Ha ocurrido varias veces y conviene hacer un llamado de atención al respecto. Tal vez la ocasión más reciente haya sido durante la visita que la semana pasada realizó el subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla, a quien el intendente departamental, Nicolás Olivera, recibió en su despacho y luego acompañó a una visita al humedal de La Curtiembre. Allí, al atender ambos a los medios de prensa Olivera dijo estar recibiendo “primero que nada a un amigo y también subsecretario de Ambiente”. No es que esté mal que el intendente y un subsecretario sean amigos, de hecho comparten partido político y coincidieron en la cámara de Diputados durante el período en el que Olivera fue representante nacional por nuestro departamento. Lo que sí, en cambio, debiera omitir es ese “primero que nada”, porque en realidad, ese “primero que nada”, para ambos, debería de ser el rol institucional que ejercen.
Y no es que se trate meramente de un asunto de terminología, porque además no es la primera vez que este término, “amigo”, lo escuchamos de boca de algún integrante del gobierno (y no solo del actual) al aludir a otro dirigente o miembro del gobierno, o a una persona con la que se ha relacionado.
Tal vez el episodio más sonado ha sido el que protagonizara el ministro de Turismo, Germán Cardoso, a quien se escuchó en una grabación telefónica obtenida durante una investigación a un jerarca de la Policía de Maldonado, imputado de diferentes delitos.
Un artículo del diario El País sobre esta investigación y de qué manera se relaciona con ella el ministro, señalaba que “existieron gestiones (por parte del policía) realizadas para terceras personas”, dijo Vaz en la audiencia, y agregó: “En efecto, hay gestiones que le solicita el señor Germán Cardoso, actual ministro de Turismo”. Ambos, agregó, “tenían un diálogo fluido y un vínculo de amistad. En ese contexto el representante del ministerio público detalló las llamadas que existieron entre Cardoso y el efectivo imputado”.
Ahí aparece el vínculo de amistad entre dos autoridades abriendo la puerta para que las relaciones institucionales se salteen los caminos regulares. La nota enumera varias comunicaciones entre el ministro y el funcionario. Una de ellas, por citar un ejemplo, fue una comunicación del 1º de diciembre de 2020, a la hora 16:25 en la que “Cardoso llamó al policía y le dijo que su madre había sido víctima del ‘cuento del tío’. El ministro le pidió entonces al jerarca el número de teléfono desde donde el estafador se había comunicado con su madre”.
El ministro en este caso, como en varios de los de la serie que aparece en la publicación, no actúa en función de un interés institucional, sino como un ciudadano común que le pide un favor a un amigo. Lo que no está bien es que ese vinculo amistoso se quiera emplear como justificativo. Abrir esa puerta es muy peligroso.
Pero el ministro Cardoso también ha tomado decisiones controvertidas en el ejercicio de su investidura ministerial en las que este factor del vínculo amistoso está por lo menos en condición de ser mencionado como un posible justificativo: sin ir más lejos, el traslado de la lancha Pájaros Pintados I, que se encontraba en Nuevo Berlín y que se destinó a La Charqueada, en el departamento de Treinta y Tres, un departamento en el que Cardoso tiene vínculos familiares. Su suegro, diputado por ese departamento, es además abuelo de un edil del Partido Nacional, hijo del hoy intendente olimareño.
Recordemos que cuando Cardoso fue personalmente a hacer acto de entrega de la embarcación en ese nuevo destino, afirmó que esta llevaba dos años abandonada en un galpón. De esta forma mintió groseramente para justificar la decisión del traslado de una lancha, ignorando un ofrecimiento de la Intendencia de Río Negro y del Municipio de Nuevo Berlín de subsidiar los costos fijos anuales de esa embarcación como forma de apoyar la actividad turística en tiempos de pandemia.
En esa oportunidad el ministro anunció además una serie de inversiones previstas en materia turística en ese departamento y en la zona, mientras, al mismo tiempo, se desactivaba el Corredor Pájaros Pintados y todo el trabajo que se había realizado organizando a los actores turísticos en el territorio, para volver a impulsar desde la cartera la marca “Destino Termas”, decisión con la que los principales beneficiados fueron los grandes hoteles de Salto, a quienes más de una vez el subsecretario de Turismo ha referido como “amigos”, un término muy suyo, por otra parte.
Lógicamente, tal vez se trata nada más que de coincidencias y estas decisiones tienen detrás una fundamentación política y técnica que las respalde. Siempre la hay. No obstante, en La Charqueada ya existía una lancha turística que no estaba navegando, por las mismas razones por las que no lo hacía la de Nuevo Berlín. Ahora hay dos y en Nuevo Berlín, ninguna.
En suma, no está mal de por sí que dos personas públicas, dirigentes políticos, sean amigos entre sí, y que después de las formalidades se reúnan a comer, a tomar algo o ver un partido.
De lo que hay que cuidarse y estar atentos es a que estas relaciones no determinen de alguna manera la toma de decisiones en el ejercicio del cargo para el que se les designó. → Leer más