“Las medidas fueron tardías e insuficientes”

Licenciado Juan Gorosterrazú, anterior Director Departamental de Salud de Paysandú

“Estamos transitando el peor momento de la pandemia, somos el peor país del mundo en cuanto a casos por millón de habitantes”, afirmó a EL TELEGRAFO el anterior director departamental de Salud, licenciado Juan Gorosterrazú.
Detalló que “en Uruguay mueren 32.000 personas al año por diferentes causas, en promedio son 87-90 personas por día. Que tengamos 45, 50 –hemos llegado a más de 70– personas fallecidas por día por COVID-19 es un impacto muy grande toda la población uruguaya”.
“El gobierno apeló a responsabilizar a la población, cuando en realidad la responsabilidad de los resultados es de quien gobierna, tanto por acción u omisión. El gobierno manejó bien la pandemia cuando no había pandemia. En este último tiempo, cuando realmente se tenían que hacer cargo, han demostrado con los resultados que hay una serie de errores”.
A su juicio, “las medidas fueron tardías, insuficientes e injustas. Tardías en cuanto desde el GACH y desde la ciencia, la academia y los gremios de la salud pusieron las medidas que se debían de tomar para no llegar a la saturación de los servicios de salud. Con espíritu constructivo, considero que existen razones por las que las medidas propuestas no funcionaron, por ejemplo que los mensajes no fueron claros y que no todos pueden cumplir con las recomendaciones. Y pasamos de un Ministerio de Salud Pública fuerte a un Ministerio de la Enfermedad, particularmente del COVID”.
Si bien entiende que “las epidemias se evalúan cuando terminan”, dijo que “claramente el primer tiempo íbamos bien, gracias al esfuerzo de la gente. Este año nos encuentra en el peor momento de la pandemia, somos el peor país en el mundo en cuanto a número de casos por millón de habitantes, con tasas de mortalidad que superan el 50% de los fallecidos diariamente en nuestro país”.
“Si bien esta pandemia es devastadora, también lo son las otras enfermedades desatendidas, hay más de 50.000 cirugías diferidas, seguimiento de pacientes que no se sabe como está su situación de salud, y se siguen presentando casos de salud mental, de violencia, suicidios, problemas de consumo, siniestros de tránsito y otros casos. La falta de liderazgo y rectoría es notoria, el no articular los prestadores públicos y privados es evidente a la hora de no contar con toda la disposición de camas de CTI para los habitantes de Paysandú”, dijo Gorosterrazú.

“LLEGAMOS TARDE A TODO”

También se refirió a la vacunación y afirmó que “vemos que llegamos tarde a todo. Gracias al esfuerzo de los uruguayos el año pasado se ganó tiempo, que era lo más difícil de lograr, pero ahora llegamos tarde a casi todo, se comenzó a vacunar masivamente en marzo, cuando países de la región empezaron en diciembre. Uruguay podría haber sido un programa piloto, similar a Israel, considerando las condiciones similares en cuanto a la cantidad de población, el sistema de salud, el nivel académico y científico, el sistema de protección social, la digitalización, la economía, PBI per cápita, civismo de los ciudadanos entre otros indicadores”.
Dijo que “nos falta mucho si queremos tener el 70% de la población inmunizada. Vamos por el 7,3% del total de la población cubierta con las 2 dosis de vacunas y 7,6% si se tiene en cuenta la población mayor de 18 años”.
Por otra parte, dijo que “lamentablemente se optó por centralizar la atención; si bien es un criterio, concebimos que lo mejor es descentralizar los servicios, más teniendo recursos suficientes para poder realizarlo en la ciudad e interior. No es justo que no se ponga a los usuarios en el centro de la atención y se privilegie la institución hospital.
Hay personas que por diferentes circunstancias no pueden acceder al vacunatorio, sobre todo en el interior del departamento, donde es resulta más dificultoso. Existen diferentes dificultades: tecnológicas, de movilidad, económicas, sociales y otros. No todos pueden acceder a la vacuna”. Culminó señalando que “si las vacunas hubieran estado antes, si se hubieran tomado las recomendaciones del GACH y las sociedades científicas, cuántas muertes evitables hubiéramos tenido. Es el precio de la improvisación y cuando hay un Estado ausente prima el criterio y voluntad de la gente. Es lamentable que tenga que ir el intendente a pelear por las vacunas y golpear las puertas del ministro a pedir que priorice a Paysandú. Junto con Canelones y Salto somos de los peores departamentos en cobertura de vacunación. La vacunas deberían de llegar de igual forma a todos los habitantes del país, pero no se sabe cuál es el criterio”.