Por tercera vez causaron daños en carrito de venta de comidas

El carrito que fue nuevamente blanco de los delincuentes está ubicado en avenida República Argentina y Ciudad de Young.

Debido a hechos de inseguridad, sumado a la baja venta, Carolina “Yicara” Camacho debió cerrar el expendio de comidas con que sustentaba a su familia. Sin embargo mantenía la ilusión de reflotar su negocio cuando todo lo relacionado al coronavirus pase y eso le permita volver a trabajar con normalidad. En las últimas horas nuevamente tuvo que soportar que delincuentes le robaran y causaran daños en las pertenencias que había dejado dentro del carro.
Ubicado en las inmediaciones de avenida República Argentina y Ciudad de Young, el carrito Las Palmeras abrió en noviembre de 2018. Se mantuvo trabajando en buena forma, principalmente en la noche, cuando la demanda de comida rápida se hacía más evidente. En abril del año pasado su responsable sufrió el primer robo. En esa ocasión desconocidos ingresaron mediante rotura en uno de sus laterales y se llevaron toda la comida y bebida, incluidos envases vacíos, una garrafa de 13 kilos y un horno microondas. A los pocos meses, el lugar volvió a ser blanco de la inseguridad y nuevamente, mediante daño, ingresaron y le hurtaron varios efectos.
En tanto, ahora, estando cerrado para la atención al público, el carro fue nuevamente atacado. “Rompieron la ventana y por ahí lograron entrar. Revolvieron todo, rompieron bols y vasos de vidrio, y hurtaron una garrafa de 13 kilos y los vidrios separadores de la vitrina”.
“Empecé con la ilusión de que podía ser un ingreso para mi familia y con ahorro me costó mucho tenerlo. Lo pude surtir, comprar equipamiento y también ir teniendo para la mercadería. Ahora que estaba cerrado desde hace dos meses, yo iba día por medio a ver que todo estuviera bien, porque mi idea es abrirlo nuevamente cuando pase todo esto de la enfermedad. Es el ingreso que yo tengo para mi familia. Veremos cómo podemos volver a salir adelante”, dijo su propietaria a EL TELEGRAFO.
Personal policial estuvo presente en el lugar, una vez alertados del robo, “pero como mi hijo había entrado para ver qué faltaba no se pudo levantar pruebas y eso”, agregó Camacho.