Jornada ganadera organizada por Copagran en Paysandú congregó gran número de productores y técnicos del rubro

Más de 250 personas asistieron el pasado jueves a la jornada ganadera 2019 realizada en la ranchada del Golf Club Paysandú, organizada por la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran), y con la participación de técnicos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Instituto Plan Agropecuario (IPA), Copagran y las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF).
La propuesta fue replicar la actividad desarrollada a fines de julio en Carmelo, con similares disertantes, “y la verdad que nos sorprendió la gran convocatoria en Paysandú, con una de las más importantes asistencias en esta actividad desde que la venimos realizando hace algunos años”, indicó a EL TELEGRAFO el gerente de Negocios Ganaderos de Copagran, doctor Federico García Lagos.
Explicó que en la cooperativa “tenemos cada vez más gente trabajando con nosotros en el área ganadera. Productores que estaban más orientados a los parte agrícola, que actualmente también desarrollan actividades en ganadería y que para nosotros es muy importante”.
La jornada comenzó con la exposición del licenciado Juan Pablo Fumeaux y el doctor Eduardo Quintana, presentando el área de nutrición animal de Copagran, y posteriormente el ingeniero agrónomo Alejandro Terra del Plan Agropecuario, exponiendo de la soja a la ganadería.

DE LA SOJA A GANADERÍA
El técnico del IPA planteó en su exposición que “en el boom agrícola se pasaron a la soja y hoy procuran volver a la ganadería por la baja en los precios agrícolas”.
Se refirió a la necesidad de “ir absorbiendo un campo que tuvo agricultura y tiene una infraestructura para ganadería casi perdida, intentando ponerle número”, lo que consideró que “no es sencillo”, teniendo en cuenta que “no hay que pasarse 100% para la ganadería”.
Terra es de la idea que “mantener rotaciones agrícolas-ganaderas, más allá de los resultados económicos, es beneficioso tanto para el suelo (por la rotación), como por las variantes de los precios”. Y recordó que cuando comenzó a preparar la charla –que la brindó primeramente en Montevideo– “hablábamos de un ternero en el entorno de los U$S 2 y hoy tenemos remates en donde el ternero vale por encima de los U$S 3, por lo que ponerle un número exacto es complicado”.
Explicó que campos que hace 8 o 10 años están con actividad agrícola, “es muy probable que no tengan infraestructura de alambrados y divisiones, por lo que se debe parar arriba del campo, plantear cómo me imagino el campo en el futuro, con las pasturas y aguadas instaladas”.
Entiende que ponerle números es complicado, pero citó como ejemplo “un predio que conocemos en la zona de Durazno, en donde el área de desperdicio de chacra –el bajo–, se mantuvo con ganadería por parte de los propietarios, y algo de mangas y eléctrico existe”.
“Si hoy tengo que implantar una hectárea de pradera, tengo que pensar en no menos de 400 dólares por hectárea. Después tengo las refertilizaciones anuales y como mínimo pienso en ponerle 2 terneros (valor de 300 a 350 dólares por lo que son algo más de 600 dólares en animales). Por lo que para poner a funcionar nuevamente la máquina pensamos en cerca de 1.200 dólares”, dijo el técnico sanducero. Especificó que “el negocio de la invernada da y los productores lo saben y pueden producir bien. El tema es cómo se maneja la posibilidad de inversión”, puntualizó.

PRESENCIA DE INAC
La actividad contó con la presencia del presidente de INAC, ingeniero agrónomo Federico Stanham, quien recordó que desde la Junta de INAC le planteamos a las cuatro gremiales ganaderas de organizar este tipo de actividades en distintos lugares del país”.
Entiende que el instituto “no tiene un área de extensión y comunicación con los productores, e hicimos una investigación vía encuesta hace más de un año y notamos que el ganadero ve distante al INAC, por lo que esta actividad nos relaciona más con ellos”.

TIPIFICADORES
“El eje central de nuestra propuesta”, la que tuvo a cargo a cargo de la ingeniera agrónoma Natalia Barsanti, gerente de calidad, “es presentar los Tipificadores Automatizados que se están terminando de instalar y comenzarán a funcionar desde enero de 2020, que tiene que ver con producir ganado de calidad para conquistar los mercados”, argumentó el titular de INAC.
Sostuvo que es “una medida de calidad de la media res después que están faenadas y limpias. Se le denomina Inacur, que es la conformación y 01234 es la terminación en grasa, la cobertura de grasa de las medias reses”.
Aclaró que “generalmente las plantas de faena quieren medias reses que sean N, A o C que son las mejores, y que la terminación de grasa sea 2 o 3, preferentemente 2, que es lo que se paga mejor”.
Esa operación siempre se hizo, pero a ojo, con gente con cierto entrenamiento. Esto aporta un elemento de objetividad, ya que es un equipo que saca fotos en color, de una media res del lado de adentro y del lado de afuera, y con una fórmula de computación dice cual de las letras de Inacur es y que cobertura de grasa tiene, siendo objetivo”.
Aclaró que “es una decisión de INAC de hacerse cargo de la inversión para 27 plantas que reúnen más del 95% de la faena, por lo que estamos haciendo nosotros la instalación. Las modificaciones internas de las plantas son a cargo de las industrias”.

CONSUMO DE CARNE INTERNO
El gerente de información de INAC, ingeniero agrónomo Jorge Acosta, manifestó que “estamos cerrando cifras del consumo de carne del año 2018, que van a ser publicadas en estos días, donde queda claro que el uruguayo continúa siendo un importante consumidor de proteína animal, con un 60% de carne vacuna”.
En el cálculo de cuánto consume cada uruguayo por año, en equivalente con hueso, “en promedio andamos en el entorno de los 100 kilos, cifra que se ha mantenido estos años”, dijo.
“El año 2018 muestra una pequeña caída que oscilará en un par de kilos, que se visualizaban a partir de algunos datos que publicábamos en el anuario de INAC, en donde se muestra la cantidad de carne que es distribuida en el mercado interno”, aclaró el técnico. Se refirió también a la importación de carne bovina, que “desde hace unos 3 años empezó de a poco. El año pasado se terminó importando un volumen importante de carne, que llegó a las 15.000 toneladas, que si lo llevamos con hueso, es un 10 a 11 por ciento de lo que consumimos, valor importante respecto a lo que era antes”.
Respecto a ese volumen de 100 kilos citados, que de acuerdo con Acosta puede oscilar este año entre 96 y 97 kilos por persona, “si bien hubo algún descenso en los kilos de carne bovina, hubo aumento en la carne porcina, y una disminución también de la carne aviar (van tres años de disminución de faena)”, puntualizó.

PANEL DE CIERRE
Finalmente, se realizó un panel de cierre con la participación de disertantes, productores y el doctor Jorge Slavica, delegado de CAF en la Junta de INAC.
“Estamos trabajando con la importación de ganado en pie, en donde surgen posiciones encontradas entre la industria y el sector ganadero, resolviéndose con un informe realizado por el presidente de INAC al ministro de Ganadería, quien en definitiva es quien va a dilucidar este tema”, explicó.
Mencionó que desde CAF “pedimos informes técnicos cuando comenzó esta discusión en junio de 2018, cuando el ministro presentó el tema en la junta de INAC”.
Respecto a la exportación de ganado en pie, sostuvo que “la solución no está por regular la venta de algunas de las mercaderías, la solución pasa por aumentar la producción y productividad. Si tuviéramos más de 3 millones de terneros, estos 400.000 que se fueron el año pasado no serían un problema para la industria”.