Policías del Grupo de Respuesta Táctica oficiaron de parteros y ayudaron a nacer con éxito a la pequeña Jazmín

Una tarea que escapa a la agobiante jornada de los policías les dejó el corazón rebosante de satisfacción al colaborar con la llegada al mundo de una niña que quiso nacer en la calidez de su hogar.
Próximo a las 14, mediante llamado telefónico al 911, se daba cuenta de una mujer con un embarazo a término que estaba con fuerte contracciones. La joven, domiciliada en barrio Norte, no disponía en el momento de quien pudiera trasladarla.
Atentos a lo ocurrido, un móvil del Grupo de Respuesta Táctica que se encontraba en la calle decidió concurrir, ya que la camioneta de la Comisaría Quinta estaba realizando una comisión en Jefatura. Ante la premura del caso, los cabos Bruno Parentini y Walter Monzón, y el agente Mario Iparraguirre, se hicieron presentes en la finca. Se encontraron con que Rossina Agüero, de 25 años, estaba sobre un sillón y les explicó que no podía resistir más y que el bebé estaba por nacer.
Mientras los uniformados vieron que no habría tiempo para su traslado, además de que movilizar a Agüero podría causarle alguna lesión al bebé, optaron por oficiar de parteros. En ese momento, el móvil de la Comisaría Quinta, con el cabo Johny Leyes y la agente Karina Álvarez, arribó para colaborar. Quien tomó el rol principal de ocasional partero fue Parentini y los compañeros fueron conteniendo a la madre para que todo saliera lo mejor posible, lo que les demandó alrededor de 10 minutos.
Colocaron un colchón que estaba cerca, recostaron a la mujer y comenzaron a indicarle que se tranquilizara y que comenzara a respirar y pujar, porque la pequeña estaba pronta para nacer. Pocos minutos, que a ellos les parecieron horas, bastaron para que Jazmín Madeline saliera de la panza de su mamá.
Al asomarse la cabeza de la pequeña, animaron a la madre para que pujara nuevamente y finalmente se completó el alumbramiento. Parentini colaboró para extraerla. Nació a las 14.20 del miércoles 5 de junio. La recién nacida estaba con el cordón umbilical enredado a su cuello, por lo que el cabo Leyes se encargó de cortarlo. “Le sacó el cordón y enseguida largó el llanto”, dijo, feliz, uno de los parteros.
La envolvieron en una toalla, con un elástico le ataron el cordón a unos 15 centímetros, y se dispuso su traslado a la ambulancia de ASSE, que había concurrido con los choferes para ser luego trasladada, junto a su madre, hacia el Hospital Escuela del Litoral. Los policías, delante de la ambulancia, abrieron paso con luces encendidas.
Una vez en el hospital, se constató que ambas se encontraban en perfecto estado y se las derivó al área de Maternidad. Jazmín Madeleine pesó 4,470 kilos. Los policías fueron recibidos con aplausos por parte de personal médico que sabían su accionar.
Rossina Agüero dijo a EL TELEGRAFO que todo comenzó pasado el mediodía. “A eso de las 13 empecé con un dolor fuerte y sentía que bebé hacia presión. Mi madre llamó al 911 y a la ambulancia del hospital”.
“Entre la espera ya no daba más y sentía que tenía que pujar. Corrí con la suerte que llegaron dos policías del GRT y al encontrarse con la situación no dudaron. Me acomodaron, me contuvieron y justo llegaron tres policías más que asistieron al parto en la sala de la casa de mi madre”.
“Algunos más nerviosos que otros”, dijo sobre los efectivos. “Pero todos hicieron un excelente trabajo, en especial uno de ellos (Leyes) que al ver que la beba tenía el cordón alrededor del cuello actuó de inmediato y le cortó el cordón”, comentó la flamante madre.

POSIBLE ASCENSO

De acuerdo a lo recabado por EL TELEGRAFO, en órbita del Ministerio del Interior habría una resolución, firmada por Eduardo Bonomi, que estipularía la posibilidad de ascensos a efectivos policiales que revistan en tareas de parteros y traigan, con su capacidad e instinto, una vida en perfecto estado. Como antecedente de ello, en 2015, dos agentes asistieron en un parto en Tacuarembó y fueron reconocidos, ascendidos y además recibieron un premio económico equivalente al salario de un comisario.
Pero más allá de la posibilidad de crecimiento en su carrera, los policías participantes en el nacimiento de Jazmín están seguros de algo: “Colaborar en que un bebé nazca es lo más gratificante de este trabajo”, expresaron.