Durante dos días se llevó a cabo un congreso de educación denominado “90 años de formadores”, organizado por el Instituto de Formación Docente (IFD), en jornadas que se vivieron tanto en el Teatro Florencio Sánchez como en la sede de la institución.“Fueron jornadas muy intensas y satisfactorias porque pasó lo que soñábamos que pasara”, dijo la directora del IFD, Rossana Pérez. “Hubo gente circulando, conocimientos en diálogos, profesionales de la educación, estudiantes, profesionales de otras áreas del conocimiento encontrándose, reconociéndose e intercambiando ideas”, añadió.“Era lo que queríamos, lo que queremos, que el instituto sea un lugar de movimiento permanente porque la vida es movimiento”, indicó Pérez. Para la directora, “las expectativas se colmaron ampliamente tanto en concurrencia como en nivel de exponencias y talleres”.
Durante las jornadas se trataron tres ejes fundamentales. El primero de ellos basado en nuevas pedagogías en un sentido bastante amplio que incluyó las nuevas lecturas de las formas de enseñar y de aprender. Ahí se trabajó en el uso de las nuevas tecnologías, con nuevas didácticas en la educación artística, en las ciencias, en las tecnologías, en las ciencias humanas, en tanto que también se trabajó en los recursos a la hora de enseñar.
Otro de los ejes trabajados fue el de la inclusión, pero “no lo acotamos en el sentido de solamente la inclusión para las personas con discapacidad, dificultades o ritmos diferentes de aprendizaje al que se espera de acuerdo a la edad por los parámetros que ha impuesto la sociedad, dado que es absolutamente arbitrario”, explicó Pérez.
En este sentido, se trató de la inclusión en un sentido más amplio, como por ejemplo en otras formas de alimentarse, por lo que se realizaron muestras y durante el corte de la tarde ofrecieron comida vegana, dado que “queremos que la gente sepa que hay otras opciones para alimentarse”.
También se trabajó en el sentido de la inclusión de los grupos que se sienten minoritarios, por lo que se incluyó en la conferencia central a Sergui Ortuño, un activista contra el racismo y en defensa de la cultura afrouruguaya y el aporte cultural en todos los sentidos. El tercer eje trabajado se denominó “formarse para formar”, por lo que tuvo que ver con historias, experiencias de las prácticas docentes desde que los estudiantes están haciendo las prácticas de formación hasta que son recién egresados y tienen que incluirse en las instituciones a trabajar; “el mundo al que se encuentran en donde tienen que conciliar la teoría y la práctica”, indicó Pérez.
Durante las jornadas participaron profesionales y estudiantes de la educación tanto de Paysandú, como de Canelones, Salto, San José, Montevideo, Colombia, México y Argentina; en tanto que hubo talleristas locales y nacionales, mientras que dos de ellos llegaron de la Dirección de Educación del Ministerio de Educación y Cultura.
