Un hombre de 69 años permanece internado tras haber sido brutalmente atacado por un perro de raza pitbull en la ciudad de Fray Bentos, departamento de Río Negro. El hecho ocurrió en la intersección de las calles Rivera y Wilson Ferreira Aldunate, cuando el animal se abalanzó sobre la víctima y le provocó graves lesiones en el rostro y la mandíbula.
De acuerdo a los primeros reportes médicos, el hombre —identificado como Miguel Ferreyra— fue trasladado en primera instancia al hospital local, donde se constató la gravedad de las heridas, por lo que fue derivado de urgencia a Montevideo. “Está grave, en CTI, con respiración artificial”, relató en las horas posteriores su hermano, José Ferreyra, quien describió la escena como “desgarradora”.
“Yo estaba trabajando y llaman a uno de los compañeros, que mi hermano había tenido un accidente. En ese momento salimos para el hospital, me llevaron los compañeros y ahí me encuentro con la situación desgarradora. La doctora me dijo que el perro le había desgarrado toda la cara. Cuando lo vi, fue una impresión que no le deseo a nadie”, expresó José Ferreyra en diálogo con medios locales.
El ataque ocurrió el miércoles pasado y generó conmoción entre los vecinos de la zona, quienes alertaron a la Policía, que concurrió de inmediato. Según el relato familiar, el hombre fue estabilizado y posteriormente trasladado en ambulancia a la capital del país. “Le pusieron morfina o algo por el estilo, lo durmieron y a las diez de la noche lo llevaron a Montevideo.
En este momento está grave, en CTI, con respiración artificial y, según el médico, hay que esperar”, agregó el hermano.
Pese a la violencia del ataque, José Ferreyra manifestó que no pretende iniciar acciones legales contra el dueño del animal, aunque pidió que se adopten medidas concretas. “Mi idea no es ni hacerle juicio ni sacarle plata. Yo lo único que le dije es qué van a hacer con el perro. Porque hoy le tocó a mi hermano, pero mañana puede agarrar a un niño. No estoy pidiendo que lo maten, porque yo tengo un labrador y quiero a los animales. Pero que busque una solución, quiero justicia en el sentido de que al perro lo lleven a algún lado, porque puede volver a lastimar o matar a alguien”, señaló.
EVOLUCIÓN FAVORABLE
Durante el fin de semana, fuentes familiares informaron que el hombre presentó una leve mejoría, siendo posible retirarle el respirador artificial. Según explicó su hermano, los médicos lograron recomponer los pómulos y confirmar que no hubo fractura nasal ni desprendimiento del maxilar, aunque fue necesario realizar una reconstrucción de piel en la zona facial. De continuar con evolución estable, se prevé que el paciente sea trasladado a sala común en los próximos días, donde permanecería entre tres y cuatro días bajo observación, con monitoreo permanente por videovigilancia. Solo entonces se evaluará su posible retorno a Fray Bentos para continuar la recuperación.
POLÉMICA EN REDES
El caso generó fuerte repercusión en redes sociales, donde se multiplicaron los comentarios sobre la responsabilidad del ataque. Una joven que aseguró ser sobrina nieta de la víctima y rescatista del perro, escribió en defensa del animal. “El atacado es mi tío abuelo, y el can es Rex, uno de mis hermosos rescatados. Conozco a ambos, y solo puedo decir que esto no fue casualidad. Rex es amoroso y cuidado con responsabilidad, jamás mordió y jamás sale suelto de su casa. Miguel, sin embargo, siempre le tiraba con lo que encontraba a mano porque sí, porque el alcohol lo ha vuelto incoherente”, posteó.
Otros vecinos coincidieron con esa versión y señalaron que el perro nunca anduvo suelto, aunque reconocieron que se exaltaba cuando veía pasar personas por la vereda. “Jamás salió a la calle. Sí ladraba, como cualquier perro, pero Miguel lo amenazaba con palos y le tiraba cosas. Todos los vecinos somos testigos de que Rex nunca estuvo suelto”, comentó una vecina del barrio.
Por el momento, no trascendió si el animal fue retirado del lugar o permanece bajo custodia de su propietaria. La Policía y las autoridades municipales de Fray Bentos tomaron intervención en el caso, a fin de determinar las condiciones en que ocurrió el ataque y si existió o no negligencia en la tenencia del perro.
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