Desafío 2024: transformación educativa en segundo ciclo de la Educación Básica y el primer año de Bachillerato

Virginia Cáceres, la primera mujer que ocupa la dirección de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), dijo a EL TELEGRAFO que el balance los primeros meses de la aplicación de la transformación educativa es positivo, que se trabaja en mejorar ciertos aspectos y que en 2024 se vivirá un nuevo desafío.
La jerarca, que se desempeñó previamente como secretaria general de la ANEP, explicó que el balance de “un año muy intenso, de muchísimo trabajo”, fue muy positivo.
“Fue el primer año en el que efectivamente se empezó a implementar la transformación” educativa, que tuvo resistencia a nivel docente. “A veces se pierde la perspectiva del tiempo que ha pasado; pero más allá del tiempo que insumió el diseño de los documentos y demás, hace solo siete meses que se empezó a implementar en los centros educativos una parte de la transformación, porque ni siquiera es la totalidad”, remarcó.
Cáceres destacó, por lo tanto, que “los balances que se pueden hacer son parciales y tienen que ver más con cómo fue el proceso de implementación, que con resultados específicos sobre qué impacto tiene en el aprendizaje. Para eso vamos a tener que esperar más tiempo”.
En cuanto a lo que ha sido la implementación de esta transformación, “se cumplió con los calendarios y cronogramas planteados, con todas las metas fijadas para la implementación”.
Enero y febrero marcarán “una etapa de evaluación de todo el trabajo que se estuvo haciendo, mucho trabajo en territorio”, aunque destacó que la tarea de “los mentores, que fueron los que trabajaron con los docentes, inspectores y directores, realizando los encuentros en los diferentes departamentos para ver cómo se venía llevando la implementación”, permite “una realimentación que sirve como insumo para hacer los ajustes que hay que hacer”.
La directora de la ANEP destacó que “si no hay nada para ajustar quiere decir que no se están haciendo muy bien las cosas, así que estamos en ese proceso, que será en enero y febrero. Haremos una puesta a punto, y ajustar las cosas que haya que ajustar teniendo en cuenta que el año que viene tenemos el desafío de implementarla en el segundo ciclo de la Educación Básica, y el primer año de Bachillerato, que es el desafío más importante que tenemos por delante”.
Si bien el balance de los primeros meses de la implementación de la transformación educativa está por venir, Cáceres dijo que se han detectado aspectos a mejorar.
“Son cuestiones bien operativas”, dijo. Y explicó que “tienen que ver con el trabajo que tienen los docentes con el llenado de unas matrices, que hay que completar para ir midiendo el avance de las metas fijadas”.
En ese sentido, “hemos tenido varios docentes que más que una queja han planteado que se recarga el trabajo administrativo del docente en el aula, y estamos tratando de ajustar eso para que no se sientan tan recargados y tengan un tiempo mayor para planificación, por lo que se está viendo cómo se rediseñan esas matrices. Lo que hemos encontrado en principio son ese tipo de cuestiones bien operativas, que en definitiva son las que en el día a día hacen que la transformación se aplique y funcione o no”.
Consultada sobre la relación actual con los gremios docentes, que se mostraron en contra de la transformación educativa planteada por el gobierno, Cáceres repitió que “el balance de este primer año de aplicación es bueno, porque se planteó y aplicó en todo el país”.
Y agregó: “En cualquier transformación tan grande hay centros educativos, departamentos, docentes que se apropian más rápidamente del proceso, lo toman como propio y así las cosas fluyen mejor. En otros casos hay más resistencia, en algunos porque les dificulta, no la entienden ni comparten. Pero no hemos tenido en todos los encuentros una sola situación en la que tengamos que decir que en tal centro no se aplica la transformación, lo que es sumamente positivo”.