Alimentación estratégica en el preparto de ovinos

La suplementación en el sector ovino es muy importante en diversas etapas.

“El porcentaje de señalada a nivel país (60-75%) es una limitante en la producción y el crecimiento del stock ovino. Es conocido que el potencial de la especie ovina para reproducirse es una de sus mayores virtudes, por lo que, claramente se debe incidir en los momentos más críticos de la vida de las hembras para comenzar a revertir esta situación.
Existen etapas claves, donde mediante el manejo y aplicación de tecnologías existentes se puede contribuir a mejorar sustancialmente los procreos. La alimentación en el preparto es clave para aumentar la supervivencia neonatal y una de las alternativas para lograr este objetivo es el uso de pasturas sembradas en el último mes de gestación”, sostiene un trabajo de la ingeniera agrónoma Josefina García Pintos, técnica del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL).

Esta medida permite obtener “un adecuado peso al nacer de los corderos y mayor producción de leche por parte de la madre, lo que aumenta la supervivencia y por ende, contribuye al incremento del porcentaje de señalada”, indica la profesional. En dicho período “las ovejas necesitan alimentos de alta calidad y en cantidad suficiente para poder satisfacer las necesidades de los corderos en gestación. Realizado el diagnóstico de gestación por ecografía, se puede hacer un manejo diferencial de las ovejas que; gestan mellizos o múltiples; que a su vez gestan únicos y presentan condición corporal inferior a 3 y las de primera cría”.

Se pueden definir al menos dos lotes bien diferenciados: “ovejas y borregas en buen estado (condición corporal mayor a 3) gestando únicos, y por otro lado, hembras gestando múltiples o con condición corporal menor a 3.
Una vez realizado el ‘loteo’ de los vientres se deben priorizar los recursos disponibles, destinando las mejores pasturas a aquellas que presentan mayores requerimientos como ser los lotes de las melliceras, primera cría y ovejas de peor condición”. La principal recomendación de alimentación previo al parto que brinda García Pintos, “es el manejo alimenticio diferencial según carga fetal y condición corporal. En caso de no realizar ecografía, el manejo diferencial se hará en base a la categoría y condición corporal”.

Entiende que existe “una amplia gama de pasturas que pueden ser utilizadas estratégicamente, como las sembradas de larga duración (perennes) con una composición variada de gramíneas y leguminosas, siendo estas últimas las de mayor relevancia. Por ejemplo, las praderas de dactylis y trébol blanco y raigrás perenne y trébol blanco son sugerencias de mezclas de alto contenido energético y proteico”.

Recomendaciones

En cuanto a recomendaciones para el uso intensivo de pasturas en preparto, indica que “el momento de ingreso en la pastura de calidad es de por lo menos 30 días previo al parto”. Al analizar las características de la pasturas, señala que la disponibilidad “no debe ser menor a 1.500 kilos de materia seca por hectárea, es decir una altura de al menos 12 centímetros. Además, de evitar una excesiva acumulación de materia seca, ya que generará mayor desperdicio”.

Cuando es manejo del lote con mejor Condición Corporal (CC) y gestando únicos, “se hace referencia a este lote, ya que las mismas no deben ser relegadas a un campo y olvidarse, sino que es aconsejable que en los primeros 15 días pasten en un potrero previamente reservado, con buena disponibilidad y que en los 15 días previos al parto, se manejen en las pasturas sembradas de igual manera que el lote inferior, en lo posible de manera separada”.

Con el manejo propuesto para majadas “con un 10% gestando mellizos y 20% de vientres en peor condición corporal, un mes antes de parir, se necesitan al menos 2 hectáreas de pradera cada 100 ovejas encarneradas. Con este manejo bien realizado se puede aproximar a alcanzar el 100% de señalada”.