La suplementación es una práctica cada vez más común en los sistemas ganaderos, tanto para aumentar la producción o como herramienta para enfrentar los déficits forrajeros, a los cuales nos enfrentamos cada vez con mayor frecuencia.
Al referirse a las principales enfermedades a las que pueden estar expuestos los animales que se suplementan y algunas recomendaciones prácticas durante el suministro de ración, la doctora Valentina Herrera parte de la base que en la mayoría de los casos “suplementamos las categorías jóvenes, que naturalmente ya son más vulnerables a contraer algunas afecciones”.
La técnica del Plan Agropecuario entiende que en condiciones de hacinamiento, “los animales se encuentran cerca unos de otros, en contacto directo, por lo que las enfermedades contagiosas son más fáciles de propagarse. En este sentido, debemos focalizarnos en una sanidad de prevención, para no enfrentarnos luego a una sanidad curativa que termina siendo más costosa, no solo por los tratamientos, sino también por los kilos perdidos.
Queratoconjuntivitis
Herrera señaló que la queratoconjuntivitis “es una enfermedad ocular muy contagiosa y diseminada por todo el país. Es causada por muchos agentes, pero el más común es una bacteria llamada Moraxella bovis. Se produce principalmente en animales jóvenes y su incidencia aumenta en verano”.
Los animales comienzan con un parpadeo intenso, con un lagrimeo y corrimiento ocular claro seroso y traslúcido que apelotona los pelos que rodean al ojo. Los vacunos buscan la sombra ya que les molesta el sol (fotofobia). Precisó que “si el brote no es muy severo, comienza la recuperación de los animales luego de los 10 días. Cuando los brotes son severos, se puede lesionar la córnea con un corrimiento amarillento pastoso y la posible pérdida de visión”.
La profesional del Plan Agropecuario explica que “hay ciertos factores que son predisponentes a la enfermedad, como los rayos solares, el polvillo de la ración, los pastos duros que lastiman los ojos, la mucosa despigmentada típica de algunas razas y la edad de los animales, ocurriendo con más frecuencia en los jóvenes”.
La prevención de esta enfermedad se basa en el cuidado de estos factores predisponentes y la vacunación. “Frente a brotes de esta enfermedad, se deben aislar los animales que presentan síntomas para evitar que se siga propagando entre otros y administrar antibióticos tópicos o sistémicos. Aplicar antibióticos de larga acción es una buena alternativa para no tener que encerrar los animales todos los días.
Clostridiosis
La mancha y gangrena son las enfermedades más relacionadas con la suplementación. “Estas Clostridiosis son originadas por bacterias del género Clostridios, que por lo general producen la muerte de los animales”, precisó Valentina Herrera. “Ocurre con mayor frecuencia en animales en crecimiento, que tiene cambios en la dieta y esto causa cambios bioquímicos en el organismo”.
Expresó la profesional que “es muy común en sistemas con suplementación, donde los animales se golpean con los comederos, siendo un factor desencadenante para que se produzca la enfermedad debido a la lesión que se provocó. Es una enfermedad de aparición brusca, por lo general no vemos síntomas, y nos encontramos con los animales muertos. Por lo tanto, no da tiempo a realizar ningún tratamiento”.
El control de esta enfermedad “se basa en la prevención mediante vacunas. La primera inmunización en la vida del animal se realiza en dos pasos, se vacuna y se revacuna entre los 21 y 30 días (leer en etiqueta del frasco) para que se genere una respuesta inmune más alta y duradera en el tiempo. Luego, dependiendo del esquema sanitario de cada establecimiento, se puede suministrar cada año o semestre”.
Parásitos gastrointestinales y pulmonares
Las categorías jóvenes de bovinos son las más afectadas por los parásitos, “la mayoría de los casos clínicos en terneros destetados se presentan en el primer invierno de vida. Animales que están siendo suplementados, están en mayor contacto entre sí, y comiendo en lugares reducidos, por lo tanto, las infestaciones por estos parásitos pueden ocurrir con mayor frecuencia”.
