Semana del Árbol Nativo cerró con 232 ejemplares plantados

Plantación en el Centro de Día de INAU.

La tercera Semana del Árbol Nativo cumplió con la meta prevista de superar los 200 árboles plantados en predios de instituciones educativas y deportivas de la ciudad. Ignacio Sarli, integrante de Gensa y Paysandú Nuestro, organizadoras de esta propuesta, valoró el crecimiento que ha tenido.
“Estamos muy contentos porque se han sumado un montón de instituciones, y la idea principal es plantar árboles nativos no solamente para nosotros, los seres humanos, sino para compartir con los insectos, con la fauna, que son muy importantes para una ciudad”, expresó.
La incorporación que tuvo este año la semana fue la plantación de frutales nativos. “Los hemos plantado este año en algunas escuelas, la idea era plantar frutales nativos para que los niños conozcan el arazá, la pitanga, el ubajay, el guayabo del país, guaviyú”, dijo Sarli.
La meta de 200 ejemplares, que se habían planteado al comienzo, se superó por 32 árboles plantados, comparativamente menor que en la pasada edición, aunque tiene una explicación. “El año pasado se superó la cifra de 500 porque en CARU se inició el parque, pero este año repusieron también, entre 30 y 40 árboles, no fue la misma cantidad que el año pasado”, indicó.
Nuevamente se propusieron actividades informativas y de capacitación, dentro de la programación. Una de ellas a cargo de técnicos de los ministerios de Ganadería y de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y por otro lado el ingeniero Andrés González. Ambas tuvieron una buena concurrencia, tanto en el salón de la Sociedad Suiza como en la salida de campo que se llevó a cabo.
“Hay interés, la gente quiere saber, quiere aprender, y esa es la idea, no se puede defender lo que se desconoce, entonces siempre sumamos talleres para que la gente conozca, aprenda, hay un montón de especies nativas que tienen valor medicinal, ornamental, comestible, y la charla, el taller con el ingeniero Andrés González estuvo muy buena”, destacó Sarli.
“Tenemos un montón de herbáceas nativas con alto valor ornamental, y que las desconocemos, las podemos ver en el campo y no nos damos cuenta del valor que tienen. Nos contaba que viene gente del extranjero a buscarlas, las empiezan a mejorar”, reseñó. Sarli agregó que “el mejor ejemplo es la petunia, la petunia es nuestra, la han llevado a otros lados, a otros países, la han mejorado, la han cruzado con otros colores, y nosotros todavía estamos aprendiendo de nuestra flora nativa”, dijo.