OIT: Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo

El pasado 10 de enero la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dio a conocer su informe anual titulado “Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo – Tendencias 2024”, algunos de cuyos puntos principales compartimos con nuestros lectores.

1. Recuperación económica y crecimiento

De acuerdo con la OIT, “el entorno macroeconómico se deterioró considerablemente en 2023. En respuesta a las continuas tensiones geopolíticas y a la persistente inflación, los bancos centrales adoptaron una sucesión de medidas agresivas. Las autoridades monetarias de las economías avanzadas y emergentes aplicaron la subida más rápida de tipos de interés desde la década de 1980, con importantes repercusiones mundiales. En ese contexto, la actividad industrial, la inversión y el comercio mundiales se resintieron por la fuerte desaceleración de las grandes economías emergentes como China, Turquía y el Brasil. El crecimiento de las economías avanzadas se redujo casi a la mitad. (…) A pesar de la ralentización económica, el crecimiento mundial en 2023 fue ligeramente superior a lo previsto y los mercados de trabajo mostraron una sorprendente resiliencia. Gracias al intenso crecimiento del empleo, tanto la tasa de desempleo como el déficit de empleo han descendido por debajo de los valores anteriores a la pandemia”.

2. Productividad

La referida organización internacional subraya que, “tras un breve repunte del crecimiento en la etapa de recuperación de la pandemia, la productividad laboral agregada retrocedió rápidamente a los bajos niveles observados durante el decenio anterior. Esta ralentización se produjo a pesar de la aparente aceleración del progreso tecnológico, especialmente en el campo de las tecnologías digitales. A este respecto, el aumento de la inversión en muchos países avanzados y en algunos países en desarrollo no parece haber elevado el crecimiento de la productividad, presumiblemente a causa del fuerte crecimiento de la actividad inversora en servicios de baja productividad y en la construcción”.

3. Tasas de actividad

Para los autores de este trabajo, “la recuperación de las tasas de actividad hasta los niveles prepandémicos ha sido dispar y no ha beneficiado por igual a todos los segmentos del mercado de trabajo. Las tasas de actividad femenina se han recuperado más rápido de lo previsto, pero la brecha de género en la participación laboral sigue siendo grande, sobre todo en los países emergentes y en desarrollo. Lo más preocupante es la situación de los jóvenes. A pesar de que la tasa de actividad juvenil se ha recuperado por encima de la tendencia, sigue habiendo una elevada proporción de jóvenes que, tras haber abandonado el mercado laboral, no cursan ningún tipo de formación y tropiezan con importantes obstáculos para volver a trabajar. La tasa de personas que ni trabajan, ni estudian, ni reciben formación (ninis) sigue siendo elevada en todos grupos de países por nivel de ingresos y, en particular, en el caso de las mujeres jóvenes. Esta situación es un impedimento importante para la integración laboral a largo plazo. Las personas que han vuelto al mercado laboral no suelen trabajar el mismo número de horas que antes de la pandemia. (…) El número de días de licencia por enfermedad ha aumentado significativamente con respecto a los niveles anteriores a la pandemia, lo que indica la persistencia de efectos relacionados con la COVID-19 en la salud humana”.

4. Inteligencia artificial

Según este documento, “la aceleración del progreso tecnológico pondrá aún más a prueba la adecuación del mercado de trabajo. En el año 2023 saltaron a la palestra una serie de innovaciones digitales relacionadas con la inteligencia artificial (IA generativa). Este aparente progreso tecnológico no ha mejorado el nivel de vida ni ha impulsado el crecimiento de la productividad, un indicio más de la lentitud de los ajustes del mercado de trabajo. La falta de competencias técnicas y los obstáculos de acceso de nuevas iniciativas de negocio a un mercado dominado por los grandes monopolios digitales han frenado el ritmo de la adopción tecnológica, principalmente en sectores poco productivos y en los países en desarrollo. En este contexto es previsible que aumenten las desigualdades geográficas, porque un pequeño número de conglomerados empresariales acaparan la mayor parte de las inversiones en el sector digital. Muchos países, incluidos los países en desarrollo, han adoptado políticas dirigidas a fomentar la adopción de la IA”.

5. Panorama sombrío

Para finalizar, el informe señala que “todo parece indicar que, en un futuro próximo, las perspectivas del mercado de trabajo se deteriorarán, aunque solo moderadamente. Se prevé un leve repunte de las tasas de desempleo mundial durante el periodo pronosticado, debido sobre todo al déficit de puestos de trabajo en las economías avanzadas. En 2024, a medida que decrezcan las tasas de actividad y se desacelere el crecimiento del empleo, 2 millones más de personas buscarán un puesto de trabajo, lo que elevará la tasa de desempleo mundial al 5,2 por ciento, frente al 5,1 por ciento registrado en 2023. (…) El proceso de devaluación del salario real y el consiguiente descenso del nivel de vida, causado por las elevadas y persistentes tasas de inflación y el encarecimiento de la vivienda, no se compensará a corto plazo. El desempleo juvenil sigue impidiendo acelerar los ajustes estructurales y del mercado de trabajo, especialmente en los países con altas tasas de ninis”.

Dr. Rodrigo Deleón

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