuevas carreras”.

“Pensando en Paysandú, lo que estamos discutiendo y elaborando con otros socios institucionales es si la licitación se va a hacer por el monto completo del edificio o si en realidad vamos a tener que hacer una licitación que no contemple todo el desarrollo previsto en términos edilicios. El desafío que tenemos es el de asignar los recursos razonables que permitan desarrollar en dos o tres años un edificio en toda su dimensión, y que contemple algo que es una excelente noticia para la región: el crecimiento de la matrícula, en particular en el área de salud” destacó.

ACUERDOS POLÍTICOS

Desde el rectorado entienden que es importante que el sistema político entienda las necesidades presupuestales de la UdelaR. “La clave pasa por construir acuerdos interpartidarios capaces de asignar en este año 2023, fondos que nos permitan planificar el desarrollo universitario en todo el territorio nacional en los próximos tres años. Un escenario sin fondos incrementales para la UdelaR es un escenario que presenta dificultades para retener estudiantes; no es razonable atender cada vez más estudiantes con equipos docentes que han permanecido incambiados en su tamaño relativo desde hacer cuatro años” afirmó Arim.

Y sobre las respuestas que ha brindado el Poder Legislativo, el rector señaló que el parlamento “ha oído en estos tres últimos años las necesidades de la universidad y ha entendido la importancia de invertir en ella, aunque los fondos asignados hayan sido insuficientes y asimétricos, pues algunas áreas han sufrido mucho y no han tenido recursos incrementales. No tengo motivos para pensar que en la próxima rendición de cuentas, que además abre un período de dos años en donde no va a haber incrementos presupuestales, la realidad va a ser distinta y el parlamento va a asumir la responsabilidad, en el entendido de que no corresponde a un período complejo para el país, frenar el desarrollo de algo tan importante para la perspectiva de los jóvenes como es la posibilidad de tener más y mejor educación e investigación de calidad en todo el territorio nacional”.

“En ese sentido debe pensarse el desarrollo territorial”, afirmó, pues “tenemos carreras que hemos instrumentado este año en el Interior y que consideramos clave. Estamos inaugurando otras carreras en otras partes del país, pero tenemos algunas que no hemos logrado instrumentar y podríamos hacerlo con los recursos necesarios. Eso se construye asignando recursos con razonabilidad y con austeridad, pero permitiéndole a la UdelaR planificar su futuro. Una nueva carrera presupone gastos incrementales que se van escalonando en el tiempo. La certeza que necesitamos es la de contar con los recursos que nos permitan hacer ese escalonamiento en los próximos tres o cuatro años. De lo contrario, no vamos a desarrollar aspectos que perfectamente podemos poner en marcha: más carreras en Montevideo y el Interior, mejor atención para los estudiantes, más investigación en temas importantes. Esa es la perspectiva que queremos construir, y eso se construye con acuerdos partidarios a nivel parlamentario que converjan en la rendición de cuentas”.