El Congreso de Intendentes resolvió en su reunión plenaria de la víspera mantener en vigencia las medidas tomadas en la resolución del 16 de marzo “sin perjuicio de las disposiciones que se vayan adoptando por parte del gobierno nacional, en cuanto las complementen, modifiquen o sustituyan”.
En consecuencia los centros termales deberán permanecer cerrados, aunque desde el Congreso se indicó que se espera que el gobierno nacional habilite su apertura para en pocas horas los gobiernos departamentales puedan hacerla efectiva.
Para esta decisión se basaron en el decreto 93/2020 que declaró “el estado de emergencia nacional sanitaria y suspende todos los espectáculos públicos hasta que el Poder Ejecutivo lo determine, así como cierre preventivo y provisorio de los centros turísticos termales públicos y privados”. Asimismo determinó que “las autoridades nacionales, departamentales y municipales competentes deberán evaluar suspender aquellos eventos que impliquen la aglomeración de personas, dado que constituye un factor de riesgo para el contagio de la enfermedad”.
Pero al mismo tiempo que se mantiene lo que establece el gobierno nacional -por preeminencia jurídica- el Congreso de Intendentes hizo hincapié que desde “que en las últimas semanas, producto de la evolución de la epidemia, se han venido estableciendo un conjunto de protocolos que han permitido que un gran número de actividades hayan comenzado a desarrollarse atendiendo a los mismos y al comportamiento adecuado por parte de la población”, se considera que “de prolongarse la vigencia de la resolución del Congreso de Intendentes de 16 de marzo, la misma puede convertirse en un obstáculo para la habilitación ordenada y protocolizada de actividades suspendidas por su imperio combinado con decreto 93/2020”.
Basado en esa situación se pide “al Poder Ejecutivo realice las adecuaciones correspondientes al decreto 93/2020 respecto a actividades que cuenten con protocolos acordados con el respectivo Cecoed”, es decir que se habilite la reapertura de esas actividades. Y aunque no se lo establece específicamente, es evidente que se hace referencia a los centros termales, el sector que presiona para que se autorice su reapertura.
Por otra parte, también se hace énfasis en el hecho que los puntos 7 y 8 de la resolución del Congreso de Intendentes suspenden cautelarmente y en forma provisoria, todas las reuniones tales como fiestas, bailes, celebraciones religiosas y en general eventos sociales de concurrencia importante de personas, en espacios públicos y lugares habilitados o que requieran habilitación para funcionar del gobierno departamental, así como los velatorios públicos.
En este caso se mantiene un procedimiento similar al que se aplica con actividades turísticas pues el Congreso aseguró que esas medidas solo “se dejarán sin efecto en la medida que disposiciones del gobierno nacional o del gobierno departamental, cada uno actuando en el ámbito de sus competencias, así lo dispongan, en todos los casos adoptando las medidas de seguridad e higiene dispuestas por las autoridades competentes”.
INTENDENCIA PIERDE MILLONES POR CIERRE DE TERMAS
El secretario general de la Intendencia de Paysandú, Federico Álvarez Petraglia dijo que mantener cerrados los centros termales ocasiona perjuicios económicos a la Administración desde que “se pierde entre 4 y 5 millones de pesos por mes debido a la falta de los ingresos derivados de las mismas, y se gasta por su mantenimiento una suma muy superior al millón de pesos mensuales, razón por la cual la Intendencia también se encuentra afectada por este cierre”.
Pero fue claro al indicar que “la Intendencia no tiene ninguna injerencia en la reapertura de los mismos, ya que fueron cerrados por el Poder Ejecutivo. Sin perjuicio de ello la Intendencia ha cumplido con lo que se le ha pedido en todo momento, a saber, se nos pidió elaborar un protocolo de actuación a ser presentado ante el Ministerio de Salud Pública, y el mismo fue elaborado conjuntamente con la Intendencia de Salto y puesto a consideración del Ministro del ramo, quedando sólo esperar que lo aprueben y eventualmente se proceda a derogar el decreto por el cual se cerraron los centros termales”.
Álvarez Petraglia aseguró que “la Intendencia manifiesta su plena voluntad de proceder a la reapertura de las termas, apenas se dé la orden, tan pronto como sea posible -quizás dos, tres días-, para estar en condiciones de poner en práctica el protocolo y que dichos centros se abran en las condiciones que sea adecuado a las reglas sanitarias que se fijen”.
“La Intendencia de Paysandú comprende la situación de los comerciantes que trabajan en dichos lugares y lamenta las pérdidas que están sufriendo por la decisión adoptada por el gobierno nacional. Para paliar parte de las mismas es que se elaboró el plan de bonificaciones con una renuncia fiscal en pos de darle algún tipo de colaboración a todas aquellas empresas que han sufrido un detrimento a causa de la pandemia en curso. Claro está que se trata de un instrumento aplicable a todas las empresas del departamento, pero que a los comerciantes en cuestión también les beneficia por obvias razones”.