El ingeniero agrónomo Pablo Chilibroste, señaló en el marco de las 50ª Jornadas Uruguayas de Buiatría y 20°. Congreso Latinoamericano, que los datos recabados en monitoreos nacionales “indican que hay una gran oportunidad de mejora en el manejo animal y que implica una mirada integral e interdisciplinaria al proceso de producción de leche”.
En el marco del Simposio de Lechería, el responsable del Grupo de Lechería de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, sostuvo que “el efecto de las reservas corporales sobre el consumo, la producción de leche, sistema inmune y salud y reproducción es un indicador central y económico del estado del sistema y para ello debe registrarse en momentos determinados del ciclo productivo. Esto permite la intervención estratégica con la finalidad de que la mayor parte del rodeo alcance los objetivos pautados”.
El profesional indicó que “este monitoreo debe ser parte de un manejo preventivo que conjuntamente con el diagnóstico rápido y preciso de las patologías permitirá maximizar la producción de leche, minimizar costos por enfermedades e incrementar la eficiencia reproductiva del rodeo”. Entiende que la información “es precisa en señalar al período de transición como el de mayor fragilidad metabólica del ciclo productivo, situación exacerbada en sistemas de base pastoril, y la necesidad del manejo diferencial para las vacas primíparas durante este período.
Además, tomando en cuenta el aumento de la carga animal, contar con la infraestructura adecuada y tener opciones en el manejo animal frente a condiciones climáticas adversas, es una de las decisiones de mayor impacto en la salud y reproducción del rodeo lechero”.
Bajo el título “Manejo de la vaca lechera uruguaya en transición: síntesis de 20 años de investigación multidisciplinaria”, Chilibroste explicó que la adaptación metabólica a la lactancia “es un enorme desafío para el animal; el equilibrio con que la vaca resuelva este proceso impactará fuertemente en la producción de leche, la salud, la siguiente preñez y la longevidad”. En su exposición, mostró estudios realizados en nuestro país focalizados en el período de transición que han investigado los efectos de estrategias de alimentación, condición corporal, categoría animal e instalaciones sobre la producción de leche, salud, comportamiento, reproducción y longevidad, identificando al período de transición como el de mayor desafío metabólico del ciclo productivo.
Recordó que Uruguay en el año 2021 “fue el décimo exportador mundial de lácteos (en valor de las exportaciones, Trade Data Monitor). La producción de leche en Uruguay se duplicó entre 2002 y 2022. El proceso de intensificación de la lechería uruguaya basado en aumentos de carga, producción individual y relación vaca en ordeñe/seca ha derivado en sistemas con mayores niveles de producción y mejores resultados económicos, asociado a mayores costos y requerimientos de inversión, con niveles crecientes de complejidad que se reflejan en mayor exigencia sobre el capital humano y bienestar animal, y mayor presión sobre los recursos naturales”.
GRAN DESAFÍO
Pablo Chilibroste dijo que “el gran desafío es lograr un adecuado equilibrio entre la salud humana, animal y ambiental, reforzando el concepto de Una Salud. Dentro de este marco global, tanto a nivel internacional como nacional, se debe tener en cuenta a la percepción del consumidor sobre la producción de leche intensiva, el uso de fuentes de alimentación adecuadas al ser humano, la emisión de gases de efecto invernadero, el uso de antibióticos o sus derivados y el bienestar animal”.
Acotó que todos estos factores “han influenciado a nivel mundial las formas de producción de leche, promoviendo los sistemas de producción orgánica, la prohibición de hormonas/promotores del crecimiento, y enfatizando la salud y bienestar animal”.
En un análisis reciente sobre la competitividad de los sistemas lecheros de diferentes países, “reportaron que Uruguay logró el costo de producción más bajo en relación con los otros países relevados, lo cual se debió principalmente a la cosecha directa de forraje. Sin embargo, los indicadores de productividad de la tierra, de la mano de obra y de la eficiencia en el uso de los alimentos están bastante por debajo de los países competidores. Parte de las ineficiencias en Uruguay se deben a deficiencias en el manejo de la alimentación (ej. se cosecha muy por debajo del potencial de producción de forraje, de la salud animal y de la reproducción de los rodeos)”.
La alimentación de estos animales capaces de producir grandes volúmenes de leche “es un enorme desafío”, enfatizó el disertante. “En sistemas pastoriles donde las pasturas son el componente principal de la dieta, la predicción de la disponibilidad de nutrientes es compleja. El uso directo del forraje (componente más económico de la dieta) obliga a la vaca a cosecharlo en situaciones fisiológicas desafiantes, como lo es luego del parto. Si bien existen numerosos estudios respecto a la alimentación con pastoreo y suplementación vs sistemas de estabulación con dietas totalmente mezcladas (TMR) que muestran un 10 a 30% más de leche en los últimos enfoques que integren el metabolismo, comportamiento y bienestar animal con el desempeño productivo y reproductivo, son escasos”.
Por otra parte, los sistemas lecheros de base pastoril “están más expuestos a las variaciones climáticas que llevan a cambios repentinos en la alimentación y manejo de la vaca lechera, que, sumado a las variaciones en disponibilidad y precios de granos, dificultan la planificación de la alimentación. A su vez, un clima adverso puede exponer al animal a riesgos sanitarios. Trabajos nacionales han reportado el estrés térmico a los que están expuestas las vacas lecheras en Uruguay”.
MÁXIMAS HISTÓRICAS DE TEMPERATURA
Chilibroste se refirió a las condiciones extremas de temperatura, que “se magnificaron en el último verano 2022-2023, cuando ocurrieron máximas históricas en lo que refiere a temperatura y escasez de precipitaciones, provocando una de las mayores sequías registradas en los últimos 42 años, según datos de Inumet”.
A estos aspectos se le agrega el aumento de carga animal que determina “una mayor proporción del tiempo de los animales fuera de la pastura; factor aún más relevante con el aumento del tamaño de los predios. En este marco muy complejo, la toma de decisiones respecto al manejo animal que define la concentración de partos, tiempos de espera y ordeño, caminos y distancias caminados por día, tiempos de acceso al pastoreo y suplementos, y alternativas para encierro frente a lluvias/sequías/estrés calórico son claves en el resultado final y futuro de la empresa”. → Leer más