En la Escuela 8 se llevó a cabo el cierre del primer trimestre en el que se trabajó en modalidad de primer ciclo, en donde se puso la mirada en clave de ciclo con el objetivo de mejorar los aprendizajes de los niños, atendiendo a la diversidad.
En este sentido, hay determinados días de la semana en que los primeros ciclos se rompen, es decir que se forman nuevos grupos integrados por los alumnos desde 4º años de Inicial a 3º año de Primaria. En cada grupo hay un multigrado, los docentes trabajan en parejas, que pueden estar conformadas por una maestra y un profesor de educación física, o una maestra y una profesora de inglés.
En la actividad llevada a cabo en el mismo centro educativo, se trabajó en estaciones y en cada una de ellas se planteaba una determinada actividad. Las cinco estaciones estaban relacionadas entre sí con el proyecto de primer ciclo que se denominó “querernos es cuidarnos”, y que tuvo que ver con la alimentación saludable.
Siguiendo por esta línea se realizó una huerta en la escuela; “es un problema real que se trae a la escuela y se intenta solucionar”, comentó la directora Alejandra Dos Santos. La escuela no cuenta con mucho espacio, por lo que la huerta se realizó en un espacio cerrado.
En la actividad participaron personajes fantásticos, pertenecientes a un cuento en donde también existe una idea de cultivadores. Estos personajes aparecen de vez en cuando para motivar el inicio del trabajo del primer ciclo.
La jornada comenzó con estos personajes fantásticos, y luego los grupos multigrados –que fueron unos 30– fueron pasando por las diferentes estaciones. En algunas estaciones estaban los profesores de educación física que desde su área aportaron desde lo motriz y las nociones de espacio; por su parte, el profesor de inglés aportó desde las segundas lenguas, por lo que les propuso a los niños un juego que a través del reconocimiento de frutas y verduras iban formando pistas que después se transformaron en clave para encontrar un tesoro. Asimismo, hubo un laberinto en el túnel de la escuela, en donde se trabajó la noción de espacio y corporalidad, en tanto que hubo otras estaciones en donde niños debían trabajar el lenguaje cartográfico desde las ciencias sociales, en donde representaban su recorrido en diferentes tipos de materiales elegidos por los estudiantes.
Una vez que los niños terminaron con las estaciones se reunieron en el patio, se leyeron pistas y se realizó la búsqueda del tesoro, que consistía en un cofre que pertenecía a uno de los personajes maravillosos. Y para sorpresa de los pequeños, el gran tesoro era una caja con recetas muy viejas que pertenecían al abuelo del personaje. Esto da lugar a que luego de las vacaciones de invierno, los niños del primer ciclo comiencen a trabajar con estas recetas.
“IMPORTANCIA DE
VINCULAR SABERES”
Con esta actividad se “responde a los principios rectores de las nuevas políticas educativas, trabajando por ciclos”, explicó la directora. En varias ocasiones, “la sociedad no sabe cómo se está trabajando dentro de la escuela, qué significan los multigrados, la importancia que tiene la vinculación de saberes entre niños pequeños y niños grandes; y cómo trabajan en forma colaborativa”, puntualizó Dos Santos. “Es importante que la población sepa cómo está trabajando primaria”, subrayó la directora.
