El pasado 27 de agosto se cumplieron cuatro años desde que comenzó a funcionar como tal el Ministerio de Ambiente, creado por la Ley Nº 19.889, de Urgente consideración, más conocida por la abreviatura LUC, del año 2020. Ese día fueron impuestas en su cargo las primeras autoridades de la nueva Cartera. Tiene como antecedente directo la creación, en el año 1990 del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, que establecía las competencias del actual pero en forma compartida con otras áreas. El paso del tiempo y los desafíos del día a día han hecho que la materia ambiental creciera en consideración y requiera de una atención mayor. Con motivo de esta celebración de sus primeros cuatro años, la secretaría de estado realizó una publicación en la que hace un repaso de lo actuado, de los principales ejes estratégicos de la política ambiental del país, así como de algunas de las acciones desarrolladas.
Era de esperar que al tratarse de un ministerio nuevo, por más que tuviese como punto de partida una estructura preexistente, tuviese que procesarse una etapa de organización, que en el resumen se plantea como “Fortalecimiento institucional e información ambiental”, y generación de “marcos que dan garantía para un desarrollo sostenible”. Dentro de este punto destaca la nueva normativa desarrollada en cuanto a calidad del aire, gestión de residuos y uso de plásticos y envases no retornables, así como la elaboración de un Informe del Estado del Ambiente y el incremento y la organización de la información del ministerio en el Observatorio Ambiental Nacional.
Un segundo punto dentro de este primer apartado es el de la Planificación y gestión de residuos, promoviendo “nuevos sistemas, metas y prácticas circulares”. La clave de ello es la “Aprobación y ejecución del Plan Nacional de Gestión de Residuos”, destaca el resumen, que pone en el centro de esta estrategia la “Avances en el cierre de vertederos a cielo abierto en el país, en el marco del Programa de apoyo a las intendencias para gestión de residuos domiciliarios”. También se valora en el documento el “aumento en las metas de recuperación de envases no retornables del mercado” que se elevan al 50%, así como el lanzamiento y puesta en marcha de la Estrategia Nacional de Prevención y Reducción de Pérdidas y Desperdicios de alimentos. Del mismo modo se planteó como parte de esta estrategia el lanzamiento del sello “Desafío: Libre de plásticos de un solo uso” y los avances que se produjeron en la normativa de Residuos de Aparatos Eléctrico y Electrónicos (RAEE) y Residuos de Obras de la Construcción (ROC).
El tercer punto que menciona el Ministerio en el resumen sobre su todavía corta vida institucional, alude a la Planificación y gestión integrada del agua, el en marco de la cual se ejecutaron “acciones para un uso eficiente del recurso, su cantidad, calidad y acceso”. En ese sentido se hace mención al monitoreo sistemático de los recursos hídricos. Habría que ver qué tanto se han sistematizado, pero de lo oportuno de los monitoreos no puede caber duda, a la vista de lo ocurrido en nuestro departamento en el vivero Santa Ana (Guichón), por cuya gestión fue multada la empresa responsable del mismo, y fue fruto de controles realizados en los cursos de agua que se comprobó esa situación. La sistematización de controles, de concretarse, sería una buena noticia. Destaca además el ministerio que en este tiempo hubo un aumento en las solicitudes y autorizaciones del uso del agua, y aunque no lo comenta, posiblemente obedezca a un proceso de organización y regularización. Menciona además la gestión integrada y participativa de cuencas, el desarrollo del proyecto “Adaptación en Acción – Cuenca Santa Lucía”, el Proyecto Arazatí para la construcción de una nueva planta potabilizadora, que ha recibido fuertes críticas de quienes lo consideran inconveniente, pero cuya necesidad quedó a la vista con la reciente crisis hídrica que afectó al sur de nuestro país, y el largamente anunciado –y todavía pendiente de puesta en marcha– Plan de Saneamiento para 61 localidades del interior país, con el objetivo de alcanzar al 70% de cobertura.
En el siguiente punto se hace referencia a la Evaluación, control y análisis para un desarrollo sostenible y señala que han sido en promedio evaluadas “más de 900 solicitudes de autorización ambiental al año”. La cartera recibe 80.0000 datos diarios por el monitoreo continuo de emisiones al aire y efluentes vertidos, de empresas e industrias; esto, por supuesto, está automatizado, de allí que se haya requerido de más tecnología “aplicada al control y seguimiento del desempeño ambiental”.
El siguiente punto en el resumen son las Estrategias de adaptación y reducción del impacto del cambio climático, y en este sentido hay una valoración importante de un paso que ha sido visto como una innovación de nuestro país, que lanzó al mercado global un bono “indexado a indicadores de cambio climático”, también conocido como Bono verde, cuyo rendimiento financiero está sujeto al cumplimiento de determinadas metas ambientales. Se mencionan además en esta área las acciones de adaptación desarrolladas en seis departamentos costeros (NAP Costas), la Estrategia Nacional de Acción para el Empoderamiento Climático (Enace), que cuenta con seis ejes de acción: educación, formación, sensibilización, acceso a la información, participación pública y cooperación internacional, y la Iniciativa Acción Climática Joven.
El sexto punto refiere al Cuidado de los ecosistemas y la biodiversidad, con acciones como la Actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad; la Restauración de ecosistemas, la puesta en marcha de una Estrategia para la creación de una red de Áreas Marinas Protegidas, que tuvo como concreción la incorporación al SNAP de la Isla de lobos y su entorno sumergido, por ejemplo; del mismo modo la creación de otras nuevas áreas como los Humedales e Islas del Hum, y próximamente Cerro Arequita y la Laguna Negra. Asimismo destaca la creación de una “Certificación de operadores de turismo sostenible en áreas protegidas”.
El último de los puntos en el repaso del Ministerio de Ambiente sobre estos primeros cuatro años tiene que ver con los Espacios y prácticas para un Uruguay Sostenible. En tal sentido menciona las cuatro ediciones del Premio Nacional de Ambiente, así como las tres ediciones que se han realizado de la Expo Uruguay Sostenible y los dos Encuentros Nacionales y once departamentales en los que se han dado cita los 500 Promotores Ambientales que han promovido en todo el país. Asimismo, incorporando el concepto de la economía verde, se han promovido Rondas de Negocios, con más de 150 reuniones bilaterales entre emprendedores y grandes empresas.
Así reunidas en un único resumen permiten dimensionar la relevancia de la cartera en una materia en la que no solo está en juego la calidad de vida de los uruguayos, sino que en muchos casos también las posibilidades de inserción de nuestra producción en el mundo. Cabe destacar también la visión del prematuramente desaparecido ministro Adrián Peña, quien abrió por primera vez las puertas del ministerio y planteó la visión de lo que este debería ser y hacer, plantándose firme además frente a otras carteras más tradicionales del país, como el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, en una discusión que quedó pendiente —y que ni siquiera se ha mencionado en el repaso—, como es lo atinente a la utilización de agroquímicos en la producción. → Leer más