Productores obtuvieron entorno de 1.000 dólares por hectárea en resurgir del girasol

El cultivo tiene la particularidad que la “cabeza vuelca hacia abajo” para que las palomas no puedan llegar.

La zafra de girasol está finalizando y en esta zona del litoral los productores y técnicos están más que satisfechos por el éxito obtenido. Temerosos del impacto de la paloma y posibles enfermedades sobre el cultivo, que finalmente no generaron problemas, y además, cotizó entre 470 y 480 dólares la tonelada sobre el final de la zafra, permitiendo que varios girasoleros obtuvieran rentabilidades en torno a los 1.000 dólares la hectárea.
“Estamos muy satisfechos por los rendimientos”, explicó a EL TELEGRAFO el ingeneiro agrónomo Braulio Laurino. “Se lograron chacras con un piso de 1.750 kilos por hectárea y otras en rangos superiores a los 2.400 kilos, lo que demuestran excelentes rendimientos”, sumándose a esto que “el daño de palomas fue muy escaso”.
El integrante del departamento técnico de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran), citó concretamente que en una chacra de la zona de pueblo Gallinal “hubo un impacto entre un 5 y 8 por ciento, y pese a eso se obtuvo 2.420 kilos por hectárea”.
“Estamos sumamente conformes y esperando que este cultivo tenga nuevamente su auge y el año que viene aumente el área”, sostiene, reconociendo que “había ciertos miedos previos por el ataque de palomas y enfermedades, que determinaron que el cultivo no se plantara desde hace unos 11 años”.
Respecto a las enfermedades, “han surgido nuevos materiales con tecnología CL, con cierta tolerancia y resistencia. En una sola chacra se aplicaron fungicidas, no por fomosis, sino otra enfermedad”, aclaró.
En cuanto a los pájaros, indicó que “hace un buen tiempo se hicieron unos FPTA con la cooperativa y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), estableciéndose que los daños por el ataque de pájaros “son muy dispares.
Dicen que un año en ciertos cultivos pueden ser muy altos, y en otro nada”. Además, Laurino precisó que “para tomar medidas en cuanto a cura en las semillas es muy variable y complejo”.
Las chacras sembradas en los departamentos de Paysandú y Rio Negro se realizaron a fines de octubre “y estamos a mediados de marzo y fueron cosechadas sin problemas”. Y aclara que si bien este año “el daño por la paloma no fue cero, es muy bajo”.
Agregó que estos nuevos cultivares utilizados “no solo mejora la parte sanitaria, sino que el vuelco de la cabeza del cultivo hacia abajo es muy importante, para que los pájaros no alcancen a comer”.

Precio

Un aspecto más que interesante para el cultivo en esta zafra es el precio. Oscilando entre 470 y 480 dólares la tonelada, durante buena parte del final de la zafra, tiene un plus en la bonificación entre 42 y 47 por ciento, ya que en materia grasa se bonifica 2 a 1. “Significa que se tiene materia grasa a 47, obtienes un 10% más, por lo que esos 480 dólares se convierten en 48 dólares más”, precisa Laurino.
Si bien el flete es a Montevideo, “básicamente se oscila en 500 dólares, por lo que es muy importante el rendimiento”, entiende el técnico sanducero.
Y si esto fuera poco, resaltó que esta semana en una de las chacras ya cosechadas, “se sembró avena, por lo que libera el campo muy temprano, permitiendo hacer una base forrajera antes que otros cultivos”.
A eso se suma el costo en comparación con la soja, “sustancialmente inferior, lo que hace que la rentabilidad sea bastante importante”.
Citó como otro item a tener en cuenta, que “varios productores están consultando para sembrar girasol en la próxima zafra, e incluso que quienes hace muchos años hacían este cultivo, quieren volver, por lo que nos espera seguramente una mayor área del cultivo para la próxima siembra de primavera”, dijo el profesional. cultivo tiene la particularidad que la “cabeza vuelca hacia abajo” para que las palomas no puedan llegar.