Fucvam, crítico con el fideicomiso para viviendas, recordó situación de los Núcleos Básicos Evolutivos

Archivo – j06838 La federación sostiene su modelo de construcción a un costo por debajo de U$S 1.000 el metro cuadrado.

En la última reunión del Gabinete del Sistema Público de Vivienda, la ministra Irene Moreira presentó una evaluación del primer año de gestión y sus planes para el quinquenio. En la oportunidad, señaló que durante el año pasado culminaron unas 2.800 viviendas y se encuentran en ejecución otras 9.000 bajo distintas modalidades. Estimó la necesidad de construir un 30 por ciento por encima de lo efectuado el año anterior y anunció la creación de un fideicomiso, conformado por fondos públicos y privados.
Explicó que la inversión de su cartera rondará 250 millones de dólares y sumarán 1.250 millones de dólares en el quinquenio, con el fin de abatir el déficit habitacional, calculado en unas 70.000 viviendas.

El fideicomiso

La última Ley de Presupuesto, votada a fines de 2020, habilita la creación de un nuevo fideicomiso con la participación del ministerio hasta 2/3 del capital y la intervención de promotores privados de un mínimo de 1/3 del proyecto. La ministra señaló que, cuando asumió, tenía comprometido el 40 por ciento del presupuesto del Ministerio de Vivienda por obras iniciadas en la administración anterior y aclaró que esta opción se suma a los distintos planes financiados por el Estado.
Con las partidas asignadas, constituirán un fideicomiso financiero privado que recibirá del ministerio esos flujos futuros y con la emisión de títulos de deuda el fideicomiso obtendrá fondos a valor presente. Cuando el ministerio acudió al Parlamento a presentar la iniciativa, informó que en forma paralela conformará un fideicomiso de administración, que recibirá fondos de las AFAP y se encargará de las obras de construcción. El fideicomiso que captará la inversión privada, impulsará la creación de un programa de alquiler con opción a compra. El ministerio observará el compromiso de pago del inquilino durante cinco años, la conducta del aspirante y habilitará esa entrega inicial de capital para adquirir la vivienda. Durante unos 25 años pagará la cuota de su casa propia, al tiempo que el ministerio otorgará un subsidio no reembolsable de hasta 30 por ciento que bajará la cuota. Este fideicomiso se encuentra en etapa de reglamentación sería lanzado en mayo.
En forma paralela, la secretaría de Estado atendió una solicitud de los promotores privados y se establecieron cambios legales para el denominado “programa de vivienda de interés social”, que recibió 206 proyectos para construir “más de 6.000 viviendas”.

CRÍTICOS

El presidente de la dirección nacional de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Viviendas por Ayuda mutua (Fucvam), Enrique Cal, subrayó que “con respecto al fideicomiso, la posición de nuestra federación ha sido muy clara. Somos muy críticos de las soluciones de vivienda social que recaen sobre las constructoras privadas, en general”.
El dirigente aseguró que “no hay ningún antecedente de los últimos 20 o 30 años que dé cuenta de experiencias exitosas en cuanto a la construcción de viviendas para los sectores populares, a cargo de la empresa privada. Por lo general, la empresa privada actúa defendiendo su capital, exonera impuestos, construye con materiales de bajo costo y con las mínimas condiciones de habitabilidad, para no ver achicada su ganancia”. Recordó que esa experiencia ya ocurrió en Uruguay con los Núcleos Básicos Evolutivos (NBE). “Así sucedió con los NBE durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle, padre del actual presidente. Los NBE que se construyeron durante esa administración, hoy se caen a pedazos. Mientras, las viviendas cooperativas construidas con el mismo presupuesto, gozan todas de muy buena salud”.
Fucvam manifestó su desconfianza en torno al riesgo que asumirá el Estado. “Esta propuesta de participación del capital privado en fideicomisos asociados con el Estado no nos genera ninguna garantía de nada ya que no solamente se vuelve a la receta del privado construyendo vivienda de interés social, sino que además, todo el riesgo lo asume el propio Estado saliendo de garantía del fideicomiso. Y participando con 2/3 del capital necesario. El privado no solo no arriesga, sino que con un muy bajo nivel de inversión, tiene asegurado su retorno”, dijo a EL TELEGRAFO.
Según Cal, “si bien fue presentado en el mensaje presupuestal enviado por el Ejecutivo, no están del todo claras las condiciones del fideicomiso, ni sus detalles, ya que hasta ahora no se han presentado los mismos. El Parlamento votó un Presupuesto del cual no contaba con información vital para su análisis”.
El dirigente manifestó que “no queda otra postura que ser muy críticos del fideicomiso propuesto por el Gobierno, como solución mágica para abatir el déficit habitacional. Fucvam desde hace 50 años viene construyendo viviendas de calidad, con un modelo que es ejemplo en el mundo entero, a un costo por debajo de U$S 1.000 el metro cuadrado”.
Concluyó que el aporte de la federación “sigue siendo ignorado. Es lamentable que suceda porque en Uruguay tenemos la clave para construir viviendas sociales de calidad y dignas. Pero pareciera que queremos seguir inventando el agua tibia”.