Colono sanducero denuncia que desde el INC “me han venido amenazando ”

Julio Cuevasanta y su familia.

El colono sanducero Julio Cuevasanta, a quien el pasado jueves 19 se le detuvo un desalojo programado por el Instituto Nacional de Colonización (INC), manifestó a EL TELEGRAFO que desde el instituto “me han venido amenazando varios años, y hasta me han denunciado porque dicen que yo los he amenazado, y yo nunca amenacé a nadie, porque no tengo esa forma de ser”.
Preocupado por la situación que se ha originado, sostuvo que “ellos sí me han amenazado varias veces y me han dicho de todo. He tenido que aguantar en forma callada, porque el abogado me ha pedido que nunca diga nada y aguante”.
“Mis padres siempre me han pedido que respete a la gente y yo he respetado. Y a mí no me respetan y me dan por la cabeza. Y si me pueden pisar me pisan”, aseveró el colono.
Sobre lo acontecido el pasado jueves, “lo que más me dolió es que aparecieron varios policías, y a mi señora y mi nena tuve que llevarlas al doctor porque quedaron traumadas. Nos dijeron que si yo hacía algo me metían preso, a ella la mandaban a un lugar en donde están las mujeres y a mi hija la mandaban para el INAU”. Y reiteró: “tuvimos drama con los agentes policiales que vinieron a desalojarnos, porque dijeron que si no salíamos nos quitaban la nena y la mandaban al INAU”.

SU VIDA

Julio Cuevasanta llegó a la colonia Citraro con 5 años, “cuando mi padre ingresó a este campo en donde no había nada. Son 291 hectáreas con mucho desperdicio de montes y piedras”. Recuerda que “fuimos luchando con mi viejo; a los años ellos se retiraron y me dejaron este predio”.
Sostiene que se atrasó en unas rentas “por diversos motivos que fueron pasando y me fue mal. Cuando uno arranca lo hace con pocas cosas. Mi padre me pasó el campo pero lo demás tuve que hacerlo yo para seguir trabajando”, dijo.
Hace 50 años que el productor está en el predio, “acompañado por mi señora y mi pequeña hija de 4 años, dejando una vida acá. Siempre luchando con sacrificio para salir adelante”, explicó.
“Y ahora el INC me quiere sacar porque debo”, dice angustiado. “Yo quiero pagar porque tengo plata que una gente me prestó para abonar esa deuda, pero el instituto no me quiere cobrar, me quiere sacar nomás”, dice.
“Tengo U$S 78.000 de mejoras del campo. Eso el INC no me lo reconoce. Así que ¿si yo llevo 30.000 dólares al instituto y se lo quiero pagar, el resto para quien va a ir?, ¿queda para el instituto de regalo?, se pregunta.
Reitera que “no solo me quieren echar, sino que no me quieren pagar el resto que queda, o le quiero pagar yo y no me quieren cobrar”.
Y sostuvo que “estoy inscripto como productor familiar en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). ¿Eso es para algunos entonces, y no para todos?”, se pregunta.
Expresó que con el abogado “he hecho varias propuestas de pago. Y todo sale negativo, no me quieren cobrar. Ellos solo quieren sacarme; parece que no les interesa la plata y solo quieren que me vaya”.
Sobre la producción en su predio, Cuevasanta dijo que hace ganadería, “crío vacas y ovejas y tengo ganado negro (Angus); además siembro para el ganado. Estos años sembraba para cosechar pero ahora solo verdeo para los animales”. Ahora con todo esto no sabe que hacer, “porque estoy muy complicado”, acotó. Agradeció a todos quienes lo han llamado para apoyarlo, “incluso Un Solo Uruguay, que han estado en contacto conmigo y me dan más fuerza para seguir luchando”.