El control de los parásitos es mediante antihelmínticos y un adecuado manejo. “Es importante en estos casos realizar monitoreos frecuentes de materia fecal al lote. Esto requiere una técnica de muestreo sencilla, que la puede realizar el veterinario o el propio productor extrayendo materia fecal directamente del recto de los animales (cantidad de un puño), se guardan en bolsas de nylon identificando cada muestra y se envía al laboratorio en una conservadora. Luego, el laboratorio envía un informe donde se indica la cantidad de huevos de parásito por gramo de materia fecal”. En base a ese informe, junto con su veterinario, “se decide si es conveniente dosificar. De esta manera, evitamos el exceso de medicación suministrada, evitando la aparición de resistencia a los antihelmínticos”, dijo Herrera.
Piojo
Los piojos por lo general aparecen en animales con problemas nutricionales, inmunodeprimidos y que se encuentran en sistemas más intensivos como en los casos de suplementación. “Los animales se muestran incómodos, se rascan contra objetos, afectando los periodos de pastoreo y rumia, que sumado a problemas de mal nutrición y parásitos, pueden agravar el cuadro”.
“El piojo es necesario erradicarlo”, especifica la veterinaria. “Hay varias drogas para esto, las cuales vienen especificadas para diferentes vías de administración según el producto”, agrega.
Garrapata
En aquellos establecimientos donde se controle la garrapata, hay que tener en cuenta que es un problema de potrero donde la mayor infestación es a nivel de campo. “Si los potreros donde están los comederos se encuentran con altas cargas parasitarias, debemos ser más constantes en las revisaciones de los ganados y fundamentar los tratamientos en base a tests de sensibilidad de los químicos”, puntualizó.
Manifestó que “lo ideal es trabajar con 3 principios activos diferentes, y usar cada uno de ellos en cada generación (1.ª, 2.ª y 3.ª generación), para evitar la resistencia a los antiparasitarios. Si el invierno se presenta frío, la infestación en los animales disminuye. Pero donde se presente un invierno con días calurosos y húmedos, la infestación en los animales continuará durante todo el año”. Es importante saber que, a la hora de vender los animales, en zonas de garrapata y según la legislación, “es necesario que ese ganado se mueva con un certificado emitido por un veterinario particular que indique la ausencia de garrapatas”.
Suplementación
También es importante para un correcto y eficiente uso del suplemento tener en cuenta varios aspectos asociados a la logística y operativa de la suplementación.
Valentina Herrera citó el acostumbramiento. “Cada vez que se comience a suplementar animales, es necesario un tiempo de acostumbramiento de la flora del rumen a ese nuevo alimento. Lo ideal es realizar un incremento gradual del suplemento hasta llegar a la cantidad final en aproximadamente 20 días”.
Respecto a la composición de lotes, indicó que “los lotes de animales a suplementar deben ser lo más uniformes posible, es decir, misma categoría y tamaño para que no haya problemas por competencia. Asimismo, cuanto más pequeño sean los lotes, más fácil será el manejo y control. Debemos identificar animales dominantes o sumisos y manejarlos aparte”.
Accesibilidad a los comederos: “El frente de comedero recomendado es de 70 a 80 centímetros para adultos y 50 centímetros para categorías de recría. Estas medidas son ideales para que todos los animales tengan acceso al mismo tiempo”.
En cuanto al racionamiento, “se debe contar con personal capacitado para la tarea, que pueda realizar el suministro, control de proceso e identificar aquellos aspectos que no funcionen bien y corregirlos. El alimento debe ser suministrado antes que los animales tengan acceso para que se pueda distribuir de manera pareja por todo el comedero. Los animales cuentan con determinado espacio de frente de comedero y en ese lugar debe haber la cantidad necesaria para cada animal”. → Leer más