El buque “Lucero”, que supo navegar el río Uruguay con cargas de Azucarlito y pruebas con contenedores en el puerto de Concepción del Uruguay, fue reconvertido en una “chata” flotante, y ahora cumple el papel de barcaza.
Este barco, construido en el astillero Hugo Peters, de Wewelsfleth (Alemania), está hecho en acero y tiene una eslora de 82,5 metros, manga de 11,3 m; un puntal de 5,40 m y su calado es de 3,54 metros, con una capacidad de carga de 2.000 toneladas.
Fue botado en febrero de 1981 como Sindbad, Matthiesen Schiff, fue registrado en Limassol Chipre. En agosto de 2005 fue vendido a Nobleza Naviera renombrado Lucero, con bandera de Uruguay. En 2018 la empresa de los Deambrosi se lo vendió a la armadora Kios Uruguay, que lo reconvirtió en barcaza sin propulsión en el ex Astillero Kambara. Para ello le quitaron los motores y todos los accesorios innecesarios para navegar con un remolcador.
Llegó a Uruguay 24 años después de botado, cuando fue comprado por la armadora Nobleza Naviera, que lo afectó al transporte de chips de madera y celulosa, entre Mbopicuá y Montevideo, y también carga general y tráfico de graneles y contenedores entre Montevideo y distintos puertos argentinos en el río Paraná, como Rosario, Zárate y San Lorenzo. En 2007 trajo 1.800 toneladas de azúcar crudo a granel para Azucarlito, pero fue descargada en Nueva Palmira ya que aún no estaba dragado el paso en Casa Blanca y no podía llegar al puerto sanducero.
En febrero de 2017 -según nuestro archivo- el buque llegó hasta el puerto de Concepción del Uruguay para la carga en contenedores de pollos congelados y arroz para ser exportados a través del puerto de Montevideo. Ahora está en el puerto de Paysandú, a la espera de carga.