Amanecer recibe a Porongos en el Rivabén

Tras haber sellado la clasificación a la segunda instancia del torneo luego de que le fuera favorable el reclamo realizado ante OFI, Amanecer recibe hoy a Porongos de Trinidad en partido de ida de la segunda fase de la Copa Nacional de Clubes de la Divisional A.
Los sanduceros serán anfitriones en el Parque Rivabén desde la hora 16, con el arbitraje de Fernando Martínez, Fabricio Trezza y Javier Soto (Florida).
El último partido de Amanecer fue derrota, de visitante frente a Universitario de Salto por 2 a 1 por la Serie B, en la que terminó como tercero con 8 puntos. Pero el reclamo de las unidades en juego en aquel partido revancha ante Bella Vista por la inhabilitación de Enzo Leguizamo, le permitió que aquel compromiso le redituara en los escritorios tres puntos, lo que llevó a que clasificara finalmente como segundo.
El cruce que debe afrontar el equipo de Guillermo Arias es complicadísimo. Porongos llega de vencer a Central de San José de visita por 1 a 0, y en una serie de tres integrantes finalizó primero con 10 puntos, e invicto. Los sanduceros la tienen clara: el favorito es el equipo trinitario. Y eso, dentro de todo, debe permitirle afrontar la serie con mayor tranquilidad, en búsqueda de dar la sorpresa.
Amanecer ya cumplió el objetivo planteado para esta participación copera, que no era otra que mantener la categoría. Por eso lo que se ha transmitido al plantel es la necesidad de mantener la concentración a lo largo de todo el partido, mantener la tranquilidad e intentar extender en el partido los buenos minutos que ha tenido el equipo en sus diferentes presentaciones.
La oncena tiene alguna duda en cuanto a su conformación, ya que el entrenador no ha definido si ingresará en mitad de cancha Laurino o Melgarejo. Por lo tanto, el equipo podría conformarse con Acosta, Vega, C. Martínez, L. Martínez, Bermúdez, Cáceres, Sampayo, Castillo, Laurino o Melgarejo, Duarte y Guiyama.
Amanecer comienza a transitar la segunda fase de la Copa Nacional, y espera poder sumar al menos un empate para poder, en la revancha y como visita, dar la sorpresa.