“Es importante mantener cerrada la frontera. El contrabando y el trasiego de mercadería afecta profundamente la economía de nuestra localidad” fue un comentario repetido entre los comerciantes que participaron de la segunda edición de la “Evaluación del impacto económico de la crisis sanitaria por pandemia del virus COVID-19 en el comercio y la industria local”.
Realizada también por la economista Natalia Brutten, relevó a 48 microempresas, 35 pequeñas empresas, 19 medianas y 2 grandes empresas; 104 en total. Fue realizado por la Intendencia, a través del Departamento de Promoción y Desarrollo, en coordinación con el Centro Comercial e Industrial de Paysandú (CCIP).
Los resultados fueron presentados en la víspera por Brutten, Sebastián López, director de Desarrollo Productivo Sustentable de la Intendencia, y por Bettina Franco, coordinadora del CCIP. Considera datos relevados entre el 27 de abril y el 25 de mayo. Los comentarios hicieron hincapié en mantener cerrado el puente internacional Paysandú-Colón, expresados por la mayoría de las empresas. No obstante, como resulta previsible, el sector turismo manifestó su preocupación por el cierre de fronteras, dado el alto grado de dependencia de clientes extranjeros. De hecho, la gran mayoría de agencias del sector permanecen cerradas.
A nivel general la encuesta determinó que el 69% de las empresas se mantuvieron abiertas durante la parte más difícil de la emergencia sanitaria; un 20% cerró y volvió a abrir; un 10% permanece cerrado y un 1% no soportó la crisis, por lo que no tiene posibilidades de reapertura. Los servicios asociados al turismo, estética y recreación son los más afectados por el cierre.
De aquellas empresas que permanecen abiertas, el 53% lo hace en horario normal y el 47% lo redujo. Asimismo, un 55% mantiene la plantilla de trabajadores y el 45% la redujo.
Hubo caídas en las ventas en abril con respecto a marzo 2020 en un 45% de las empresas en actividad y en un 65% con respecto a abril 2019. En ambos casos la causa fundamental fue la emergencia sanitaria.
Asimismo, se redujo la compra de mercaderías e insumos con respecto a abril 2019 en el 52%, en tanto el 32% de las empresas postergaron pagos.
Comparando los resultados de este informe con el primero del 22 de abril, se observa una reducción en el porcentaje de empresas cerradas y en la caída de las ventas. También hubo cambios en los rubros que se mantienen afectados y aquellos que han recuperado el nivel de actividad. Los rubros de indumentaria, zapatería, construcción, ópticas y joyerías retornaron a la actividad. En tanto, casi todo el sector turismo está cerrado, lo mismo que el de especialidades estéticas. En hotelería, el 75% aún no ha abierto sus puertas.
Para adaptarse a las nuevas circunstancias el 30% de las empresas ha incorporado nuevos servicios, el 24% ha buscado alternativas de financiamiento, el 19% ha aumentado la inversión en marketing y el 18% ha aumentado las ventas a crédito.
RECLAMOS DEL EMPRESARIADO
Además del reclamo generalizado de mantener cerrado al tránsito de personas el puente Paysandú-Colón, el empresariado también reclama descuentos y exoneraciones de tarifas públicas y BPS, así como subsidios en el combustible.
Se hace hincapié también en la necesidad que la Intendencia respete los plazos pactados para el pago a sus proveedores y que se priorice a empresas locales para la compra o adjudicación de obras y servicios. También se sugiere fomentar el comercio local con actividades tales como peatonales o paseos. Uno de cada cuatro encuestados manifiesta que utilizó o piensa utilizar alguna de las medidas adoptadas por el gobierno, especialmente el desempleo parcial y la postergación de pagos a BPS y DGI. En lo que refiere a las medidas adoptadas por el gobierno departamental, el 72% del empresariado dijo conocerlas.