
La EHGNA se caracteriza por la presencia de una acumulación anormal de grasa en el hígado. La gravedad de la EHGNA varía desde esteatosis hepática, o hígado graso, hasta un tipo más serio llamado esteatohepatitis no alcohólica.
Con la evolución la esteatohepatitis no alcohólica puede producir cicatrices en el hígado (fibrosis) y desembocar en cirrosis o cáncer de hígado. Es una enfermedad silenciosa, con la que la mayoría de los pacientes conviven durante años, sin presentar ningún síntoma ni conocer el estado de su hígado. Afecta un 7 a 20% de las personas adultas. Suele aparecer entre los 50-70 años.

Se sabe que un 90% de los pacientes con EHGNA son obesos, el 75% son diabéticos tipo 2 y que el 30% tienen hiperlipidemia en sangre (grasas aumentadas).
Es una causa de aumento de trasplante hepático en adultos jóvenes.
Cuadro clínico
Generalmente asintomática, la EHGNA puede presentar fatiga, molestia en el lado derecho del abdomen, hinchazón abdominal, hígado agrandado, bazo agrandado, palmas rojas, color amarillento en la piel y en los ojos.
¿Cuál es el factor causal?
Es el sedentarismo ligado a una dieta rica en grasas y azúcares que promueve la formación de grasa y supera la capacidad del hígado para eliminarlo.
Los factores de riesgo de EHGNA son: Genética, sobrepeso u obesidad, resistencia a la insulina, en la cual las células no absorben la glucosa en respuesta a la hormona insulina, diabetes tipo 2, niveles altos de triglicéridos en sangre.
Diagnóstico de EHGNA
Se sospecha por pruebas hepáticas alteradas y/o esteatosis por ecografía de abdomen.
Requiere 4 puntos básicos: 1- Que no exista consumo significativo de alcohol, 2- Descartar otras causas como medicamentos, 3- No coexistencia de enfermedad hepática crónica. 4- Presencia de esteatosis por imágenes o histología.
Además: Solicitar marcadores para hepatitis virales y enfermedad celíaca. En algunos casos: fibroScan para medir la fibrosis del hígado.
Tratamiento
Las modificaciones dietéticas, la actividad física y la pérdida de peso son la terapia de primera línea en pacientes con EHGNA dado que la pérdida de peso puede llevar a una mejora en las pruebas bioquímicas hepáticas, histología hepática, los niveles séricos de insulina y la calidad de vida en los pacientes. Se recomienda perder el 10% o más del peso corporal.
Dieta rica en frutas y verduras, baja en calorías y grasas saturadas, control estricto en diabéticos, inmunizar con vacunas de hepatitis A y B, medicar las alteraciones de triglicéridos y colesterol. En algunos casos se indica cirugía bariátrica.
Evolución
Los estudios muestran que, de media, se necesitan unos veinte años para pasar de una fase de esteatosis simple (grasa en el hígado) a la cirrosis. Pacientes con más factores de riesgo (diabetes, hipertensión, dislipidemia, obesidad) tienen más posibilidades de que la enfermedad evolucione y empeore y, sobre todo, que lo haga más rápidamente.