“No hay evidencia alguna de forma de vida presente en la Tierra cuyo origen no sea relacionada con nuestro planeta”, dijo a EL TELEGRAFO Sebastián Bruzzone, egresado de la Licenciatura en Física opción Astronomía de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, actualmente investigador en ciencia de meteoros en la NASA Goddard-Universidad Católica de América.
“Llama poderosamente la atención que la supuesta noticia de que en el planeta hay seres no humanos, en cautiverio o no, pero provenientes de otros planetas, no esté acompañada de una muestra material, de evidencia. Suena raro que se hable de la existencia de seres de otros planetas, pero no se agregue evidencia alguna”, agregó y reconoció que “sería el descubrimiento del milenio, poder afirmar que aterrizó una nave espacial en casa, mostrar objeto de material proveniente fuera de la Tierra o un ser vivo que evolucionó en otro planeta”.
Bruzzone fue consultado por EL TELEGRAFO tras la exposición ante la subcomisión de Seguridad Nacional, Frontera y Asuntos Exteriores del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos del exoficial de inteligencia David Grusch, David Fravor, comandante retirado de la Marina; y Ryan Graves, expiloto de la Armada. Coincidieron en afirmar que el Pentágono tiene en su poder restos de naves alienígenas y “restos no humanos”, que probarían la presencia extraterrestre en la Tierra.
“Es muy probable que exista vida en otros sistemas estelares, en otras galaxias, eso no se niega”, destacó el científico uruguayo. “Lo que las observaciones sugieren y lo que entendemos por condiciones para que la vida se desarrolle, es muy probable que exista algún tipo de vida en otros planetas, en otras estrellas. Quizás en algunas lunas de Júpiter o Saturno o inclusive debajo del suelo de Marte”, agregó. Pero pese a ello, “no tiene nada que ver con aseverar o pensar que estamos siendo visitados constantemente por naves espaciales, tripuladas por seres vivos inteligentes. La comunidad científica no tiene duda de que no es así”.
Hizo hincapié en que “una tecnología alienígena, tiene que ser más avanzada que la humana, porque esos supuestos alienígenas tuvieron que viajar a mucha distancia más rápido que la luz porque hablamos de distancias astronómicas. Entonces uno asume que si esa tecnología superior está en manos de Estados Unidos, es razonable esperar que tecnológicamente fueran muy superiores, que pudieran haber hecho uso de esta tecnología en todos estos años. Pero Estados Unidos en los últimos sesenta años no ha ganado ninguna guerra. Pero incluso más allá de la construcción de armas, tampoco se destaca en el desarrollo de fuentes energéticas más eficientes y poderosas. Si Estados Unidos pudiera producir energía barata, tendría que poder soportar una industria más intensa, con mayor desarrollo económico, muy superior. Pero nada de eso es cierto”.
Sebastián Bruzzone subrayó que “cuando aparecen este tipo de noticias suele estar cercano el momento cuando se asignan fondos para diferentes divisiones de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Hay, por ejemplo, una división que se llama el Comando del Espacio (Space Command), relacionado con la investigación de detección de objetos no identificados. Este es en realidad el relato de una persona que no aporta evidencias, muy conveniente que aparezca ahora, previo a la asignación de recursos a las Fuerzas Armadas de ese país, donde la corrupción es muy importante”.
Recordó que “figuras de alto rango a nivel gubernamental en Estados Unidos, han ido a comisiones en el Congreso a brindar testimonio por diversos temas, desde el caso de corrupción presidencial en adelante. Bajo juramento, hacen declaraciones, pero poco tiempo después se demuestra que son falsas y no ocurre nada”. Tomando eso en consideración “no me sorprende que aparezca una persona a decir la verdad oculta, digamos; porque en realidad eso permitirá que se haga una investigación, se asigne dinero. Como ya indiqué, es de público conocimiento que en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, se han intentado hacer auditorias, se comprueba la desaparición de miles de millones de dólares, nadie sabe qué ocurre con eso, y todo queda igual”.
Como soporte a las expresiones en la subcomisión del Congreso, se utilizaron “como posibles antecedentes unos videos que fueron publicados por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, una recopilación de videos tomados por diferentes pilotos, en diferentes situaciones, que supuestamente demuestran la observación de objetos no identificados”.
Pero Bruzzone establece que “esas observaciones hechas por pilotos, simplemente se pueden explicar considerando fenómenos bien conocidos. Si uno sabe el tipo de cámara o detector que se utilizó para realizar la imagen y las condiciones en la que ocurrió, puede inferir lo que está mirando. Se puede probar muy fácilmente que son detecciones de aviones en diferentes situaciones y otras personas han podido reproducir esas observaciones. El que los pilotos no lo reconozcan de esa manera, no es tampoco prueba fehaciente”.
Asimismo, puso como ejemplo del uso indiscriminado de fondos lo ocurrido “cuando estaba por iniciarse a utilizar la Estación Espacial Internacional. Los ingenieros se dieron cuenta de que si querían anotar algo en un papel en el espacio la lapicera no iba a funcionar, pues la tinta en ese ambiente de micro gravedad no funciona, no baja por el conducto. Entonces la NASA invirtió varios millones de dólares para desarrollar una tinta especial para poder escribir en el espacio. Al mismo tiempo los rusos lo que hicieron fue utilizar lápices. Dos enfoques para el mismo caso. Es común que frente a algo que no se conoce el gobierno de Estados Unidos dedique mucha plata y recursos y termine siendo algo sencillo, que no vale tal gasto”.
