Evaluación de Ineed indica incumplimiento de ciertas metas en el área de la educación

De acuerdo al informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) respecto al cumplimiento de las metas en esta área establecidas por la Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP), durante 2018 hubo un apartamiento en distinto grado de los objetivos trazados oportunamente, observándose sobre todo que muchas veces las metas establecidas fueron en exceso optimistas, de acuerdo a como ha venido evolucionando el escenario, por lo que se aconseja una revisión del método de trazado de metas.
En el informe de junio de este año INEEd da cuenta que la incorporación de metas por parte de la ANEP en la planificación del quinquenio 2016-2020 “fue una excelente noticia para el país. Por un lado, porque le da mayor transparencia al proceso de planificación y una mejor especificación al alcance de las estrategias a seguir y, por otro, porque permite realizar un seguimiento del grado de su cumplimiento”.
No obstante, la propuesta de la ANEP presentó algunas carencias que el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) clasificó en cuatro categorías en el Informe sobre el estado de la educación en Uruguay 2015-2016: exhaustividad (grado en que los lineamientos y objetivos hacen referencia a los principales problemas de la educación), especificación (existencia de al menos una meta para cada objetivo y, en caso de existir, con una formulación que permita su seguimiento), coherencia (relación lógica entre el objetivo y la meta) y plausibilidad (cuán alcanzables son las metas teniendo a la vista la evolución reciente).
A juicio de INEEd estas carencias limitan las posibilidades de monitoreo, habida cuenta de que el instituto viene dando seguimiento a un conjunto limitado de objetivos para los cuales la ANEP ha definido una meta, al menos un indicador asociado y una fuente de información especificada. “Se trata de indicadores de acceso y egreso a la educación obligatoria en edades seleccionadas. Con la publicación de los microdatos de la Encuesta Continua de Hogares 2018 (ECH 2018) por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE), es posible estimar los valores para ese año de estos indicadores”, aclara.
Indica que a modo de ejemplo, para el 60% de los objetivos estratégicos de la ANEP no se presenta una meta asociada, por lo cual no es posible dar seguimiento a su grado de cumplimiento. Para otros objetivos estratégicos se presenta una meta, pero no se le asocia un indicador que pueda ser medido.
A su vez, al obtenerse de muestras probabilísticas de población, los valores reportados por la ECH no corresponden exactamente a lo que ocurre en el total de población. El carácter probabilístico del estudio permite, sin embargo, estimar, dado el diseño de la muestra y su tamaño, entre cuánto en menos y cuánto en más del valor observado se encuentra el valor “real” (el que se obtendría mediante un censo). Por ejemplo, a través de la ECH 2018 se estima la asistencia a educación a los 3 años de edad en 74,5%. Pero realizando los cálculos apropiados se obtiene que el valor “real” es uno ubicado entre 72% y 76,9%. Estos son, respectivamente, los límites inferior y superior de la estimación. Estrictamente debiera decirse que en 2018 el porcentaje de asistencia a educación a los 3 años es un valor no conocido, pero que se encuentra entre aquellos dos límites.
En 2018 se estima que el 74,5% de los niños de 3 años asistía a un centro educativo. El valor se ubica 3,5 puntos porcentuales por debajo de la meta para el año. Se trata del primer año en que el valor estimado es inferior a la meta, aunque lo anterior se asocia a un importante aumento de la meta respecto al año 2017 (5 puntos porcentuales). “De hecho, la cobertura a esta edad aumentó 2 puntos porcentuales respecto a 2017, pero la meta lo hizo más que otros años. Frente a esta situación cabe preguntarse: ¿por qué la meta de cobertura a los 3 años de edad aumentaba en 2 puntos porcentuales en 2017 respecto a 2016 y lo hace en 5 puntos porcentuales en 2018 respecto a 2017? Podrían plantearse distintas hipótesis (entre ellas, que la administración preveía la implementación de una estrategia que contribuyera a dicho cambio), pero solamente en el terreno de la especulación.
Lo que sí se puede señalar a partir de la diferencia en el incremento de los valores meta entre años y la constatación de que no se han alcanzado es que, para el futuro, valdría la pena una revisión del proceso de diseño de metas (en el cual pueda incluirse un análisis de su exhaustividad, coherencia, especificación y plausibilidad), así como la necesidad de llevar a cabo evaluaciones de las intervenciones que se diseñen e implementen para alcanzarlas”.
Para los 15, 16 y 17 años de edad los valores de los indicadores de acceso en 2018 son cercanos a las metas establecidas para el año. La mayor distancia se observa a los 17 años, edad en la que el valor observado está 3,3 puntos porcentuales por debajo de la meta. También en ese caso la meta en 2018 supuso un importante aumento respecto a 2017, y mayor al previsto para el bienio 2016-2017.
EDUCACIÓN MEDIA
Las metas de egreso se formulan para educación media básica y educación media superior. A su vez, se establecen para poblaciones con edades por encima de las teóricas para finalizar cada ciclo (18 a 20 años para media básica y 21 a 23 años para media superior, llamados indicadores de egreso total) e inmediatamente siguientes a las teóricas (16 años para media básica y 19 años para media superior, denominados indicadores de egreso oportuno). Con los primeros indicadores se procura captar el egreso, ya sea oportuno o con extraedad, mientras que al considerar edades inmediatamente posteriores a las teóricas solo se capta el egreso oportuno (no se consideran a las personas que podrían egresar con más edad).
SIMILAR A LAS METAS
El egreso en edad oportuna y el egreso total de media básica se produjeron en 2018 “en proporciones similares a las metas programadas. La distancia más importante se observa para el egreso oportuno, que alcanzó el 65,7% y su meta es de 68% (2,3 puntos porcentuales menos a lo establecido en la meta). Se trata, sin embargo, de una diferencia que no resulta estadísticamente significativa”, señala.
En media superior el egreso en edad oportuna (personas de 19 años de edad) es similar a la meta para el año: 35,9% y 38%, respectivamente. Mientras tanto, el egreso total (personas de 21 a 23 años) continúa distanciándose de la meta. La diferencia, que en 2016 fue de 9 puntos porcentuales y en 2017 de 11 puntos, supera los 15 puntos porcentuales en 2018. Para este año se preveía un egreso total de 58% y se observó uno de 42,7%.
“Ya en el Informe sobre el estado de la educación en Uruguay 2015-2016 se alertó sobre el problema de plausibilidad de la última meta: postular que el egreso de media superior cambiaría radicalmente su tendencia de crecimiento, aumentando año a año mucho más de lo que lo venía haciendo en el último tiempo. La información confirma que el egreso en este tramo de edad continúa evolucionando al ritmo histórico: aumenta, pero lo hace de manera muy leve año a año, lo cual conduce al incremento progresivo de la distancia entre las metas y los valores observados”.
Frente a esta situación “también cabe preguntarse: ¿por qué la ANEP supuso que se producirían aumentos anuales que no se vienen observando? Esta pregunta llama a prestar atención al proceso de planificación y diseño de metas”, señala el Instituto Nacional de Evaluación Educativa.