Nuevo derrame de combustible en el río, pero sería poco significativo

Alrededor de las 9:30 de ayer, uno de los manguerotes de descarga que transfieren el combustible desde las barcazas hasta la planta de Ancap se rompió mientras estaban descargando, por lo que la operativa se detuvo al menos hasta esta mañana, cuando utilicen otro de los ductos para continuar el trasvasamiento.
Según pudo confirmar EL TELEGRAFO de fuentes vinculadas a Ancap, a poco de haber comenzado la descarga del combustible, se vio una mancha en el agua del río, por lo que de inmediato se detuvo el trabajo de las bombas, se comunicó a Prefectura Nacional Naval y se tomaron las muestras del agua, y aparentemente el derrame no sería significativo, habiendo una estimación primaria de entre 50 y 100 litros perdidos.
No se pudo confirmar ayer cuál fue el motivo de la rotura, pero se especulaba que podría haber sido una grieta en el ducto, tal vez producida por algún tronco -como ya sucedió- particularmente ahora que el río prácticamente retomó su caudal normal para esta época del año. Hoy se espera el arribo de los buzos, que revisarán el manguerote e intentarán reparar la rotura.
No obstante, la descarga de combustible puede continuar, ya que hay dos ductos habilitados entre la boya ubicada en la zona de La Curtiembre y la planta de Ancap. En total, son 4.000 metros cúbicos los que deben ser transferidos de las barcazas a los tanques en la planta, 2.000 de nafta y 2.000 de gasoil, traídos en barcazas por el empujador Ky Chororo, que salió hace poco de su mantenimiento anual.
La operativa de descarga del combustible es muy controlada desde el accidente ocurrido en 2015 (cuando se derramaron más de 200.000 litros) y otro caso menor en febrero de 2017, y ahora se hace constantemente, además del doble control de la presión según sale de las barcazas y lo que llega a la planta y si hay diferencia se detiene y se revisa el estado de las uniones y los ductos.