Mvotma y Mides estudian proyecto de titularidad compartida de viviendas, a raíz de reclamo de Fucvam

El Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) avanzan en los acuerdos para incorporar a las mujeres que sufren violencia basada en género en las soluciones habitacionales. La Federación Uruguaya de Cooperativas de Viviendas por Ayuda Mutua (Fucvam) incluyó en su plataforma de reivindicaciones, el acceso de las mujeres cooperativistas a la cotitularidad de las viviendas.
En tal sentido, ambas carteras estudian un proyecto de ley para la titularidad compartida, en tanto hasta el momento se le asigna al hombre. “Este tema nos abre una brecha de debate muy importante hacia las nuevas cooperativas, pero también hacia las viejas. Desde ese lugar hablamos de un punto de debate que también debe darse hacia la interna, sobre todo para ver cómo lo resolvemos en las cooperativas. No es un tema menor que en las cooperativas que tienen 40 años conviven bajo una única titularidad y eso de cambiarla, hay que entenderlo”, dijo a EL TELEGRAFO, el encargado de comunicación de la dirección nacional de Fucvam, Sergio Segredo.
“Nos parece que es un proceso porque llevará su tiempo aclimatarlo y resolverlo. En las nuevas cooperativas es más probable porque ya lo debaten. Este tema tiene que salir con una comprensión muy grande del cooperativismo y, así como otros grandes temas, debe llevarse a un debate muy claro y de mucha paciencia”, agregó.

CUESTIÓN DE DERECHOS
Por su parte, el secretario general de la federación, Jorge Díaz, agregó que “se garantizan los derechos para mantener la casa o la opción que disponga la pareja sobre el destino de esa vivienda. Se introduce un elemento muy importante para discutir, y que respaldamos, porque conforma nuestra plataforma de reivindicaciones. No podemos dejar de lado este tema, sino hacer un esfuerzo en el marco de la política de derechos que se ha impulsado. Al sistema cooperativo le hace muy bien y lo estamos esperando”.
Díaz reconoció que si bien aumentan los casos de mujeres que acceden a las cooperativas de viviendas, “el problema es que para la ley un socio es un voto, pero el titular tiene la solución. Entonces, todos los derechos recaen sobre el socio que, tanto sea un hombre o una mujer, dispone de la vivienda como quiere”.
Si “el titular es el hombre y existe un caso de violencia doméstica, la determinación de la justicia es que debe alejarse de la casa. Pero si la mujer queda sola y no tiene aportes y pide un subsidio, a este beneficio no se lo otorgan porque figura el titular, quien legalmente sigue vinculado a la vivienda. Esas trabas complican y este proyecto ayuda a una solución que deberá discutirse oportunamente”, precisó el dirigente.