Italia aprobó ley que limita la ciudadanía por sangre

Una ley aprobada recientemente por la Cámara de Diputados italiana generó una ola de indignación entre las comunidades ítalodescendientes del mundo. El nuevo decreto, promovido por el gobierno de Giorgia Meloni y conocido como “Decreto Tajani” –en referencia al actual canciller italiano Antonio Tajani–, restringe drásticamente el derecho a la ciudadanía por iure sanguinis, limitándolo a hijos y nietos nacidos en Italia. En la práctica, excluye a millones de personas que hasta ahora podían acceder a la nacionalidad por descendencia.

“Es un corte que termina con más de 150 años de derechos de ciudadanía”, señaló el sanducero Alfredo Dolce, referente del Comité de Descendientes Italianos contra el decreto-ley N.º 36/2025 y que hace poco estuvo en Roma protestando contra esta legislación. “De manera antojadiza, de un día para el otro, las personas que tenían el derecho por ser descendientes de italianos ya no lo tienen. Eso afecta a millones de personas en el mundo entero, no solamente en Uruguay, Argentina, Brasil, sino en todo el mundo”, dijo en diálogo con EL TELEGRAFO.

Una movilización global

El pasado 8 de mayo, frente al Parlamento italiano, se realizó una manifestación convocada por el Comité de Descendientes Italianos. Participaron ciudadanos provenientes de distintos países, entre ellos Uruguay, en un intento por frenar la ratificación del decreto.

“Pasó la manifestación y anduvo bastante bien, dentro de lo esperado, por lo menos para mí”, comentó Dolce. “Creo que había gente que esperaba llenar la plaza y todo lo demás, pero bueno… en un mundo donde hay una apatía tremenda, es muy difícil meter 500 personas un día en un lugar puntual. De todos modos, yo creo que anduvo bien”.

El decreto había sido aprobado por el gobierno en marzo con carácter de urgencia, lo que le otorgaba vigencia inmediata, aunque su permanencia dependía de la ratificación parlamentaria en un plazo de 60 días. Ese plazo vencía el 27 de mayo. Finalmente, el martes 20, la Cámara de Diputados votó afirmativamente, transformando el decreto en ley.

“La mayoría que integra Forza Italia, en conjunto con Fratelli d’Italia –que es el partido que está en el gobierno– y la Lega Nord, junto con una coalición de partidos que integra el movimiento asociacionista italiano en el exterior, fue la que presentó y votó el decreto. Salvo algunos representantes de esta coalición que integra el MAIE, todos los demás votaron a favor”, detalló Dolce.

Un cambio radical y sorpresivo

Hasta ahora, Italia era uno de los países más generosos en la transmisión de la ciudadanía por vía sanguínea: no imponía límite generacional ni exigía haber nacido en suelo italiano. Este principio regía desde la unificación nacional en el siglo XIX y permitía que millones de descendientes en América y otras regiones accedieran a la ciudadanía italiana. La reforma cambia completamente ese paradigma.
“A partir de ahora todos los bisnietos, tataranietos y demás descendientes de italianos no van a poder obtener la ciudadanía en Uruguay, en Argentina, en ningún lado, ni siquiera yendo a Italia. Entonces, es una tremenda noticia”, lamentó el sanducero.

Aunque se lograron incluir algunas enmiendas durante el debate legislativo, las condiciones para conservar o transmitir la ciudadanía a hijos nacidos en el futuro aún no están del todo claras. “Se lograron hacer algunas enmiendas que van a permitir, bajo ciertas condiciones que todavía no están claras, que las personas que tienen la ciudadanía puedan transmitírsela a los hijos que ya tienen y a los que puedan tener en el futuro”, explicó Dolce. “Pero repito: bajo condiciones que todavía no están del todo claras”.

Estrategias legales y ayuda a los varados

Pese a la votación, el movimiento de resistencia no da por cerrada la batalla. Uno de los caminos que ya se comenzó a transitar es el judicial. “Tenemos una reunión importante con un grupo de abogados que son los que vienen protestando desde hace más de un año acerca de los fallos negativos que se vienen dando a nivel judicial de manera errónea”, adelantó Dolce. El comité planea presentar un recurso por inconstitucionalidad: “No es que yo haga un juicio por mi ciudadanía, sino que se hace un juicio por la inconstitucionalidad. Después, cuando las personas vayan a hacer el juicio por ciudadanía normalmente, se hace mención a la inconstitucionalidad”.

Además, una de las acciones más urgentes ha sido el apoyo a quienes ya se encontraban en Italia iniciando sus trámites. “Se abrió una rama que es la ayuda a los varados”, informó Dolce. “Todas las personas que están en este momento en un limbo, que no pueden avanzar porque los ayuntamientos no están tomando solicitudes de ciudadanía. Esta gente está acá con la documentación lista y todo, pero se le van pasando los días, y cuando se llega al límite quedan ilegales. Es un problema porque no hay gente que vino de paseo: hay gente que dejó la vida atrás y se vino para acá”.

El movimiento ha logrado articular redes de colaboración entre personas de distintas partes del mundo. “Se armó un equipo interesante de trabajo que de otra manera no se habría armado, y ahora seguimos adelante. Cada uno de acuerdo a su perfil va rumbeando para un lado o para el otro. Obviamente que del otro lado se están preparando también para seguir las batallas más adelante”, afirmó.

El conflicto, según Dolce, no concluye con la votación parlamentaria. “Esto no termina tampoco cuando se vote el decreto por sí, por no, o por sí con enmiendas. Ni de un lado ni del otro. O sea, ellos van a por todo y nosotros vamos a que quede todo igual. Y si se vota en el medio, ninguna de las dos partes va a quedar conforme y va a seguir para adelante”.