Preocupa la poca respuesta del público en lo que va de la Copa

El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, se mostró “preocupado” por la baja afluencia de público en el Venezuela-Perú del sábado, en la segunda jornada de la Copa América de Brasil 2019, pero aseguró que el balance de venta de entradas es por ahora “positivo”.
Pero por el momento no ha cambiado la situación, y el público no ha tenido una concurrencia masiva a los escenarios: Domínguez debe estar preocupado, sin lugar a dudas.
Es más: cuesta convencerse de que, por ejemplo, que en las tribunas del Mineirao para ver Uruguay-Ecuador solo hubo 13.611 personas, y que en el Maracaná acudieron 19.196 espectadores para presenciar Paraguay-Catar.
Pero la realidad es que ni siquiera el dueño de casa pudo contagiar para llenar el Morumbí en su debut ante Bolivia: hubo 47.260 personas, es decir que faltaron unos 20 mil para llenar el estadio.
Y fueron unos 16 mil los hinchas que faltaron en Argentina-Colombia para completar el estadio en Salvador de Bahía, debido a que los hinchas en las tribunas fueron 35.572.
La organización está, claramente, expectante. Al igual que la Conmebol. Ya se hacen cuentas y se estiman que de las 307.898 personas que podrían haber concurrido a los partidos coperos, solo compraron sus entradas 129.009. Demasiado poco: solo un 41 por ciento.
El motivo es claro. No se trata de falta de interés en un pueblo inmerso en la pasión futbolera, sino del precio de las entradas; desde las más baratas tienen un costo demasiado alto.
“Yo soy del pueblo, siempre voy a predicar por el pueblo, para que esté en los estadios. Pero se sale de nuestras manos, no controlamos los precios de las entradas”, dijo Dani Alves tras el debut de Brasil.