Empresa que refacciona fachada de Jefatura de Policía ganó licitación por compra directa

Desde el domingo pasado, cuando la atención se perdía por el resultado del balotaje, las miradas comenzaron a desviarse –conforme al paso de las horas– a una noticia que generó una alarma social. Mediante una publicación realizada en la red social Facebook, se decía que en Jefatura de Policía había exmilitares cubanos y venezolanos trabajando y que, además, habían sido sorprendidos queriendo forzar la puerta donde el Grupo de Reserva Táctica guarda sus armas. Si bien la viralización fue inmediata, fuentes consultadas por EL TELEGRAFO indicaron que lo publicado era falso.
De igual manera, con el paso de los días, la noticia fue mutando. Ya no interesaba si querían apoderarse de las armas para llevar a cabo un golpe o una toma de la Jefatura –como se dijo–, sino que ahora el problema era que los trabajadores serían extranjeros.
Ante la avalancha de consultas, incluso de medios regionales, EL TELEGRAFO fue recibido por el Jefe de Policía, comisario general (R) Luis Mendoza y el director de Coordinación Ejecutiva, comisario mayor William Pereira, quienes entregaron a este medio un informe de Contaduría en que se establece que la empresa unipersonal que está refaccionando la fachada y patio del viejo edificio, fue contratada mediante el procedimiento de “compra directa común”.

SE PRESENTARON SEIS OFERENTES
Hace casi dos meses, integrantes de la Comisión Departamental de Patrimonio, entre ellos el arquitecto Rubens Stagno, se reunieron con el jefe de Policía para observar diferentes daños de la estructura edilicia, construida en 1860 e inaugurada cuatro años después, y que ha tenido varias remodelaciones. El edificio incluso fue declarado Monumento Histórico Nacional por el Ministerio de Educación y Cultura, por lo que su conservación debe ser considerada una prioridad.
Se inspeccionó y se vio que los trabajos demandantes serían reparaciones menores, pintura de fachada y patio interno. Asimismo, como desde la Comisión no se contaba con dinero para este tipo de intervenciones, la Jefatura –teniendo en cuenta el crédito que disponía– consideró llevarlo a cabo bajo el procedimiento de “compra directa común”, que tiene un monto máximo establecido anualmente (período enero-diciembre 2019) de 471.000 pesos.
El 21 de noviembre se publicó en el Sistema de Información de Compras Estatales la compra directa común 745/2019 de “Mantenimiento edilicio – Pintura de fachada y patio interno de la Jefatura de Paysandú”, lo que se puede ver en la página web www.comprasestatales.gub.uy, de acceso público. La misma establecía como fecha límite de presentación de ofertas el 25 de octubre. “Se presentaron seis oferentes dentro de los cuales se encontraban empresas de Paysandú y otras de la capital del país. Vencido el plazo se recibió una séptima oferta que quedó desestimada”, indicó el jefe de Policía.
“Teniendo en cuenta el artículo 68 del TOCAF, que establece que el ordenador efectuará la adjudicación a la oferta más conveniente a los intereses de la administración pública y las necesidades del servicio, y según el asesoramiento de la Oficina Regional del Área de Infraestructura del Ministerio del Interior se resolvió, por resolución 659/2019 de esta Jefatura, adjudicar a la empresa ‘Malave Montaño Enrique José’ por el monto de 230.580 pesos, impuestos incluidos”. La misma se encuentra inscripta y en estado activo en el Registro Único de Proveedores del Estado (RUPE), entidad que controla que las empresas estén al día en organismos tales como BSE, BPS y DGI.

HAY CUATRO EXTRANJEROS
La empresa ganadora de la licitación estipuló que el trabajo estaría pronto en máximo 10 días, pero las inclemencias del tiempo y el estado en que fueron encontradas las paredes, les ha demando un tiempo más. “Sobre lo dicho sobre que trabajaban de noche, hubo uno o dos días en que esperaron a que se fuera el máximo caudal de personal de Jefatura para poder usar la hidrolavadora y rasquetear la pared. Es una tarea que es imposible hacerla de día porque durante toda la jornada entra y sale gente, no solo personal, sino personas a hacer trámites e incluso visitantes. Entonces se autorizó que esos días se trabajara de noche, pero siempre con la presencia de personal que está apostado en la oficina de entrada. Nunca estuvieron solos, ni tuvieron acceso a lugares internos de la Jefatura”, aclaró Mendoza.
Sobre la versión de que habrían sido sorprendidos queriendo romper la puerta donde se guardan las armas, el director de Coordinación Ejecutiva dijo que es mentira. “Para empezar la información dice que dos de ellos fueron vistos por las cámaras. En ese sector no hay cámaras, sí las hay en los alrededores. En caso de ser filmados, debió ser por un policía que en vez de cumplir su tarea, se puso a filmar. Ese día además el encargado de la armería estuvo trabajando en doble turno, porque teníamos el operativo por las elecciones. Es decir que recibió y entregó armas casi todo el día”, comentó. Sí, en cambio, se autorizó que un empleado concurriera el domingo al mediodía a terminar de pintar las rejas que dan hacia calle Leandro Gómez.
Por su parte, de los siete trabajadores que envió la empresa, dos son cubanos y otros dos venezolanos. Pese a ser procedentes de otro país, cuentan con documentos de identidad entregados por nuestro país y trabajan en la empresa desde hace varios meses.
En la página del RUPE, donde figuran los proveedores, puede encontrarse que “Malave Montaño Enrique José” ha realizado trabajos para el MEC, el Mvotma, ANEP, el MGAP, la UdelaR, INAU, ASSE, el MTOP, la Escuela Nacional de Policía, entre otros. Personal que está actualmente en Paysandú formó parte de la cuadrilla que hace unos meses trabajó en la restauración de pintura de la fachada y hall de la Jefatura de Policía de Cerro Largo, donde su presencia no causó ninguna alarma.
Uno de los muchachos, que estaba pintando, dijo a EL TELEGRAFO que llegó de Cuba y obtuvo la residencia para poder trabajar. Consultado sobre los rumores, indicó que se habían enterado, pero que es la primera vez que les pasa. “En Melo trabajamos sin problemas. Y acá también. Venimos, cumplimos nuestra tarea y nos vamos. No sé por qué se generó algo tan grande, solo porque seamos extranjeros”, indicó. A modo de broma, la periodista le preguntó si era un espía. Su respuesta fue contundente: ojos grandes y boca abierta, pero –eso sí– con pincel en mano.