“Las prestaciones no se tocan, pero no quiere decir que seguirán indefinidamente”

Tras la visita a Paysandú (foto), continuó por Soriano, Flores y Colonia.

Armando Castaingdebat, designado futuro subsecretario del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), continúa con la visita a las dependencias del interior del país a efectos de sumar información que será trasladada al presidente electo, Luis Lacalle Pou, con el objetivo de delinear el trabajo a llevar adelante a partir del 1º de marzo y designar a las futuras autoridades en cada departamento.
“Estas visitas son para ir conociendo el territorio, saber cuáles son las estructuras departamentales, cómo es la composición de funcionarios, cuántas oficinas, y cuántos y qué programas se están llevando a cabo”, remarcó el exintendente de Flores a EL TELEGRAFO, “en el entendido que lo que no puede pasar el 1º de marzo es que haya un corte en algunas de las prestaciones que se vienen dando”, dado que “ya habrá tiempo para evaluar los programas, los resultados y ver con qué se continúa y qué programas tendrán modificaciones”. Tras la visita a la dependencia sanducera del Mides, explicó que la reunión fue positiva. “Vimos las instalaciones y nos entregaron una información que vamos a comenzar a relevar con los datos que tenemos a nivel central”, más aún si se tiene en cuenta que el Mides “define políticas a nivel nacional en Montevideo y luego a través de oenegés u organizaciones sociales aterriza en los diferentes departamentos, salvo algunos programas como el Uruguay Crece Contigo, que es propio del Ministerio y que se lleva adelante con técnicos del Ministerio”.
En ese aspecto, afirmó que la del Mides “es una estructura compleja de entender”, porque “hay funcionarios específicos del Mides y otros que prestan funciones al Ministerio pero pertenecen a una oenegé, y ahí la relación no es de directa dependencia”.
Según dijo, “a eso hay que agregarle la complejidad de que hay contratos, algunos de los cuales vencen a fines de febrero y otros en agosto, como los convenios con el Socat (Servicio de Orientación, Consulta y Articulación Territorial)”.

SENSIBILIDAD DEL MINISTERIO

Tras la visita por Paysandú, continuó por Soriano, Flores y Colonia, estando previsto hoy visitar Lavalleja, Treinta y Tres y Cerro Largo, y mañana cerrar las reuniones en el Interior al llegar a Rocha y Maldonado. “Montevideo y Canelones quedarán para el final, producto de la complejidad que ambas tienen”, señaló.
Castaingebat aseguró que hasta el momento no ha habido inconvenientes en cuanto a la información brindada por las actuales autoridades, al punto que opinó que el que se está recorriendo “es un proceso de transición maduro, que no hace otra cosa que hablar bien del sistema político uruguayo”.
Más allá de esto, señaló que “quedarán cosas por ver y que nos iremos dando cuenta del funcionamiento en el terreno, así como cuál es el mecanismo de llevar adelante determinados programas”, y remarcó que “el Mides está subiendo todo a la página oficial”, lo que no quita que se realicen “algunas repreguntas o cosas que no queden claras a través del director de Descentralización, Mauricio Guarinoni, que nos está acompañando” en la recorrida por el país. El común denominador encontrado a lo largo de los departamentos visitados es, para Castaingdebat, “la sensibilidad del Ministerio, que abarca sobre todo a las poblaciones más vulnerables, dependientes o necesitadas de la dependencia del Estado”.
“Después, podemos tener matices en cuanto a si lo haríamos de la misma manera o diferente, pero ahora estamos en una etapa de evaluación. Este Ministerio tiene 15 años de vida y estuvo en manos siempre del mismo partido político, y 15 años es un tiempo considerable para ver y medir el impacto y la evolución de los diferentes programas”, observó.
En ese sentido, volvió a señalar que “hay algunos programas que tienen que seguir, como el Uruguay Crece Contigo y el Uruguay Trabaja”, lo que no quiere decir que no se les realice “alguna modificación”, y hay otros que “hay que rever porque en algunos aspectos no se han logrado respuestas a nivel nacional”.

EL CONGRESO DEL INTENDENTES EN LA MIRA

Todo apunta a que el Ministerio que a partir del 1º de marzo tendrá como responsable a Pablo Bartol apostará a un relacionamiento más directo con las Intendencias, en procura de que, como ya lo había adelantado Castaingdebat a EL TELEGRAFO, la intención es que no existan estructuras del Estado superpuestas, cumpliendo los mismos roles. Y el Congreso de Intendentes podría resultar clave en este sentido.
“En muchos lados vimos que se superponen dos o tres estructuras del Estado tratando de hacer lo mismo, y se multiplican los costos, además de que el resultado no es el mejor”, señaló. Por lo tanto, se entiende que “hay un camino a recorrer para usar de mejor forma algunos acuerdos, quizás a través del Congreso de Intendentes”, para aprovechar “estructuras y cosas que los gobiernos departamentales tienen o vienen haciendo durante mucho más tiempo del que tiene de vida el Ministerio, y lo hacen mejor que el Mides”.
Por lo tanto, Castaingdebat se imagina que a partir del 1º de marzo existirá “una unión más fuerte, basada en acuerdos más fuertes, puntuales y generales con el Congreso de Intendentes, para maximizar los recursos del Estado”. Y remarcó que “ahí sí hay una definición clara de algún cambio que habrá a partir del 1º de marzo”.

MONITOREO DE LOS BENEFICIOS

Lo que sí no cambiará el 1º de marzo, cuando asuma el nuevo gobierno, son las prestaciones. El futuro subsecretario lo confirmó, pero aclaró que “esto no quiere decir que sigan indefinidamente”.
La realidad indica que “se comenzará con una evaluación con los números disponibles, y habrá que buscar los números que no se dispongan, para ver el impacto y el resultado que esos programas han tenido”. Puso como ejemplo a las cooperativas sociales, señalando que “la función del Estado es darles un empujón inicial, ayudarlas a despegar y que después tengan vida propia”.
Por eso, entiende que “no puede ser permanentemente una forma de contratación encubierta. Es bueno que el Estado las ayude, las contrate, pero en un momento tienen que tener vida propia, con dependencia laboral o sin dependencia laboral del Estado, lo que dependerá de las cosas que haga, porque hay funciones que el Estado va a seguir contratando, y qué mejor manera que contratarlas con una cooperativa social, si ésta realmente funciona”.
En cuanto a las tarjetas del Mides, que son unas 83 mil en todo el país, Castaingdebat señaló que “habrá que hacer un monitoreo”, teniendo en cuenta que se entiende que la que recibe el beneficio “tiene que ser una población dinámica y cambiante”.
Entiende que “lamentablemente habrá gente que va a seguir entrando” para recibir el beneficio, pero también “es deseable que esa gente que es ayudada por el Estado pueda despegar y no depender en un cien por ciento del Estado”.
Por lo tanto, se espera realizar “un monitoreo permanente”, para lo que “es importante el intercambio de información con los gobiernos departamentales”. Hoy “no hay prácticamente cruce de información, que debe ser permanente, dinámico y sin ocultamientos”.