“La del Frente Amplio es la izquierda que la derecha quiere”, dijo Gustavo López, candidato a la vicepresidencia por Unidad Popular, quien junto al candidato a la presidencia Gonzalo Abella recorrió Bella Unión y Salto. Al llegar a Paysandú, Abella debió volver con urgencia a Montevideo.
“Esta es la izquierda que la clase dominante quiere votar. ¿Quién podía imaginar que los principales asociados iban a ser el capital transnacional y la banca? Defraudó las expectativas populares. El Frente Amplio fue votado convencido que la gestión que iba a llevar adelante representaría los intereses de los trabajadores, de los pequeños y medianos productores, de los pequeños comerciantes”, agregó.
López aseguró que al Frente Amplio “se lo votó pensando en una salud donde los pobres tuvieran prioridad, donde la educación iba ser transformada, y que se iba a romper el lazo de dependencia con el capital extranjero. Ese fue el proyecto de país por el cual se votó al Frente Amplio”.
“Sin embargo -destacó-, hoy hay más tierra extranjerizada que en toda la historia desde Hernandarias hasta ahora. La salud depende del tamaño de la billetera. El trabajo es un desastre, al punto que en los últimos cuatro años se perdieron 60.000 puestos en la industria manufacturera, trabajadores calificados”.
“La mitad de la clase trabajadora percibe un sueldo por debajo de los 25.000 pesos. A eso se suma el drama nacional de la vivienda, con 240.000 personas viviendo en asentamientos irregulares, mientras cientos de miles más ven como se les confisca un salario del ingreso familiar para pagar el alquiler”, señaló.
“Tras tres períodos de gobierno del Frente Amplio, los ricos son más ricos que nunca antes y los pobres en el mejor de los casos apenas menos pobres”, acotó.
Por otra parte Gustavo López aseguró que “por primera vez tendremos un Parlamento con bancas ocupadas por una cantidad de partidos políticos inédita. Nunca antes en la historia pasó algo así. Empero, no podemos dejar de expresar nuestra preocupación por la composición de algunos, como el caso de Manini Ríos, que antes expresaban sus votos en alguno de los partidos tradicionales y que hoy se han integrado en una corporación militar que desemboca en un partido político (Cabildo Abierto) con ideas bastante preocupantes respecto a reivindicaciones del período más negro de la historia del Uruguay”.
“Todo el mundo tiene muy claro que habrá segunda vuelta y que gane quien gane no tendrá mayoría parlamentaria. Por lo tanto, esto deja en claro que lo que se define en setiembre será el Parlamento. Así las cosas, esperamos que el votante valore esta oportunidad para permitir a Unidad Popular ampliar su bancada, hacerla bicameral”, recalcó el dirigente de Unidad Popular.
“A mediano y largo plazo tenemos planes para un país diferente, pero hoy por hoy nos queda la enorme tarea de reconstruir la izquierda, de volverla a su intención original. Claramente creemos que hay un lugar en el espectro político que Unidad Popular tiene que ocupar, creciendo en calidad y cantidad”, concluyó.
