Los “caminos olvidados” de la zona Este de Paysandú

La zona Este del departamento de Paysandú “es una zona olvidada”, dijo a EL TELEGRAFO la médica veterinaria Susana Hernandorena, refiriéndose al estado de los caminos rurales que recorre asiduamente, habiendo estado “toda la vida en esta zona rural”.

“En esta zona hay un abandono inmenso desde el punto de vista administrativo, político y de acción de los gestores, que estamos en un franco abandono”, dijo en coincidencia con otros vecinos de la zona, como Natalia Heguaburu y Claudio de los Santos.

Sobre cuáles son los caminos en mal estado, aclaró que “voy a hablar de lo que conozco. Yo estoy en el extremo de Paysandú, muy próximo al arroyo Salsipuedes grande, donde está el memorial aborigen. Es en el cruce del Camino de los Charrúas y el Camino que sale de Tiatucurá hacia Arbolito. Normalmente transito hacia Arbolito, hacia Tambores, Piedra Sola; también a Tres Árboles, Merinos, Piñera y Guichón, o bien hacia Peralta con rumbo a Paso de los Toros”.

Puente nuevo, pero sin mantenimiento

Recordó que “hace unos cuantos años, cuando era intendente el señor (Julio) Pintos, se acordaba mucho de esta zona, y la caminería rural era bien atendida y estaban presentes después de cada tormenta. Y hace un tiempo tuvimos una mejoría muy grande que los vecinos le agradecemos al ministro (Víctor) Rossi”, y pese a que “no es una ruta y es competencia de las intendencias, mandó ingenieros para evaluar las denuncias de los vecinos. Y por tratarse de un camino de conexión a la ruta nacional, y en el marco de temas con UPM, se pudo financiar por el Ministerio con la OPP y la Intendencia de Tacuarembó, y se cambió el viejo puente de tablas de madera sobre el arroyo Salsipuedes por uno de material. Pero las cabeceras de los puentes están a cargo de las intendencias, y es un desastre, porque no le hicieron suficiente salida de agua y cuando crece barre las entradas del puente, y es un peligro, tanto por el lado de Tacuarembó como de Paysandú, que nunca más se acordó que existía este camino, llegan al cargo y se olvidan”.

“Nunca pasó una máquina por acá”

Afirmó que en los últimos años, incluyendo la administración de Nicolás Olivera, “nunca pasó una máquina por acá. Y pienso que cada animalito que se vende en la zona rural paga impuestos y se cobra para el fondo COVID. Si hubiera que sacar un enfermo de COVID positivo de acá, con estos caminos, por más fondo COVID que cobran, acá no viene un peso”.

Dijo que “es imponente los pozos, los huellones, hay mucho movimiento de camiones y vehículos pesados, y no nos han tenido en cuenta”.
Agregó que en la zona “hay una escuelita, una policlínica, y también las comunicaciones están muy mal. Los caminos, por ejemplo ahora que llovió, pasan camiones pesados por el barro y quedan unos huellones, que son un peligro porque mucha gente de la zona circula en moto y cuando eso se hace terrón grueso y duro, es imponente. Y en verano, con la sequía, fue tremendo el pedregal, las piedras sueltas, y los autos se rompen. Realmente la estamos pasando muy mal con los caminos, y las autoridades no son sensibles a las dificultades de la caminería rural”.

“No asume el rol que le corresponde”

Comentó que en esa zona había un establecimiento con feedlot, por lo que venían camiones muy grandes y pesados, que afectaron uno de los puentes, y que también hubo una explotación de soja y “pasaba la maquinaria con un ancho que pasaba rozando los pilares del puente, y hasta rompía alguno. Eso está del lado de Paysandú, y nunca vi que vinieran a repararlo. Pero la maquinaria de ese tipo debería dar vuelta por un lugar donde no rocen los pilares del puente”. Para Hernandorena, “no hay control de la intendencia en nada, y no asume el rol que le corresponde, que es atender caminería y apoyar la zona”.

Sobre si han hecho gestiones para buscar soluciones, dijo que “eso sería sufrir, porque un viaje por estos caminos haría que el vehículo llegue roto. Antes venían seguido, después vinieron menos, y ahora ni siquiera a tapar un pocito”, afirmó.