Voluntarios apoyan a Pymes para superar la emergencia

Las restricciones de circulación y aislamientovoluntario han afectado la economía de muchoscomercios y pequeñas empresas.

“Salimos codo a codo” (salimoscodoacodo.uy) es una plataforma –generada a partir de la idea de un sanducero– que integra a un grupo de voluntarios en áreas como marketing digital, estrategia de negocios, diseño, entre otras, que ofrecen su apoyo a pequeñas empresas para “ayudarlos a remar esta difícil situación”.
Justin Graside, uno de los integrantes de este grupo de especialistas, dijo a EL TELEGRAFO que la iniciativa “surgió con todo esto del coronavirus hace dos semanas. Veíamos que los comercios y las Pymes la tenían complicada con arrancar a atender sus clientes online, sobre todo cuando se empezó con la restricción de la circulación de las personas”. Fue allí que se empezó a buscar la forma de ayudar. La respuesta apareció también en internet, ya que “por otra parte veíamos que en redes sociales había gente que ya estaba arrancando a ofrecer ‘yo sé de tal cosa, si alguien tiene una duda pueden consultarme, estoy a las órdenes’; era un poco conectar eso. Las Pymes que estaban complicadas, porque no sabían como vender online, como atender a sus clientes de forma remota, conectarlas con los voluntarios que las podían ayudar”, indicó.
Graside indicó que la idea de la plataforma fue “de un sanducero, Manuel Gros, que es amigo, que hace rato está trabajando en marketing online, en negocios online, me dijo vamos a armar esto, una plataforma para poder unir a Pymes y voluntarios, y así lo lanzamos hace dos semanas”.

INTERCAMBIO

La plataforma es “un sitio web donde la gente entra, la Pyme registra su rubro, su empresa, cuál es el desafío que está teniendo y por otra parte los voluntarios registran el expertise que tienen, cómo pueden ayudar, y ahí nosotros tenemos un grupo de voluntarios que son unas 10 personas que están trabajando en forma honoraria, mirando ambas planillas, ambos registros, y viendo cómo unir las Pymes con los voluntarios”.
El uso de la plataforma no tiene costo para las empresas. “No tiene ningún costo, simplemente se registran y nosotros los conectamos con los voluntarios, esto es un proyecto concreto para esta emergencia del coronavirus, es algo voluntario tratando de dar una mano”, señaló.
“Para las Pymes y los voluntarios no tiene más dificultad que simplemente entrar y llenar un formulario, después nosotros la gestión y la unión la hacemos el equipo de voluntarios, detectar ahí cuál es la conexión entre la Pyme y el voluntario que la puede ayudar”, agregó Graside.
Lo que están viendo quienes manejan la plataforma es “que el desafío que tienen la mayoría de las Pymes es que de un día para otro no les iba más gente al local y tuvieron que ver cómo pueden vender y atender a sus clientes online, ver cómo pueden vender sus productos por internet o que puedan comunicarse por WhatsApp con sus clientes; muchas veces son cosas básicas pero que muchos comercios de barrio capaz nunca lo necesitaron y no habían hecho nada de eso”.

SOLUCIONES

Graside agregó que los pasos a seguir cada Pyme los trabaja junto al voluntario que la asesora, “son las acciones que pueden tomar ahora en la urgencia para ver qué pueden hacer para empezar a atender sus clientes de manera online, la Pyme después sigue por su lado”.
En cuanto a los rubros que han acudido, señaló que “hay de todo: a nivel del Interior hay mucho comercio, hay en general trabajadores independientes o pequeños comercios, hay mucha peluquería, mucho centro de estética que se registró, hay artesanos, restaurantes, de todo. Mucho enfocado a lo pequeño, a los que realmente están complicados ahora”.
Consultado respecto a cómo puede trabajarse la situación de servicios que forzosamente deben ser presenciales, Graside citó el caso de una peluquería que recurrió a la plataforma “y justamente estaba esa discusión, porque ese servicio no se puede dar de forma tan fácil”. En este caso, dijo, “lo que determinaron con la voluntaria que trabajó con la peluquería fue que lo que iban a hacer era trabajar en armar un protocolo para que la gente pueda ir, para que la gente pueda concurrir a la peluquería, desinfectar todo, que haya un período de 15 minutos entre que la gente se va la próxima persona llega, que deje el calzado en la puerta y cuando se va se desinfecta todo”. Esas medidas fueron difundidas a través de las redes sociales “y después que determinaron eso con la voluntaria, la llamó y se encontró que tenía sus primeras reservas en la peluquería, que hacía dos semanas que no vendía nada, y que para la semana siguiente estaba llena de reservas”, destacó. “Esa historia me emocionó terriblemente, fue un ejemplo de cómo se ayudó a través de este programa”, dijo.