Pasó un año atípico para todos a causa de la pandemia del coronavirus. Para el fútbol de Paysandú se tradujo en la suspensión de la actividad en mayores, en todas sus divisionales, y en Sub 18, y en la disputa a medias del campeonato en Sub 14. Para la selección sanducera significó, a su vez, jugar en dos partes la Copa Nacional de OFI, en la que no pudo repetir el éxito del año pasado. Según el entrenador Carlos Cabillón, la Blanca tenía con qué luchar para repetir el título y, aunque no se lograra, quedó una base de jugadores jóvenes para el futuro próximo.
“En el momento que se frena el campeonato por la pandemia, el equipo había retomado ese andamiaje que mostramos el primer año. En los dos partidos ante Bella Unión se vio claramente eso, lo que nos permitió clasificar entre los ocho” para disputar la fase nacional del certamen, comenzó diciendo Cabillón.
Paysandú no pudo definir el Litoral al quedar eliminado en sus semifinales ante Salto (por eso enfrentó a Bella Unión por el tercer puesto). El DT recordó que “hubo groseros errores de la terna arbitral”, especialmente en el partido de ida en el Dickinson, que “perjudicaron notoriamente” a la Blanca. Igualmente, “estábamos ilusionados con el rendimiento después de los partidos con Bella Unión, pero ahí se detuvo el campeonato”.
El torneo se suspendió justo cuando la delegación sanducera se trasladaba en ómnibus rumbo al sur del país, para disputar el primer duelo ante Canelones del Este, por los cuartos de final de la Copa Nacional. “Ahí fue todo incertidumbre, sobre lo que se podía hacer o no. Al principio, se entrenó vía Zoom. Luego al retorno a la actividad, esos dos partidos ante Canelones del Este que nos dejaron sin la posibilidad de seguir peleando por el campeonato. Se vio claramente que había jugadores que quedaron afectados físicamente, que no llegaron al máximo rendimiento”, se lamentó.
“Son enseñanzas de todo tipo, para todo el cuerpo técnico. Quedamos afuera por penales; teníamos equipo para llegar a definir el torneo otra vez. Esos meses afectaron demasiado, uno siempre tenía la esperanza que no, pero la realidad fue distinta”, continuó Cabillón.
El DT, que cumplió con sus dos años de contrato al frente de la selección, señaló que tiene la “tranquilidad” de haber dirigido un grupo de futbolistas que “dejaron bien en alto el fútbol de Paysandú”. “Lo han vuelto a hacer competitivo; además, la gente acompañó otra vez. Estoy convencido que hay una base importante de jugadores jóvenes para el futuro”. “Y como he dicho varias veces, lo más importante es que se logró ese sentido de pertenencia a la selección; los citados venían encantados”, añadió con orgullo.
En cuanto a la perspectiva para 2021, Cabillón reconoció lo “complicado” que resulta acometer cualquier tipo de planificación. “Si bien la actividad al aire libre está permitida, todos sabemos que el fútbol del Interior sin gente es imposible. Va a llevar un tiempo y es una lástima porque Paysandú, y no solo a nivel de mayores, ha presentado selecciones muy competitivas. Con procesos serios de trabajo, con cuerpo técnico estable, que permiten hacer un seguimiento”.