Un hombre de 43 años fue imputado por la Justicia al comprobarse su responsabilidad en hechos de índole sexual en perjuicio de dos sobrinas menores de edad, a quienes el INAU se las entregó como responsable luego de una denuncia en contra de la madre de ambas. El hecho, que esconde prácticas de rituales, ocurrió en una localidad del interior de nuestro departamento, la cual EL TELEGRAFO omite señalar a fin de preservar la integridad de las víctimas.
En base a la información obtenida por este medio, una joven de 24 años se presentó ante la Comisaría 8a donde denunció a su tío por haber abusado sexualmente de su hermana, de actualmente 14 años, situación que llevaba ocurriendo desde hacía un par de años. Asimismo, le dijo a la Policía que su hermana le había contado días atrás que cuando vivía con sus tíos –por disposición de INAU, tras haber sido retiradas de la casa de la madre– junto a una tercera hermana adolescente, después de un año de convivencia sin problemas el hombre había comenzado a manosearla, primero como parte de juegos y luego de manera directa.
En tanto, la menor le confió que por las noches soñaba que mantenía relaciones sexuales y al despertar sentía dolor en sus partes íntimas. Asimismo, la adolescente contó que le costaba darse cuenta si era real, ya que sus tíos hacían rituales con yuyos que la adormecían y la hacían sentir mal. Estas prácticas, indicó, fueron realizadas por casi tres años en que estuvieron bajo la custodia de esos familiares. Por su parte, hace dos meses (el 22 de marzo) la Justicia volvió a confiarle el cuidado de las adolescentes a su madre, que vive en la misma localidad de su hermano depravado, y fue durante una visita de su hermana mayor que la más pequeña le contó todo.
Asimismo, la denunciante esperó la visita de la médica de la policlínica de la zona para concurrir con la víctima y pedir que la examinaran. Indicó que la doctora no lo hizo pero le recomendó que fuera inmediatamente a denunciar y que ella también lo haría. Cuando se retiraba de la consulta, su hermana menor le dijo que ella no era la única víctima, ya que su otra hermana también había sido abusada por el tío. Consultada, ésta última admitió los abusos sufridos y pidió que se le tomara declaración. Así, la joven –hoy de 23 años– confió que cuando tenía 11 años y vivía con su tío, éste le daba bebidas alcohólicas para después someterla a manoseos y abusarla sexualmente a la noche bajo amenazas de muerte. Dijo, además, que los abusos ocurrieron todos los días durante los tres años que estuvo en esa casa.
Acerca de los rituales, quema de yuyos, que las víctimas dijeron las hacían dormir, comentaron que los tíos se bañaban con agua con sal y ahumaban la casa mientras oraban diciendo palabras en otros idiomas y “cosas de brujos”.
Por su parte, la Policía recabó datos con la maestra de la más chica de las hermanas, quien la describió como una joven inteligente que ha tenido cambios significativos y posee un carácter fuerte y desafiante.
Una vez en la órbita penal, se dispuso con intervención del Juzgado de Cuarto Turno y Fiscalía de Cuarto Turno, la formalización de la investigación de M.A.D.L.R. por “reiterados delitos de abuso sexual agravados en reiteración real, con reiterados delitos de atentado violento al pudor y reiterados delitos de desacato”; imponiéndole “como medida cautelar por el término de 150 días sin perjuicio de una eventual modificación, sustitución o cese de los mismos, se le imponen medidas limitativas, se le coloca dispositivo de monitoreo de rastreo o ubicación; prontuariar y coordinar la colocación de la tobillera en la Unidad 16 del INR”.
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