A la Blanca se le gastaron los goles

En su última presentación en la Serie A, le hizo cinco a Liga Agraria. Y en cuartos de final se sacó de encima a Rivera, al que le anotó seis goles en los dos partidos.
Pero se le gastaron los goles a la selección mayor de Paysandú. La Blanca llegó a las semifinales, en las que esperaba Tacuarembó, y no pudo marcar la diferencia, mantener esa racha goleadora que lo hacía llegar a esta instancia como gran candidato.
En el partido de ida, en casa, no pudo marcar pero al menos mantuvo el cero en el arco. Así llegó a la revancha frente al rojo en el Goyenola, en igualdad de condiciones.
Era cuestión de recuperar la memoria. Pero si bien lo hizo en gran parte en cuanto al juego, siendo superior a su rival, se quedó sin nafta arriba. Estuvo muy cerca de festejar un gol en varias ocasiones. Pero la pelota se perdía afuera por milímetros.
Paysandú lo merecía, lo buscaba. Pero no hubo caso. Y esa vieja frase de que los goles marrados son goles en contra, se concretó como si fuera una ley. Tacuarembó tuvo una y la mandó a guardar. Y así marcó la diferencia y sacó el pasaje a la final del Regional Norte Litoral.
A la Blanca otra vez se le escurrió la esperanza entre los dedos. Pero el fútbol es fútbol. Faltó pegar arriba, lastimar en el arco rival, concretar aquellos goles que sí se festejaban apenas un par de partidos atrás.
Y el fútbol es fútbol. Se falló arriba, y se pagó caro. Paysandú se quedó al borde de la definición del regional, y se esfurmó la esperanza de pegar fuerte en la Copa.
Porque hay una gran selección, quizá la mejor de los últimos tiempos, que invitaba a soñar.
Pero no hay caso con la Blanca: los resultados no cambian. Y hay que pensar ya en un nuevo proceso, sin tirar por la borda lo realizado en esta nueva experiencia.