Lluvia de estrellas: llegan las Perseidas del 2023

Las Perseidas es una lluvia de meteoritos provocados por el gas y las partículas sólidas que se desprenden de la cola del cometa 109P/Swift-Tuttle en cada una de sus órbitas alrededor del Sol, cada 133 años. Cuando la Tierra se adentra en la nube de polvo que el cometa deja como rastro en el espacio, las partículas que entran en la atmósfera terrestre son una verdadera lluvia de estrellas. Partículas en ocasiones tan pequeñas como un grano de arena que, debido al impacto con la atmósfera tan brusco y la alta temperatura en fracciones de segundo, se desintegran y su destello es lo que se puede observar.

Observarlas es uno de los espectáculos astronómicos más esperados del año, no requiere de instrumentos de la NASA ni de conocimiento científico alguno: basta con alejarse de la contaminación lumínica, dejar de mirar el celular durante unos 10 minutos para que la vista se adapte a la oscuridad y deleitarse contemplando el cielo nocturno.

Se recomienda para hacerlo, la posición horizontal ya que el estar de pie mucho rato mirando hacia arriba puede causar ciertas molestias.

Concretamente, el máximo para poder ver el astro show es desde la noche de hoy sábado a la madrugada de mañana domingo. Este fenómeno cósmico, donde se pueden ver más partículas chocar con la atmósfera de la Tierra de lo habitual, tiene su origen en el cometa de 26 kilómetros de ancho 109P/Swift-Tuttle, descubierto en 1862. Si se dan las condiciones óptimas en cuanto a oscuridad y claridad del cielo, un ciudadano común puede llegar a ver decenas de estrellas fugaces en una noche.

Como la oscuridad es la mejor recomendación para no perderse el espectáculo celeste, no son pocos los especialistas en el tema que critican la proliferación de contaminación lumínica de las últimas décadas en las ciudades y sus alrededores, así como al aumento de satélites privados en órbita que dificultan el trabajo científico y la observación. Para los astrofísicos esto ha sido un claro retroceso.

Un tipo de contaminación que perturba la vida animal, que también incluye la salud humana, ya que la exposición lumínica constante altera el ritmo circadiano y al microbioma intestinal de las personas.