Mañana jueves, a las 20, en la sala “1º de Julio” de EL TELE-GRAFO, continúa el Festival de Cine Ruso, que se inició en Cinema La Isla y en semanas posteriores incorporará también a la sala del Taller de Teatro. Este año se conmemora el centenario de la Revolución rusa y la película “El cuarenta y uno” se ubica en los primeros años de la Revolución Bolchevique. Una unidad del ejército rojo-revolucionario lleva a cabo una operación de exploración en los desiertos del Asia central. Con los soldados viaja Maruskha, que destaca entre los mejores francotiradores de la unidad. En la última operación, hace prisionero a un soldado del ejército blanco-zarista. La situación en la que se encuentran hace surgir una compleja pasión entre quienes son enemigos de clase.
Transcurre en la primera parte sobre la aridez desértica entre los mares Caspio y Aral, y más tarde en las orillas y en el interior del mar Aral, que en los años en que se desarrolla la acción pertenecía a la URSS y hoy a Kazajistán.
Un enfoque muy diferente de la Revolución rusa, condición por la que precisamente ha superado el paso del tiempo y sigue siendo un clásico. La relación de ideología-amor-ideología que se va desarrollando entre la soldado bolchevique Maruskha (Izolda Izvitskaya), cuya feminidad y talento más afinado consiste en abatir por disparos certeros a los enemigos que se le ponen a mediana distancia y el apuesto, fino y elegante prisionero zarista o teniente Nikolayevich (Oleg Strizhenov).
De hecho, Maruskha ha matado a 40 enemigos y por poco Nikolayevich escapa de ser el cuarenta y uno. De ahí el nombre del filme. Historia de amor que cautivó al jurado del Festival de Cannes en 1957, que le otorgó a la película un premio especial. Fue dirigida por Grigori Chukhrai y estrenada en 1956. Tiene una duración de 88 minutos.
El Festival de Cine Ruso comenzó la semana pasada en Cinema La Isla, con la proyección de “Octubre”. En la oportunidad, estuvo presente el profesor de Historia del Arte Camilo Montelongo, quien fue el seleccionador de las 10 películas que integran el ciclo.
El acceso a todas las funciones, en las tres salas, es libre y gratuito. Mañana, toca el turno a la sala de EL TELEGRAFO, con esta película de amor en medio de la guerra, una muy especial, porque su resultado produjo cambios profundos y duraderos no solo en URSS sino en el mundo.
La cuestión central del largometraje es si el amor triunfa por encima de las ideologías u ocurre al contrario. Ahí reside seguramente su gran impacto, estrenado hace más de 60 años y aún vivo. Así ocurre siempre con el mejor cine.
