La oenegé Amigos de los Animales organizó rifas con pobladores del interior del departamento, a fin de obtener recursos para efectuar castraciones ante las inquietudes, que reciben a diario, por el aumento de las jaurías y la ausencia de un programa encargado de estas intervenciones.
“Antes, como oenegé, teníamos el Presupuesto Participativo, que no está desde hace dos años. La Intendencia aportaba 800 cirugías anuales, con dos jornadas que se hacían en los pueblos. Hoy, los recursos propios que tenemos –que son aportes de voluntarios y bonos colaboración– van íntegramente para cubrir las atenciones veterinarias, las castraciones en la ciudad y la manutención de unos 300 animales que tenemos en nuestros transitorios. Es decir, en nuestras casas”, dijo a EL TELEGRAFO, la directiva de la oenegé Laura Deleón.
“Entendemos que tenemos que salir a castrar porque los productores se quejan que las jaurías se forman alrededor de los Mevir y atacan a las ovejas. Entonces, por no castrar en tiempo y forma, ya hemos perdido el trabajo realizado en años anteriores”, agregó.
Deleón subrayó que “la pandemia no es excusa para no ir. Por ejemplo, nosotros castramos los miércoles en nuestra sede 30 animales por jornada y los jueves hemos hecho hasta 40, con todo el protocolo sanitario. Incluso en el interior se consiguen los salones de Mevir, que son lugares amplios. Allí las personas pueden cumplir la distancia social. O pueden citarse diez personas por hora, que son las cantidad de castraciones que se hacen en ese tiempo, y no es necesario juntar a 40 personas a las 9 de la mañana. Hay que ponerle voluntad porque es un problema que se agrava”.
En el interior
Explicó que en el interior, por jornada, “hay que cubrir 40 cirugías a 600 pesos cada una, son 24.000 pesos. Cada cirugía incluye los insumos y el ayudante del veterinario. Como los pobladores reclamaban las castraciones, le armamos rifas, pero tienen que comprometerse a vender 500 números a 50 pesos cada uno para cubrir 25.000 pesos, porque 1.000 pesos es para el combustible. Con estos recursos, se pueden castrar perros y gatos”.
La oenegé contaba con “la mole”, una camioneta entregada por la administración municipal anterior, donde instalaban el quirófano, pero, luego de la desvinculación de la Dirección Nacional de Zoonosis, se interrumpió el aporte del vehículo especializado para esta tarea, ante la falta de recursos. “No tenemos ‘la mole’ y ya solicitamos a las autoridades actuales, que la utilizan como vehículo municipal, que al menos le quiten el ploteo, porque la gente la ve que anda por la ciudad y cree que somos nosotros”, agregó.
Según De león, “ya no sabemos de dónde sacar recursos, porque estamos mitad del año y tenemos cero castraciones a nivel institucional. Solo como oenegé y con recursos propios llevamos 1.100. Por eso, si algún otro pueblo que se encuentre por las rutas 26 o 3 se quiere sumar, puede llamar al 098852852 para coordinar”. En Paysandú, las castraciones continúan los miércoles en Verocay 727, a un costo de 700 pesos, con el animal con 12 horas de ayuno. “El jueves no es abierto al público, sino específicamente con voluntarios que mandan animales en adopción o reciben de personas que no pueden cubrir el costo, o de personas irresponsables que no se hacen cargo”.
En Esperanza y Porvenir venden un bono colaboración con atractivos premios, a 30 pesos, que se sorteará el 15 de junio a través de un vivo en la página de Facebook de GimeBodeant. En Algorta, el bono con premios tiene un costo de 50 pesos que sortearán el 25 de junio, con la lotería correspondiente a ese día.
En Piedras Coloradas, el bono colaboración cuesta 50 pesos y se sorteará el 30 de junio. Finalmente, el bono de Orgoroso se vende a 50 pesos y sorteará sus premios el sábado 24 de julio.