De acuerdo con Montevideo Portal, “En los últimos días, Antel denunció que varias empresas cableoperadoras, sobre todo en departamentos del Interior, están utilizando la infraestructura y el tendido eléctrico de UTE de forma ilegal para instalar fibra óptica y competir en el mercado. Según informó el periodista Eduardo Preve, una de las involucradas es una compañía propiedad del conglomerado argentino Grupo Clarín, y hay empresas que ofrecen servicio de televisión para abonados en el Interior que están haciendo lo mismo. Dicha práctica permite a los privados abaratar los costos de montar la infraestructura y ofrecer a sus clientes un servicio de fibra óptica más barato, algo que estaría causándole un perjuicio económico a Antel. Tal como consignó el comunicador, el presidente del ente, Alejandro Paz, transmitió este reclamo ante el directorio de UTE, que a su vez elevó el planteo al Poder Ejecutivo. La ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona, aseguró que la cartera está analizando el tema”.
Según el sitio web mencionado, “esta situación se estaría dando en departamentos como Salto y Paysandú, lugares en los que las empresas contratan trabajadores argentinos para que realicen las instalaciones”. Finalmente, la nota de prensa menciona que “en junio de este año, Antel resolvió dar de baja un plan de tarifas mayoritarias aprobado por el anterior directorio en agosto de 2024 que permitía ofrecer servicios de fibra óptica a empresas privadas, una decisión que fue criticada por el Pit Cnt, el director en representación del Frente Amplio y la actual vicepresidenta de la República, Carolina Cosse. El plan permitía a los cableoperadores utilizar la infraestructura ya existente menos el último tramo de cableado hasta los hogares de los clientes, conocido como la “última milla”, que debía ser cubierto por los propios privados con inversiones suyas”. Ante esta situación, el directorio de UTE emitió una resolución en la que aprobó comenzar a quitar las instalaciones de los tendidos de fibra óptica realizadas de manera ilegal por varias empresas cableoperadoras en varios puntos del país.
La actitud tanto de UTE como del Ministerio de Industria. Energía y Minería deja al descubierto la total falta de sentido común del sistema avalado por las reglamentaciones municipales, que parecen no entender los problemas que trae aparejada la solución de que cada operador cuente con una columna. A este respecto, basta ver lo que ya sucede en las calles sanduceras de acuerdo con lo que exige UTE: en lugar de una columna cada cierta cantidad de metros habría nada más y nada menos que siete columnas; una para Antel, dos más para cada uno de los operadores sanduceros de cable, dos más para otros tantos operadores de Internet y otras dos más para UTE que en ciertos casos pueden ser de alta o baja tensión. Y todas esas juntas deberían encontrarse en cada esquina de la ciudad, todo lo que obviamente trae aparejado no solamente un incremento absurdo de costos sino también graves riesgos de seguridad, ya que como consecuencia de los fenómenos atmosféricos que cada día se repiten con más frecuencia la caída de cables o de las propias columnas estaría representando una amenaza cierta tanto para vehículos como para inmuebles y transeúntes.
Antes esta propuesta absurda de las autoridades nacionales, cabe preguntarse lo siguiente: ¿no resulta más sensato, rápido y conveniente fijarle a esas empresas privadas un monto de dinero por el uso de las columnas de UTE, de Antel o del servicio que fuera y de esa forma poder recaudar más dinero y tratar de abaratar en algo las escandalosas tarifas que pagamos todos los uruguayos por los servicios de los entes públicos?
Sin dudas este sistema aportaría mucho al urbanismo, facilitando el tránsito peatonal por las aceras que hoy están ocupadas por sucesiones de columnas que, como hemos documentado en infinidad de oportunidades, en muchos puntos concentra 4 ó 5 en menos de un metro cuadrado. Y por supuesto que también se evitarían destrozos en baldosas y pavimentos que deben ser reparados cada vez que un servicio “planta” su propio palo para sujetar un cable que generalmente no supera los 5 mm de diámetro y pesa menos de 2 kilos. ¡Una verdadera barrabasada!
Este sistema perverso hace imposible determinar de quién es cada columna y en caso de que un vecino tenga la desgracia de que tener una en el frente de su vivienda, puede ocurrir que se caiga –suele suceder que la madera se pudre en contacto con el portland a ras del piso y termina partiéndose en la base— y no sepa a quién reclamar.
Tampoco se trata de inventar la rueda (algo que los políticos de todos los partidos buscan hacer todos los días, empujados por delirios refundacionales que pagamos “los nabos de siempre” con más impuestos), porque en julio de año 2023 el exintendente de Río Negro, Omar Lafluf, se reunió con las autoridades de UTE para plantearles que la intención es aprovechar la infraestructura existente y, de esta forma, ampliar el alumbrado público.
En primera instancia, la intención es usar las columnas que tiene UTE en los nuevos grupos cooperativos de viviendas y en los Mevir de San Javier, evitando de esta manera colocar –por parte de la Intendencia de Río Negro– otras estructuras que dificultarían la transitabilidad de las veredas que, en algunos casos, son muy angostas. En palabras del exjerarca departamental: menos columnas pero con más aprovechamiento de cada una de ellas.
Respecto a la supuesta incompatibilidad de los servicios, tanto Antel como Internet actual utilizan fibra óptica, que no es conductora de electricidad y no provocan ni son susceptibles de interferencias electromagnéticas, precisamente porque lo que transportan es luz, no electricidad, por lo cual el viejo argumento de las interferencias dejó de tener sentido.
Es entendible que por razones políticas y de “propiedad” UTE, en supuesta defensa de los intereses de Antel, busque impedir la expansión de empresas proveedoras de Internet, aunque con solo ver la realidad actual en las veredas de nuestra ciudad no parece que necesiten tanto de las columnas del ente de la energía eléctrica. En principio, la empresa privada ahora cuestionada utiliza las de Cablevisión, que ya tiene una muy amplia cobertura en toda la ciudad, desarrollada en sus casi 30 años de existencia.
Pero separando la paja del grano, lo que corresponde es que sea la propia Intendencia la que disponga de una vez la prohibición de la abusiva instalación de columnas y obligue a las empresas a compartir infraestructuras, por el bien del urbanismo y de los propios sanduceros de a pie.


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