La sede “Cruzada de Fe Bíblica” de nuestra ciudad, recibió la visita del pastor internacional José Aradillas, proveniente de la ciudad de Houston, Texas. En el gimnasio del Club Social Sanducero se llevaron a cabo dos jornadas de evangelización de las que participaron una considerable cantidad de fieles.
Aradillas nació en México pero desde niño vive en Estados Unidos, y según dijo en entrevista brindada a EL TELEGRAFO, en el año 1990 “recibió el llamado del Señor” y a partir de ese momento, entregó su vida a evangelizar, realizando campañas en Estados Unidos, Centroamérica y Europa, visitando decenas de países en varias oportunidades.
En esta oportunidad, permanecieron por diez días en nuestra ciudad, ya que a los dos eventos efectuados en Paysandú ciudad, se sumaron dos más en Fray Bentos (martes 23 y miércoles 24) y otros dos en Casa Blanca (viernes 26 y sábado 27).
Aradillas insistió en explicar la diferencia entre ser “evangelista o pertenecer a una religión”, según detalló, los evangelistas no son una religión, “pues como dice en Romanos, Capítulo 1, el Evangelio es el poder de Dios para la salvación”, en cambio, sostiene que “la religión es una imposición de hombres basada en criterios, pensamientos o ideologías, en cambio el evangelio es el camino que marcó el señor Jesucristo para la salvación, para que a la humanidad que crea en él, se le perdonen todos los pecados y puedan tener la vida eterna, incluso antes de morir”. Otra de las diferencias que marcó el pastor, es la Biblia con la que se rigen: los evangélicos utilizan la que llaman “Reina Valera 1960”, que tiene la particularidad de basarse exclusivamente en el texto recibido griego para el Nuevo Testamento y en el texto masotérico hebreo para el Antiguo Testamento. Según sus palabras, “la biblia no es la misma porque según las diferentes traducciones, le han ido poniendo y quitando cosas, no respetando la versión primitiva”.
La comunidad evangélica sanducera tuvo en esos días la oportunidad de participar de los eventos programados, donde además de escuchar la palabra del señor, pudieron, a través de José Aradillas recibir “sanaciones, liberaciones y restauraciones familiares”.
