
En una sala repleta de estudiantes, docentes y público en general, el escritor artiguense (radicado en Salto desde hace más de 30 años) dialogó con el público sobre su último gran éxito, “El Zambullidor”, que fuera publicado en 2017, ya lleva su quinta edición en Uruguay, fue publicado en España y traducido al portugués y al francés.
Esta jornada fue organizada por las docentes Adriana Inetti, Lorena García y Romy Schneider con el objetivo de potenciar la escritura y la lectura. “Esta actividad surge desde el trabajo en el aula como estrategia para potenciar la escritura y la lectura, y fue llevada adelante por estudiantes de magisterio y profesorado de primer y segundo año”, explicaron.
“El propósito fue generar un espacio de encuentro con un escritor nacional que ya es conocido dentro y fuera de fronteras por su prosa poética de exquisita sensibilidad y que conmovió al público con sus palabras que evidenciaron su grandeza, gentileza y humildad”.
Durante la jornada también se pudo disfrutar de diferentes expresiones artísticas de la mano de la buena literatura de Do Santos, la música de los estudiantes Agustina Píriz y Edgardo Pruzzo, y el arte plástico de Moisés Bassadone.
“Apostamos a más encuentros de este tipo, que revitalizan la comunidad y alimentan el alma de cada uno”, comentaron las docentes organizadoras”.
Para resumir la exitosa jornada, las docentes toman un extracto de “El Zambullidor”: “Fue una época tapizada de esos días en los que por el solo hecho de vivirlas a pleno las cosas insignificantes se vuelven extraordinarias…” (El zambullidor, pág. 47).
“ESTOY SORPRENDIDO”
En diálogo con EL TELEGRAFO el escritor contó sobre cómo surgió la idea de escribir el libro, que nació de una historia verídica surgida en su pueblo, Calpica, en el corazón de la caña de azúcar, en Bella Unión. Do Santos vive en Salto desde hace más de 30 años, en donde combina su pasión por la literatura y su trabajo en un supermercado. En la adolescencia descubrió su pasión por la escritura y ya lleva publicados algunos libros, pero el último, “El Zambullidor” fue el que traspasó fronteras.
“Estoy sorprendido, muy contento de poder acercarme a los estudiantes que han estudiado mi libro, y poder intercambiar con ellos”, indicó. Este tipo de charlas ya las ha practicado en Salto y en Europa, hasta donde lo llevó su libro. “Es algo nuevo y emocionante estar con gurises que se topan con mi obra”.
“Jamás imaginé que mi libro haya llegado hasta donde llegó, mi objetivo era publicar”, reconoció con una humildad que desprende en cada una de sus palabras. Este libro, publicado en 2017, “todavía sigue vivo”, ya lleva su quinta edición en Uruguay, fue publicado en España, y fue traducido al francés y al portugués.
La historia de “El Zambullidor” surgió cuando en su lugar de nacimiento “un muchacho se ahogó en una laguna, no lo encontraban hasta que trajeron un sacerdote que, con la ayuda del pan bendito, encontró el cuerpo”, explicó. A raíz de eso, “empecé a investigar y descubrí que es una creencia muy extendida en América de encontrar personas ahogadas a través del pan bendito”.
Fue allí que “escribí una historia de un niño que un día descubre que su padre tiene ese don de encontrar ahogados, pero con ayuda de la flor del jazmín”. Pero el libro no trata únicamente sobre ese tema, sino también que roza temas como la incomunicación de padre e hijos, sobre el perdón, sobre el valor sanador de amistad; “es un libro que no tiene 100 páginas, pero toca muchos temas, sobre todo de la condición humana”, indicó.
Este libro “me ha dado mucho”, por lo que “ya no espero nada”, dijo entre risas. “Simplemente espero que siga tocando corazones como hasta ahora”.