
Cecilia Cairo, la ministra “insolvente”
La ministra de Vivienda Cecilia Cairo confesó en las últimas horas que no tiene regularizada su casa (ubicada en Pajas Blancas, departamento de Montevideo) y que pagó solamente $ 89 de Impuesto de Primaria en 20 años. De acuerdo con su reseña personal disponible en la página web de esa secretaría de Estado, Cairo ha tenido una dilatada actividad relacionada con la vivienda. A modo de ejemplo, entre 2005 y 2015, fue edil
departamental por el MPP – Frente Amplio, integrando diversas comisiones y presidiendo la Comisión de Asentamientos y la Junta Departamental en 2010. Asimismo, coordinó el Programa de Mejoramiento de Barrios y Plan Juntos en la administración de Tabaré Vázquez y formó parte del Plan Nacional de Relocalizaciones del Ministerio de Vivienda. En 2020 fue electa diputada por el MPP – Frente Amplio, presidiendo la Comisión Especial de Población y Desarrollo y la de Vivienda y Territorio. Finalmente, desde 2021, ha participado en brigadas solidarias dedicadas a la construcción de viviendas para familias en situación crítica. Toda esta reseña de su actividad deja en claro que Cairo no es una recién llegada a los temas de vivienda y de regulación de la misma por parte de la Intendencia de Montevideo y de las autoridades nacionales, sino que cuenta con el conocimiento y las competencias suficientes para saber qué trámites deben hacerse para regularizar una vivienda y para abonar los tributos establecidos por la legislación vigente.
Por otra parte, la señora no es precisamente “insolvente”, y su situación económica podría decirse que está lejos de ello desde hace mucho tiempo, por cuanto en su declaración jurada informó que cuenta con un patrimonio neto de casi $4 millones, y un sueldo como diputada de $149.000. Con tal patrimonio reconocido resulta incluso llamativo que en un acto reciente del MPP manifestara que “ganamos como un capataz de albañil”.
A pesar de ello, la ministra Cairo eligió otro camino: no pagar los tributos que la ley pone a su cargo, perjudicando con ello a los servicios públicos de los cuales dependen las personas y sectores más desfavorecidos (educación, salud, seguridad) que tanto ella como su sector político (MPP) y su partido (Frente Amplio) dicen defender, autoproclamándose en defensores de una causa para la cual escriben con la mano pero borran lo escrito con el codo, porque queda claro que esta figura del nuevo gobierno tiene el corazón supuestamente del lado izquierdo, pero el bolsillo ciertamente del lado derecho. El hecho de no pagar el Impuesto de Primaria durante 20 años muestra a las claras que la ministra Cairo hace gárgaras con la defensa de la educación pública… pero con el dinero de otros, no con el suyo.
No es la primera vez que figuras de la izquierda uruguaya y más concretamente del Frente Amplio cumplen a rajatabla aquella frase cargada de cinismo que expresa “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”. En efecto, es bueno recordar que hace algunos años se descubrió que el sector político del exsenador, exministro de Economía y ex Vicepresidente Danilo Astori tenía a una de sus secretarias “en negro” o sea, no estaba registrada ante el Banco de Previsión Social (BPS). En efecto, tal como lo expresó en ese momento el periodista Joel Rosenberg, “Graciela Vadivieso había contado en el programa No toquen nada que trabajaba para el legislador Jorge Orrico pero que era empleada de Asamblea Uruguay. Dijo que cobró en negro durante 20 años y que en los primeros años le pagaba Claudia Hugo, la pareja de Astori, en el despacho del entonces senador”. Años más tarde, y también en el ramo de construcción (faltaba más) el exdirigente sindical del Sindicato Único de la Construcción y Anexos (Sunca), el senador Oscar Andrade, quien se construyó una casa en el balneario de San Luis sin contar con las habilitaciones necesarias y sin registrar la obra ante el BPS ni abonar tributos de ninguna clase. A la fecha en la cual se descubrió esta situación, Andrade había pasado nueve años sin pagar tributos a la Intendencia Departamental de Canelones. Hoy el “Boca” es una de las principales voces del gobierno del Frente Amplio, desde su banca de senador del Partido Comunista.
Mientras tanto, si cualquier hijo del vecino tiene que lograr la habilitación de una construcción o pagar tributos al BPS o a la Intendencia Departamental todo se transforma en un camino lleno de problemas e inconvenientes que sólo deben recorrer “los giles de siempre” porque los Cairo, los Astori y los Andrade van por la autopista del poder político y del doble discurso, votando leyes que exigen a los ciudadanos de a pie lo mismo que ellos no están dispuestos a cumplir y no van a cumplir. Así de fácil. Es por eso que la próxima vez que a usted, lector, le aparezca una deuda en el BPS por un parrillero que hizo con un familiar o por una vereda o por un cuarto adicional, acuérdese de Cairo a ver si se preocupa por usted cuando lo embargue el BPS. Como dice Alfredo Zitarrosa en una de sus canciones, “la ley es tela de araña”: cuanto más grande la presa, más fácil se libera, quedando atrapado únicamente el chico, el Juan Pueblo, el de a pie.
Es por esto que la conducta de la ministra Cairo es absoluta y claramente inmoral e indefendible y el silencio de sus propios compañeros del Frente Amplio será la muestra de que ese asunto huele fuerte y feo, así que mejor alejarse con discreción, pero sin pausa de la deudora contumaz que hoy ocupa un cargo público para el cual no reúne las condiciones éticas mínimas. En otro país, la ministra Cairo debería renunciar de forma inmediata, pero eso no ha sucedido en casos similares y probablemente no va a suceder en este caso, porque es del Frente Amplio.
Finalmente, no deja de ser llamativa la forma en que la ministra Cairo se refiere a su incumplimiento como contribuyente, tratando de romantizar y de bajarle decibeles a una situación indefendible: “es una de las pendientes que tengo en mi vida, sin lugar a dudas”. No, ministra Cairo, no es un pendiente. “Un pendiente en la vida” puede ser, por ejemplo, realizar un viaje; lo suyo es una obligación que usted debió cumplir porque la ley se lo exigía y no lo hizo a pesar de su abultado sueldo de diputada y ahora de ministra. No le faltó dinero: lo que le faltó fue voluntad de pago y decencia. ¿Será que tal patrimonio lo hizo gracias al ahorro de no pagar sus impuestos?
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