Una situación de extrema tensión e indignación se vive desde hace meses en un complejo habitacional del Banco de Previsión Social (BPS), ubicado en la zona de Setembrino Pereda y Éxodo, donde los vecinos –en su mayoría personas de avanzada edad– denuncian vivir bajo constantes amenazas, agresiones y episodios de violencia provocados por un hombre que reside en el lugar sin control médico ni supervisión alguna.
Según pudo saber EL TELEGRAFO, el individuo en cuestión ocupa la vivienda que pertenecía a su madre, quien decidió abandonarla por temor a su propio hijo. “La señora se fue de la casa porque le tiene miedo, ya no soporta la situación. Pero el hijo quedó ahí solo, y desde entonces tiene amenazado a todo el barrio”, relató una vecina.
El hombre, que según los denunciantes tendría problemas psiquiátricos y consume alcohol y drogas, acumula “al menos 40 denuncias” por distintos episodios de violencia y desórdenes. Los residentes aseguran que ha golpeado a varios vecinos, muchos de ellos jubilados de más de 80 y 90 años.
NUEVA AGRESIÓN
El último episodio ocurrió en la víspera, cuando el sujeto agredió brutalmente a un matrimonio que se encontraba sentado frente a su vivienda. “Primero insultó, se acercó sacándoles la lengua y terminó golpeando a mi tía, una señora de 80 años, tirándola al suelo. Mi tío, de 93, quiso defenderla y ahí él se le fue encima y lo golpeó sin piedad”, narró un familiar de las víctimas.
El nonagenario fue trasladado de urgencia a un centro asistencial donde, tras realizarle una tomografía, se constató un sangrado en la cabeza y debió recibir cuatro puntos de sutura. “Está todo dolorido, con hematomas y en observación. Lo tiró al suelo y lo reventó contra la pared. Pudo haber sido una tragedia”, añadió el allegado.
Los vecinos aseguran que la situación se ha vuelto insostenible. “Nos tiene amenazados a todos. Dice que nos va a matar, que un día va a hacer un desastre. Nosotros ya no dormimos tranquilos. Pero nadie hace nada, ni el BPS ni la Policía”, expresaron.
El complejo habitacional, conocido como “barrio del BPS”, alberga principalmente a jubilados.
“No hay gente joven que pueda intervenir o ponerle un freno. Todos somos personas mayores, y él se aprovecha de eso”, lamentaron.
Pese a las reiteradas denuncias presentadas ante la seccional correspondiente, los vecinos aseguran que la Policía argumenta no poder intervenir ni disponer el retiro del agresor de la vivienda, dado que el inmueble pertenece a su madre. “Pero la madre no vive ahí ni se hace cargo. Si él necesita atención médica, debería estar internado o bajo control, no solo, amenazando a ancianos”, insistieron.
RECLAMO AL BPS
Los residentes han elevado sus quejas al Banco de Previsión Social, solicitando que se tomen medidas urgentes. “Hablamos con el BPS, pero no pasa nada. Todo sigue igual. Y mientras tanto, este hombre sigue ahí, haciendo lo que quiere. Si mañana mata a alguien, recién ahí se van a mover”, denunciaron con impotencia.
La comunidad reclama que se actúe antes de que ocurra una tragedia mayor, recordando que ya existen antecedentes de agresiones físicas, amenazas y daños. “Tiene denuncias por golpear a vecinos, por traer mujeres y también golpearlas. Es un peligro. No sabemos qué más tiene que pasar para que lo saquen de ahí”, concluyeron.
Mientras tanto, el barrio entero permanece en vilo, con vecinos aterrados que ya no se atreven ni a salir al frente de sus casas, esperando una respuesta de las autoridades antes de que la violencia se repita.
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